La actividad física podría reducir el riesgo de infección por COVID y su gravedad
Por Megan Brooks
23 de agosto de 2022 -- Una nueva investigación sugiere que la actividad física regular puede ayudar a reducir el riesgo de infección por COVID-19 y su gravedad, con una cuenta semanal de 150 minutos de actividad física moderada, o 75 minutos de actividad física vigorosa, dando la mejor protección.
"Nuestros hallazgos ponen de manifiesto los efectos protectores de realizar suficiente actividad física como estrategia de salud pública, con beneficios potenciales para reducir el riesgo de COVID-19 grave", afirman el doctor Antonio García-Hermoso, de la Universidad Pública de Navarra, Pamplona, España, y sus colegas.
"La actividad física regular parecía estar relacionada con un menor riesgo de infección por COVID-19, dice García-Hermosa. "Hay pruebas de que la actividad física regular podría contribuir a una respuesta inmunitaria más eficaz, proporcionando una mayor inmunidad protectora frente a las infecciones, lo que podría explicar la relación entre la constancia del ejercicio con la infección por COVID-19".
Los investigadores afirman que el ejercicio regular también puede contribuir a potenciar las respuestas antiinflamatorias del organismo, así como la aptitud cardiorrespiratoria y muscular, todo lo cual podría explicar sus efectos beneficiosos sobre la gravedad de la COVID-19.
"Espero que los resultados de nuestro estudio den a la gente una buena razón para ser físicamente activa. Todo el mundo puede beneficiarse de ser más activo, independientemente de la edad, el sexo o la capacidad física. Las personas que no suelen hacer ejercicio deberían entender que toda actividad física es beneficiosa... Puede realizarse como parte del trabajo, el deporte y el ocio o el transporte (caminar, ir en bicicleta), pero también a través del baile, el juego y las tareas domésticas cotidianas, como la jardinería y la limpieza", afirma García-Hermosa.
El estudio se publicó en línea el 22 de agosto en la revista British Journal of Sports Medicine.
¿Una fuerte protección contra el COVID?
Cada vez hay más pruebas que sugieren que el aumento de la actividad física puede regular el curso de la infección por COVID-19 y reducir el riesgo de malos resultados. El nuevo análisis es el primero que evalúa y agrupa sistemáticamente los datos sobre el efecto de la actividad física regular en los resultados del COVID-19.
Los resultados se basan en los datos de 16 estudios con más de 1,8 millones de adultos (53% mujeres, edad media de 53 años).
Los individuos que incluyeron la actividad física regular en su rutina semanal tuvieron un riesgo 11% menor de infección por el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. ,
También tenían un 36% menos de riesgo de ser hospitalizados, un 44% menos de riesgo de enfermedad grave por COVID-19 y un 43% menos de riesgo de morir por COVID-19 que sus compañeros inactivos.
El mayor efecto protector se produce con el equivalente a 150 minutos de actividad física de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa a la semana, sin que se produzcan beneficios adicionales más allá de este nivel.
Aunque el estudio tenía algunas limitaciones -el análisis incluía estudios observacionales y diseños de estudio diferentes, por ejemplo-, los investigadores afirman que sus hallazgos "pueden ayudar a orientar a los médicos y a los responsables de las políticas sanitarias a la hora de hacer recomendaciones y elaborar directrices con respecto al grado de actividad física que puede ayudar a reducir el riesgo de infectividad, hospitalización, gravedad y mortalidad del COVID-19 tanto a nivel individual como poblacional, especialmente en pacientes de alto riesgo."
Útil pero no una cura para todo
El Dr. Sean Heffron, cardiólogo preventivo y profesor adjunto de medicina de la NYU Langone Health de Nueva York, afirma que el estudio "respalda la asociación no lineal bien establecida del aumento de la actividad física con los resultados adversos de una serie de enfermedades, incluidas las infecciosas, como la COVID-19".
La observación no es especialmente sorprendente, afirma.
"Es como se sospecha. Recopilaron datos de un gran número de estudios publicados en los últimos años, todos ellos con resultados coherentes", afirma Heffron.
"Desde el punto de vista de la salud pública, la conclusión es que la actividad física mejora la salud de muchas maneras. Dicho esto, no es una [cura para todo], por lo que las medidas adicionales (enmascaramiento, vacunas, etc.) son importantes para todos", afirma.
El doctor Joseph Herrera, jefe del Departamento de Rehabilitación del Sistema de Salud Mount Sinai de Nueva York, también opina que "si uno está en forma, su cuerpo es más resistente y está mejor preparado para afrontar los factores de estrés del COVID o de cualquier otra enfermedad".
Pero por ahora, la cuestión de si la aptitud física es realmente protectora contra el COVID sigue sin estar clara.
"Ahora mismo no estoy seguro", dice Herrera.
Dice que ha visto a atletas de deportes profesionales -incluyendo la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) y la Liga Mayor de Béisbol (MLB)- y que algunos de ellos han tenido COVID durante mucho tiempo y no han vuelto a jugar. "Se trata de atletas en la cima de su forma física y de su carrera".
No obstante, Herrera dice que un buen mensaje de salud pública en general es mantenerse en forma o ponerse en forma.
"Eso es algo que predico siempre", dice.
García-Hermosa está de acuerdo. "A diferencia de la gran mayoría de los fármacos, el ejercicio no tiene efectos adversos. Es hora de considerar el ejercicio como una medicina. Nunca es tarde para empezar a ser físicamente activo".