¿Qué es una fuga anastomótica? Causas y síntomas

Las fugas anastomóticas son una complicación postoperatoria que surge de procedimientos como la resección intestinal y el bypass gástrico. Aunque pueden solucionarse, son un factor importante a tener en cuenta cuando se plantean procedimientos que implican anastomosis. De este modo, la detección precoz puede conducir a un procedimiento de fijación más fácil. 

Esto es lo que debes saber.

Qué es una fuga anastomótica?

Una fuga anastomótica es una de las posibles complicaciones que pueden surgir tras la conexión quirúrgica de los canales intestinales. En concreto, se refiere a la fuga del contenido de tu intestino cuando los dos extremos del canal no se sellan correctamente. Cuando esto ocurre, el contenido de su tracto gastrointestinal se escapa.

Aunque no parezca obvio, la fuga del contenido gastrointestinal puede ser muy perjudicial para el organismo. Su intestino contiene bacterias que ayudan a digerir los alimentos y son una parte clave de su cuerpo - sin embargo, el resto de su cavidad abdominal no tiene dicha flora. Por lo tanto, cuando el contenido de su intestino se escapa, puede causar graves infecciones.

Las fugas anastomóticas están relacionadas con la anastomosis, que es el procedimiento que conecta dos extremos de un canal sellándolos. El tipo de operación más habitual que implica una anastomosis es la resección intestinal, una cirugía que extirpa parte o la totalidad del colon. Sin embargo, hay otros procedimientos que también implican anastomosis, como el bypass gástrico.

Aunque las fugas anastomóticas no son la más común de las posibles complicaciones de la anastomosis, se producen después de aproximadamente 1 de cada 20 cirugías. Esto puede parecer un riesgo elevado para algunas personas, pero es fundamental recordar que, si se detectan a tiempo, las fugas anastomóticas pueden ser fácilmente solucionadas por un equipo de expertos.

Síntomas de las fugas anastomóticas

Después de una intervención quirúrgica en la que se ha realizado una anastomosis, es probable que su médico le pida que esté atento a los síntomas que puedan aparecer durante los días siguientes. Suelen ser indicadores de que la conexión ha fallado, induciendo una fuga anastomótica. Estos son algunos de los signos más comunes:

  • Fiebre

  • Dolor de estómago o abdominal

  • Náuseas

  • Vómitos

  • Presión arterial baja

  • Aumento de la frecuencia cardíaca

Naturalmente, también es una buena idea realizar inspecciones visuales frecuentes de la herida quirúrgica durante los primeros días después del procedimiento. A veces, una fuga anastomótica provocará un drenaje de la herida, lo que justifica una visita al médico. Además, las fugas anastomóticas pueden manifestarse a través de una reducción de la producción de orina o dolor en el hombro izquierdo.

Tratamiento de las fugas anastomóticas

El tratamiento de una fuga anastomótica consta de varias etapas, pero el número de ellas por el que tendrá que pasar dependerá sobre todo de la gravedad de su caso. Si la fuga se detecta pronto, es posible que sólo tengas que tomar algunos antibióticos durante un tiempo determinado hasta que la infección remita. 

Sin embargo, si la infección ya lleva un tiempo creciendo, es posible que el médico tenga que realizar un drenaje. Éste consiste en introducir una aguja hueca a través de la piel para sifonar el líquido contaminado causado por la infección. Eso ayuda a reducir la hinchazón de una posible inflamación. 

Dependiendo de dónde se encuentre la fuga, es posible que también tenga que evitar comer y beber hasta que se trate la afección. En ese caso, es posible que deba permanecer en el hospital, donde el equipo de médicos le administrará líquidos por vía intravenosa.

En los casos más graves, es posible que los médicos tengan que intervenir quirúrgicamente. Aunque esto no implica necesariamente otra anastomosis, puede implicar una laparoscopia, es decir, un examen del abdomen a través de una pequeña cámara. A continuación, el cirujano puede intentar drenar la infección a través de una pequeña incisión y lavar la zona con un antiséptico.

Por último, si no es posible otra opción, un equipo de cirujanos tendrá que reabrir la cavidad corporal para acceder a la zona infectada. Pueden optar por realizar un refuerzo de la anastomosis o simplemente puentear esa sección temporalmente a través de una ostomía, es decir, una nueva abertura que evita una determinada región del tracto intestinal.

Qué causa una fuga anastomótica?

Hay muchos factores que contribuyen a una posible fuga anastomótica. Por desgracia, muchos están relacionados con variables incontrolables. Principalmente, las fugas anastomóticas están relacionadas con el estado de salud de cada persona y con la dificultad tanto de la propia cirugía como del proceso posterior a la misma. 

Hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de fugas anastomóticas. Su médico le informará si alguno de ellos está presente en usted; sin embargo, siempre es una buena idea saber de antemano si está en riesgo. Algunos de los factores de riesgo de las fugas anastomóticas son:

  • Anemia

  • Uso de esteroides

  • Diabetes

  • Obesidad

  • Fumar

  • Enfermedad de Crohn

Además, la duración de la intervención también puede influir en el riesgo de fugas anastomóticas: las cirugías más largas se relacionan con mayores probabilidades de fuga. Asimismo, los varones tienen un mayor riesgo de fugas anastomóticas por razones anatómicas.

Qué puedo hacer para prevenir una fuga anastomótica?

Por desgracia, no hay muchas formas de prevenir una fuga anastomótica, aparte de seguir al pie de la letra los consejos de su médico sobre las precauciones posteriores al procedimiento. El médico le examinará antes de la intervención para diagnosticar posibles factores de riesgo y posiblemente prevenir las fugas anastomóticas. Estas son algunas de las pruebas a las que puede someterse durante o después de la cirugía:

  • Prueba de aire: llenando la cavidad corporal con una solución salina, los cirujanos pueden detectar posibles fugas observando si aparecen o no burbujas.

  • Prueba del líquido: introduciendo líquido a través del canal intestinal, los médicos pueden comprobar si los extremos están bien conectados. 

  • Prueba de contraste: a veces, los cirujanos piden una tomografía computarizada, que les permite ver si un medio de contraste se escapa del intestino.

Como puedes ver, en estas pruebas participa un equipo de médicos y suelen hacerse mientras estás ingresado en el hospital. Para evitar las fugas anastomóticas en casa después de la cirugía, asegúrate de seguir al pie de la letra las indicaciones posteriores al procedimiento y comprueba regularmente los síntomas habituales que provoca. Si tiene alguna duda, asegúrese de consultar a su médico para que le aconseje sobre cómo puede prevenir esta afección.

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