La curación de huesos rotos es más complicada de lo que parece

Curar huesos rotos es más complicado de lo que parece

Por Tara Haelle

26 de agosto de 2022 - Curar un hueso roto no siempre es un proceso sencillo de poner una escayola y esperar a que el cuerpo haga lo suyo con el tiempo. Los numerosos materiales que componen nuestros huesos tienen diferentes densidades e interactúan de varias maneras que afectan a la correcta curación de una fractura.

Una fractura que no se cura correctamente se denomina no unión, y en un hueso largo, como el de la pierna, puede ser incapacitante. Y los médicos no siempre pueden saber cuándo se produce una pseudoartrosis, y mucho menos predecir con antelación la probabilidad de que se produzca. Pero la investigación sobre técnicas de imagen ósea está en camino de cambiar esta situación y ofrecer a los médicos una visión anticipada que les ayude a detectar los problemas antes.

Investigadores de ingeniería mecánica de la Universidad de Lehigh, en Bethlehem (Pensilvania), están utilizando imágenes óseas y pruebas mecánicas virtuales para desarrollar un modelo más preciso del proceso de curación.

Un modelo virtual puede ayudar a los médicos a reconocer cuándo un hueso se desvía de un proceso de curación saludable para poder intervenir antes. La clave es comprender mejor el proceso físico en la zona de cicatrización donde se está reparando la fractura.

Dentro del yeso

El proceso de curación comienza cuando el cuerpo reconoce la fractura y envía células inmunitarias para provocar una inflamación. La inflamación es la señal de advertencia del cuerpo para que deje de utilizar la parte lesionada.

También se acumulan células sanguíneas alrededor de la lesión, y esta masa de células -un hematoma o coágulo de sangre- rellena el espacio de la rotura. Durante la semana siguiente, un tipo de hueso blando llamado callo sustituye gradualmente al coágulo de sangre y mantiene unido el hueso, aunque no con la suficiente fuerza como para empezar a utilizarlo todavía. Al cabo de varias semanas, el callo tiene tiempo de endurecerse, y entonces el hueso duro empieza a sustituir al callo duro.

Pero es difícil ver en las radiografías cómo se desarrollan estas últimas etapas, ya que el callo duro y el hueso duro se parecen mucho. Los ingenieros están trabajando para comprender las propiedades mecánicas del hueso y el callo, como la masa y la densidad, para poder predecir mejor cuándo el hueso duro ha sustituido completamente al callo. Predecirlo demasiado pronto podría entorpecer el proceso de curación si la persona utiliza el hueso con normalidad antes de que esté completamente curado.

Los modelos informáticos anteriores no podían distinguir con precisión el callo duro del hueso duro, en gran medida porque el callo en sí está formado por diferentes tipos de tejido con distintas propiedades físicas.

Sin embargo, esta nueva investigación se basa en la comprobación de la tensión ejercida sobre el hueso durante la torsión. Los investigadores introdujeron los resultados de esas pruebas y las correspondientes imágenes de TC en un ordenador para modelar el proceso de curación. Las zonas más brillantes de la imagen representan un hueso más rígido y duro, por lo que su trabajo ayudó a los investigadores a averiguar el punto de corte en el que el material deja de ser callo y se convierte en hueso. Conocer este punto de corte puede ayudar a identificar antes cuándo se produce una no unión, lo que a su vez puede ayudar a los médicos a comprender mejor cómo y por qué falla el proceso de curación para poder ayudar.

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