El estudio de la anatomía humana se remonta a miles de años atrás, a los romanos y griegos. Se considera que Herófilo, el anatomista griego, fue el primero en tomar un bisturí de la piel para ver cómo funciona nuestro cuerpo. Eso fue alrededor del año 300 a.C., más o menos una década o dos.
Con todo ese tiempo hurgando en el cuerpo humano, se podría pensar que tenemos una idea decente de lo que hay y lo que no hay. Por eso es tan fascinante el descubrimiento de lo que algunos científicos llaman un órgano no reconocido hasta ahora.
En un nuevo estudio, los investigadores afirman que el intersticio -espacios llenos de líquido en los tejidos que están conectados por todo el cuerpo- debería considerarse un nuevo "órgano" y que estos espacios podrían desempeñar un papel importante en gran parte de lo que ocurre en tu cuerpo.
¿Qué es?
Los expertos han pensado durante mucho tiempo que algunas partes del cuerpo (como la piel, las venas y las arterias, y el revestimiento alrededor de los músculos) contienen paredes de colágeno, el principal componente del tejido conectivo. Sin embargo, como señala el nuevo estudio, esas "paredes" no son en absoluto paredes. En su lugar, son espacios llenos de líquido que simplemente se apoyan en el colágeno. Esos espacios son el intersticio.
Este nuevo "órgano" -todavía no está reconocido oficialmente como tal- actúa como una especie de amortiguador del cuerpo, dicen los investigadores. Los científicos encontraron el intersticio en el tejido de los pulmones y la aorta, el tracto digestivo y la vejiga, en la piel y en muchos otros lugares, todos ellos que se expanden y contraen, donde un "amortiguador" es importante para proteger el tejido.
Esta "autopista" de espacios interconectados llenos de líquido en movimiento -el intersticio- podría explicar también cómo se propaga el cáncer. Según el estudio, la nueva red es el lugar de donde procede la linfa. La linfa es el fluido que las células inmunitarias necesitan para funcionar bien.
¿Dónde ha estado?
Los científicos conocen el intersticio desde hace mucho tiempo. Pero según el estudio, pensaban que era mucho más denso, casi sólido. Eso se debe a que la forma en que lo observaban -cortarlo en portaobjetos fijos y verlo al microscopio- drenaba todo el líquido de los espacios.
Un nuevo método para observarlo dentro del tejido vivo, llamado endomicroscopía láser confocal basada en sondas, permite a los investigadores ver estos espacios llenos. El hecho de que estén conectados plantea la posibilidad de que el muestreo del fluido en esos espacios pueda ayudar a los expertos a examinar la propagación de enfermedades.
Se reconozca o no como un órgano oficial, la investigación sugiere la importancia del intersticio y la necesidad de seguir estudiando cómo funcionan estos espacios.