La palabra amaranto significa "inmarcesible" en griego. Las flores de la planta son de un vivo color carmesí durante todo el verano, lo que la convierte en un espectáculo llamativo. Sin embargo, las flores no son el gran atractivo del amaranto, sino sus semillas. Una vez cosechadas, se utilizan de forma similar a los cereales como el arroz y la avena.
El amaranto es originario de México y América Central. Fue un alimento básico de los aztecas y sigue formando parte de la dieta centroamericana. La popularidad del amaranto ha aumentado en EE.UU. a medida que la gente ha ido conociendo su impresionante perfil nutricional.
Es fácil ver por qué. El sabor a nuez y agradablemente dulce del amaranto y su versatilidad lo convierten en una opción perfecta para muchas recetas.
Beneficios para la salud
Los nutrientes del amaranto pueden ofrecer importantes beneficios para la salud como parte de una dieta saludable. Es una fuente de vitamina C, que es vital para el proceso de curación del cuerpo porque ayuda a procesar el hierro, formar vasos sanguíneos, reparar el tejido muscular y mantener el colágeno.
Estos son otros beneficios del amaranto para la salud:
Naturalmente sin gluten
El amaranto es una buena opción para las personas que padecen la enfermedad celíaca, una afección en la que una reacción del sistema inmunitario al gluten del trigo puede dañar el intestino delgado. .
Alto contenido en proteínas
El amaranto es una de las formas vegetales más ricas en proteínas que existen. El cuerpo absorbe fácilmente la proteína y contiene todos los aminoácidos, incluso la lisina, que suele faltar en los cereales. Los estudios han demostrado que, en el reino vegetal, las proteínas del amaranto se encuentran entre las más similares a las proteínas animales.
Rico en antioxidantes
El amaranto es rico en antioxidantes, como el ácido gálico y el ácido vanílico. Los antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres, que son subproductos dañinos de la actividad celular normal, ayudando a reducir todo, desde los signos de envejecimiento hasta las enfermedades del corazón.
Alivia la inflamación
Algunas reacciones alérgicas provocan una incómoda inflamación a través de la producción de inmunoglobulina E. Los primeros estudios demuestran que el amaranto puede ralentizar la producción de inmunoglobulina E del cuerpo, reduciendo la inflamación.
Reduce el colesterol
Dos estudios realizados en animales muestran que el amaranto y su aceite tienen el potencial de reducir el colesterol "malo" LDL de forma significativa sin reducir el colesterol "bueno" HDL. Pero los científicos deben investigar cómo afecta el amaranto al colesterol en los seres humanos.
Nutrientes por ración
Una porción de un cuarto de taza de amaranto seco y sin cocinar contiene:
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Calorías: 179
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Proteínas: 7 gramos
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Grasa: 3 gramos
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Carbohidratos: 31 gramos
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Fibra: 3 gramos
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Azúcar: 1 gramo
El amaranto es rico en proteínas, con casi el doble de la cantidad que se encuentra en el maíz o el arroz. La proteína es esencial para mantener la masa muscular y el suministro de sangre en el cuerpo.
El amaranto es también una fuente impresionante de:
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Hierro
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Calcio
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Vitamina C
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Fósforo
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Manganeso
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Selenio
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Magnesio
El amaranto contiene su dosis diaria de manganeso, un importante micronutriente, en una sola porción. El manganeso juega un papel clave en más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo, incluyendo las respuestas inmunes, la creación de hormonas, e incluso la formación de sangre y huesos.
Cómo preparar el amaranto
El amaranto está en temporada desde mediados de verano hasta las primeras heladas fuertes. Sin embargo, la mayor parte del amaranto se vende en forma seca, por lo que es fácil encontrarlo durante todo el año. Es más común encontrarlo en las tiendas de comestibles de América del Sur, pero cada vez es más común en las tiendas de alimentos saludables, en los mercados de agricultores e incluso en los grandes supermercados.
Si cultivas tu propio amaranto, estará listo para ser cosechado si las semillas se desprenden con facilidad al pasarlas entre las manos. Puedes secar las semillas o comerlas frescas.
Para conservar el amaranto durante mucho tiempo, lo mejor es guardarlo en un recipiente hermético. Si quieres utilizar el amaranto como harina, puedes molerlo en un procesador de alimentos y congelar el resultado. Se mantendrá fresco de 6 a 9 meses en el congelador.
Hay muchas formas de disfrutar del amaranto como parte de tu dieta diaria:
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Hervir el grano de amaranto entero en una proporción 3/1 de agua y amaranto para hacer gachas
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Hacer estallar el amaranto seco como si fueran palomitas de maíz y comerlo como bocadillo
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Poner el amaranto reventado en las ensaladas o en las sopas
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Añade amaranto a tu arroz para obtener un impulso de proteínas
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Mezcla el amaranto en un batido para obtener un sabor a nuez
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Hacer harina de amaranto y hornear con ella
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Empanar pescado o carne con harina de amaranto