Neumotórax es el término médico para referirse a un colapso pulmonar que se produce cuando el aire se escapa fuera del pulmón y crea presión. Es una afección poco frecuente, pero requiere atención médica inmediata. Aunque esta afección puede afectar a una persona de cualquier edad, a continuación se ofrece un rápido vistazo a los síntomas, las causas, el diagnóstico y los tratamientos del neumotórax en los niños.
Qué es un neumotórax?
Un neumotórax es una fuga de aire de los pulmones hacia el espacio pleural, que es el espacio entre los pulmones y el tórax. El aire que se filtra en el espacio pleural presiona el pulmón y puede provocar su colapso.
Un neumotórax puede empezar rápida o lentamente. Suele producirse en los niños a las 24 o 36 horas de su nacimiento. La gravedad del neumotórax depende de su localización, velocidad y tamaño.
Los niños pueden sufrir diferentes tipos de neumotórax, entre ellos
Neumotórax espontáneo primario. En un neumotórax espontáneo primario, un punto débil en la superficie de los pulmones se rompe y provoca una fuga de aire.
Neumotórax espontáneo secundario. Un neumotórax espontáneo secundario es más frecuente en niños con afecciones pulmonares, como la fibrosis quística y el asma.
Neumotórax traumático. Un neumotórax traumático se produce cuando una lesión daña los pulmones y provoca una fuga. Lesiones como una caída, un accidente de coche, un golpe o la rotura de una costilla pueden causar este tipo de neumotórax.
Neumotórax iatrogénico. Algunos procedimientos médicos, como la colocación de una gran vía intravenosa en el pecho o el cuello o la ventilación mecánica, pueden causar un neumotórax iatrogénico. Los bebés que nacen con una enfermedad pulmonar pueden ser conectados a un ventilador mecánico para ayudarles a respirar y tienen el mayor riesgo de sufrir un neumotórax.
Otras causas de neumotórax en los niños
Algunas otras condiciones de salud también pueden causar neumotórax. La aspiración de meconio se produce cuando un recién nacido respira una mezcla de meconio, sus primeras heces, y líquido amniótico. Esto puede provocar un neumotórax.
Los niños con ciertas condiciones de salud tienen un mayor riesgo de neumotórax. Entre ellos están los niños cuyos tejidos pulmonares son débiles y los que padecen enfermedades pulmonares como el síndrome de dificultad respiratoria.
Síntomas de un neumotórax
Los síntomas de un neumotórax difieren de un niño a otro, pero algunos de los más comunes son:
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Aleteo de las fosas nasales
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Hundimiento de la piel alrededor de las costillas cuando el niño respira
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Respiración rápida
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Inquietud
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Gruñidos
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Piel pálida o azulada (causada por la falta de oxígeno)
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Dolor agudo en el pecho que puede extenderse a los hombros y la espalda
Si su hijo tiene alguno de estos síntomas, es importante que consulte a un profesional sanitario lo antes posible. Aunque su hijo no tenga un neumotórax, muchos de estos síntomas también podrían indicar otras condiciones de salud. También es posible que su hijo tenga un neumotórax sin mostrar ningún síntoma visible.
Cómo se diagnostica un neumotórax?
El profesional sanitario puede comprobar los latidos del corazón y las funciones pulmonares de su hijo utilizando un estetoscopio y medir sus niveles de oxígeno. El proveedor de atención médica también puede examinar el historial médico de su hijo para obtener información relevante y recomendar pruebas que puedan mostrar si su hijo tiene un neumotórax. Se utilizan varias pruebas para el diagnóstico, entre ellas
Transiluminación. Un profesional sanitario suele realizar esta prueba en situaciones de emergencia. El profesional coloca una sonda de fibra óptica en la pared torácica de su hijo. El lado del pecho con la fuga aparecerá más brillante que el otro lado.
Radiografía de tórax. Las radiografías de tórax ofrecen al profesional sanitario una imagen clara de los tejidos, huesos y órganos internos de su hijo y muestran la presencia de aire en lugares donde no debería estar. Las radiografías de tórax también muestran si el pulmón se ha colapsado y si los órganos del tórax están fuera de su posición normal.
Tomografía computarizada (TC). Esta prueba utiliza una combinación de radiografías y escaneos por ordenador para obtener imágenes claras de los pulmones.
Cómo se trata un neumotórax?
El tratamiento del neumotórax depende de muchos factores, como los síntomas de su hijo, su edad y su estado de salud general.
En algunos casos, la fuga de aire no produce ninguna molestia y no causa ningún síntoma importante. En estos casos, la fuga puede mejorar con el tiempo sin ningún tratamiento. La zona que rodea a la fuga se cura, lo que impide que haya más fugas, y el cuerpo absorbe el aire que se ha filtrado de los pulmones.
En los casos más graves, su hijo puede ser ingresado en un hospital y pasar allí la noche en observación. Si la fuga necesita tratamiento, el profesional sanitario puede recomendar alguno de los siguientes.
Aspiración. Un profesional sanitario introduce una aguja en el espacio pleural entre las costillas para extraer el aire atrapado y devolver la respiración a la normalidad.
Colocación de un catéter. Un profesional sanitario introduce un tubo fino (catéter) en el espacio pleural. Conecta el otro extremo del tubo a un dispositivo de succión que elimina el aire atrapado y permite que los pulmones se expandan hasta alcanzar su tamaño normal. El médico puede dejar el tubo hasta que la fuga se cure por completo.
Cirugía. Un profesional sanitario recomendará la cirugía cuando ninguno de los métodos anteriores funcione o si su hijo ha tenido un neumotórax anterior. Un cirujano extirpa los puntos débiles de los pulmones (ampollas) o los cierra para evitar las fugas de aire de los pulmones. Las técnicas quirúrgicas también pueden engrosar la superficie de los pulmones y hacer que las futuras fugas sean menos probables.
Precauciones para el neumotórax
Aunque los tratamientos del neumotórax son eficaces, su hijo puede correr el riesgo de volver a sufrir un neumotórax en el futuro. Un neumotórax es una afección grave que puede incluso provocar un paro cardíaco o la muerte, y es importante saber cómo cuidarse para evitar que se repita. Es posible que su proveedor de atención médica le recomiende a su hijo que evite el buceo, los viajes en avión y otras actividades que podrían ejercer presión sobre sus pulmones y provocar otro neumotórax.
Si su hijo muestra algún síntoma de neumotórax, asegúrese de ponerse en contacto con su médico. Si los síntomas son graves, como la dificultad para respirar, su hijo puede necesitar atención médica inmediata.
