¿Qué hay que saber sobre el sarpullido por cloro?

El sarpullido por cloro puede producirse debido al cloro que se pone en las piscinas y jacuzzis para matar las bacterias. 

En este artículo, exploraremos los síntomas relacionados, las causas y los posibles medios de prevención.

Dónde se encuentra el cloro?

El cloro es un producto químico inorgánico que se utiliza para evitar el crecimiento de microorganismos en el agua de piscinas y jacuzzis. Suele añadirse en concentraciones extremadamente bajas para matar las bacterias y desinfectar el agua que utilizan varias personas.

Cuando se utiliza en concentraciones máximas, el cloro puede quemar la piel. Como la concentración de cloro que se encuentra en las piscinas es muy baja, normalmente sólo produce irritación de la piel cuando hay contacto durante mucho tiempo.

Se supone que la concentración de cloro en las piscinas se mantiene en niveles inofensivos para la población en general, pero puede causar irritación en algunos casos.

Qué es una erupción de cloro?

Cuando las personas que son sensibles al cloro entran en contacto con él, pueden tener una piel roja que pica. En algunos casos, también pueden tener urticaria (bultos en la piel).

Esto se llama dermatitis irritante y es muy similar a una quemadura química.

Hay que tener en cuenta que esta reacción a la sustancia química no está mediada por el sistema inmunitario. Esto significa que no es una reacción desencadenada por el sistema inmunitario, sino que es sólo un efecto del producto químico en su piel debido a su sensibilidad.

Esta reacción se observa sobre todo en personas que están constantemente en la piscina, como socorristas, limpiadores profesionales y nadadores que han pasado más de 1.000 horas en la piscina.

El cloro también reseca la piel y puede irritar los casos existentes de dermatitis. Puede agravar las alergias existentes al aumentar la sensibilidad de las vías respiratorias.

Otro factor que contribuye a aumentar la sensibilidad es la presencia de productos de limpieza en el agua, que pueden contener sustancias químicas que afectan al sistema respiratorio.

Las investigaciones han demostrado que pasar más tiempo en las piscinas, especialmente en las que contienen agua clorada, conduce a un mayor riesgo de asma y otras alergias respiratorias en adolescentes y adultos.

Dicho esto, ha habido muchos casos en los que las personas que han declarado tener sensibilidad al cloro han llegado a alcanzar grandes cotas en la piscina. Algunos de los ejemplos más brillantes son la medallista de oro olímpica estadounidense Amy Van Dyken y el cinco veces medallista de oro australiano Ian Thorpe.

Qué causa el sarpullido por cloro?

Algunas personas pueden sufrir una erupción tras entrar en contacto con el cloro del agua. Aunque no se puede ser alérgico al cloro, la piel puede ser más sensible a este producto químico que otras, por lo que puede aparecer una erupción.

La gravedad de la erupción viene determinada por la concentración específica del producto químico y también por la sensibilidad de la persona que ha entrado en contacto con él. Otros factores ambientales, como el nivel de humedad y la temperatura, también afectan a la intensidad de la erupción.

Por lo general, se cree que los casos de sarpullido por cloro disminuyen cuando se reduce el contacto con el cloro. Por otro lado, la sensibilidad puede aumentar si se incrementa la concentración de cloro en la piscina o el jacuzzi.

Los responsables del mantenimiento de la piscina suelen aumentar la concentración de cloro en respuesta a problemas de salud pública, como un brote de gripe porcina o el aumento de los niveles de E. coli en el agua. En esos momentos, es mejor cambiar a piscinas donde los niveles de cloro son más bajos.

Una cosa buena es que las erupciones causadas por el cloro no son contagiosas, por lo que, aunque te toque una, no puedes contagiar a otra persona.

Síntomas de una erupción por cloro

Si su piel es sensible al cloro, puede presentar alguno de los siguientes síntomas:

  • Enrojecimiento de la piel

  • Piel sensible

  • Inflamación de la piel

  • Picor donde el cloro ha entrado en contacto con su piel

  • Lesiones (heridas en la piel) 

  • Piel escamosa o costras en la piel

Si tiene asma, rinitis alérgica u otras afecciones pulmonares, como la bronconeumonía inducida por el ejercicio (EIB), también puede experimentar algunos de los siguientes síntomas:

  • Problemas respiratorios

  • Una sensación de opresión en el pecho

  • Goteo o congestión nasal

  • Estornudos frecuentes

  • Tos frecuente, especialmente cuando se ríe, duerme o hace ejercicio

  • Picor

  • Sibilancias persistentes, con un ruido estridente parecido a un silbido

Diagnóstico y tratamiento de la erupción por cloro

Si se siente incómodo en el agua que contiene cloro, consulte a su médico o a un alergólogo. Es posible que le pidan que realice algunas pruebas para comprobar sus síntomas y determinar el siguiente curso de acción.

Si notas que tu piel reacciona al cloro, lo primero que debes hacer es lavar la zona con agua limpia que no contenga cloro para eliminar las sustancias químicas a las que tu piel es sensible.

También es posible que su médico le recete un corticosteroide para tratar la zona afectada. En algunos casos en los que se forma urticaria en la piel, los médicos también pueden recetar antihistamínicos. Si tiene antecedentes de asma, rinitis alérgica o BIE, informe a su médico o alergólogo antes de meterse en agua que contenga cloro.

Si tiene asma, puede notar que cuando se mete en una piscina o bañera de hidromasaje con agua clorada y respira profundamente, tiene una sensación de ardor en los pulmones. Debe informar a su médico de estos sucesos.

Cómo manejar la sensibilidad al cloro

Si crees que has desarrollado una sensibilidad o una alergia al cloro, hay algunas cosas que puedes hacer para limitar su impacto y seguir nadando.

Pregunte al operador de su piscina sobre cómo gestionan la piscina y los niveles de cloro que mantienen. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las piscinas públicas deben mantener un nivel de pH entre 7,2 y 8 en una escala de 1 a 14.

Cuanto menor sea el pH, mayor será la acidez. Un pH cercano a 7 significa que la piscina es neutra y menos reactiva. Los CDC también recomiendan mantener la concentración de cloro libre en una parte por millón en las piscinas y en tres partes por millón en los jacuzzis y spas.

Muchas piscinas piden a los bañistas que se duchen antes de entrar en ellas. Aunque esta medida tiene por objeto mantener la higiene de la piscina, puede ser mejor ducharse después de haber terminado de nadar.

Ducharse después de terminar de nadar eliminará cualquier rastro de productos químicos y evitará que se sequen en la piel.

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