Los albaricoques pueden ser pequeños, pero son grandes en sabor y nutrición. Estas frutas de color amarillo anaranjado son ricas en vitaminas y minerales, con un sabor que va de dulce a agridulce, según la variedad. La pulpa de los albaricoques es blanda y algo jugosa cuando está madura, y tienen una piel aterciopelada con una suave pelusa.
El Prunus armeniaca es originario de China, donde se cultivó por primera vez hace unos 4.000 años. Esta deliciosa fruta de hueso gozaba de gran popularidad entre los lugareños, los comerciantes y los viajeros, por lo que no es de extrañar que comenzara su viaje hacia el oeste a lo largo de la Ruta de la Seda. Con el tiempo, los albaricoques empezaron a crecer en Asia Central y Oriente Medio.
Los albaricoques llegaron al Mediterráneo hace unos 2.000 años, donde florecieron en el clima cálido y soleado. Hoy, Turquía e Irán son los mayores productores de albaricoques del mundo.
Hay muchas variedades de albaricoques para disfrutar, siendo las más populares Blenheim, Tilton y Moorpark.
Beneficios para la salud
Gracias a su gran cantidad de vitaminas, flavonoides y potasio, los albaricoques tienen importantes beneficios para la salud.
Los flavonoides protegen y fortalecen los vasos sanguíneos y reducen los signos de inflamación. El potasio, un mineral importante para la función nerviosa y muscular, es también crucial para ayudar a los nutrientes a moverse por el cuerpo. Además, contribuye a mantener la presión arterial y la salud del corazón.
He aquí algunos otros beneficios para la salud de los albaricoques:
Protección de la piel
Los antioxidantes, como la vitamina E y la vitamina C, son conocidos por sus propiedades para mejorar la piel. Pueden ayudar a proteger las células de la piel de la radiación ultravioleta (UV), reducir los signos de las primeras arrugas y mejorar la elasticidad de la piel. El betacaroteno es otro antioxidante que ayuda a proteger la piel de las quemaduras solares y de otros daños causados por los rayos UV. Como los albaricoques tienen un alto contenido en agua, también son una buena forma de hidratar la piel. Una taza de albaricoques ofrece aproximadamente 2/3 de una taza de agua.
Visión saludable
Ricos en vitamina A, betacaroteno y otros carotenoides, los albaricoques son excelentes para promover la salud ocular. La luteína contribuye a la salud de la retina y el cristalino, mientras que los carotenoides y la vitamina E favorecen la visión en general. Los nutrientes del albaricoque también ayudan a reducir el riesgo de degeneración macular y de cataratas.
Mejor digestión
Los albaricoques ofrecen mucha fibra dietética para ayudar a su tracto digestivo. Su contenido total de fibra es aproximadamente la mitad de fibra soluble y la mitad de fibra insoluble. La fibra soluble ayuda a su tracto digestivo a retener suficiente agua y favorece el desarrollo de las bacterias buenas. La fibra insoluble también es buena para los niveles de bacterias intestinales saludables.
Nutrientes por ración
Un albaricoque entero y fresco contiene:
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Calorías: 17
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Proteínas: Menos de 1 gramo
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Grasa: 0 gramos
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Carbohidratos: 4 gramos
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Fibra: 1 gramo
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Azúcar: 3 gramos
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Colesterol: 0 miligramos
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Sodio: 0 miligramos
Los albaricoques son bajos en grasa pero ricos en vitamina A y betacaroteno. Estos nutrientes actúan como antioxidantes para proteger tus células del daño.
Los albaricoques también son una buena fuente de flavonoides, un antioxidante que ayuda a proteger contra la inflamación y las enfermedades inflamatorias, además de reducir el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades del corazón. Los principales flavonoides de los albaricoques son la catequina, la quercetina y los ácidos clorogénicos.
Los albaricoques frescos contienen una variedad de vitaminas y minerales, incluyendo:
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Vitamina A
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Vitamina C
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Ácido pantoténico (B5)
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Vitamina E
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Betacaroteno
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Potasio
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Luteína
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Zeaxantina
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Licopeno
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Zinc
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Cobre
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Hierro
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Fósforo
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Manganeso
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Magnesio
Cómo elegir y preparar los albaricoques
Los albaricoques de California tienen una temporada de crecimiento corta, normalmente de mayo a agosto. Cuando están en temporada, abundan en las tiendas de comestibles, en los mercados de agricultores y en los puestos de productos de carretera. Los albaricoques fuera de temporada suelen proceder de Sudamérica.
Cuando vea los albaricoques en venta, elija los que tengan una coloración uniforme en un tono naranja dorado oscuro o naranja rojizo. Los albaricoques de color amarillo pálido o amarillo verdoso están poco maduros y no tendrán mucho sabor. Tenga cuidado de no elegir albaricoques demasiado maduros. Estos se arrugan con facilidad y pueden aplastarse durante el transporte.
Puede disfrutar de los albaricoques frescos de muchas maneras, incluso comiéndolos con la mano. También puede añadirlos a las recetas como guarnición o incorporarlos a una gran variedad de platos.
Aquí tienes unas cuantas recetas con albaricoques que puedes probar:
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Disfruta de una tarta de albaricoque o un crujiente.
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Escalfe mitades de albaricoque con una vaina de vainilla fresca.
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Hornea una tarta con albaricoque y pistacho.
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Combine la mermelada de albaricoque fresco con copos de pimienta roja para obtener una salsa dulce y picante sobre el pollo.
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Cubre las tostadas francesas con compota de albaricoque.
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Rocía el glaseado de albaricoque sobre el jamón al horno.
Crea una ensalada de pasta con pollo, albaricoques, almendras, verduras y aderezo de limón.