Prolapso uretral: Síntomas, causas y tratamiento

El prolapso uretral, también conocido como uretrocele, es una afección muy poco frecuente que se da sobre todo en niñas prepúberes. La probabilidad de que se produzca esta afección es de aproximadamente 1 de cada 5.000 niñas. El prolapso uretral se produce cuando la uretra sobresale del orificio urinario y no pone en peligro la vida. Se ha registrado en varios países del mundo, pero su rareza suele llevar a un diagnóstico erróneo y, por tanto, a un retraso en el tratamiento. 

Qué es el prolapso uretral?

El prolapso uretral es una afección en la que el revestimiento interno de la uretra sobresale del orificio urinario. La uretra es un órgano con forma de tubo que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. En las mujeres, la uretra es corta y se extiende desde la vejiga hasta la parte delantera de la vagina. Cuando el revestimiento interno de la uretra sobresale, tiene el aspecto de un donut rosa de tamaño superior al normal.

El prolapso uretral sólo se produce en mujeres y es más frecuente en chicas jóvenes antes de la pubertad y en mujeres caucásicas posmenopáusicas. La afección se ha diagnosticado en niñas de entre 5 días y 11 años. Las niñas afroamericanas e hispanas tienen más probabilidades de sufrir un prolapso uretral. 

El prolapso uretral es un tipo de lesión uretral benigna, o no cancerosa, en las niñas. Es diferente de las carúnculas uretrales, una condición en la que masas pedunculadas, o polipoides, cuelgan de parte de la abertura uretral.

Cuáles son las causas del prolapso uretral?

Se desconocen las causas del prolapso uretral, pero los factores de riesgo son la predisposición genética, la tos crónica, el estreñimiento y la infección del tracto urinario (ITU), así como el aumento de peso. Todos estos factores aumentan la presión en el interior del abdomen, lo que puede provocar un prolapso uretral. Otros factores que contribuyen son la desnutrición, los traumatismos, el aumento de peso y el esfuerzo físico. 

También se cree que el prolapso uretral se produce cuando los tejidos que rodean la uretra son débiles o cuando los músculos de la misma no se conectan sólidamente a la piel de la uretra. Este es el caso más frecuente de las chicas antes de la pubertad, cuando sus niveles de estrógeno son bajos. Esta afección es más frecuente en las niñas afroamericanas prepúberes de 5 a 8 años. Menos de 1 de cada 10 casos se dan en niñas caucásicas.

Cuáles son los síntomas del prolapso uretral?

Casi el 10% de las personas que tienen un prolapso uretral no mostrarán ningún síntoma. Si hay síntomas de prolapso uretral, el más común es el sangrado vaginal y el manchado de sangre. La zona cercana a la protuberancia puede ser sensible para algunas personas, especialmente después de limpiarse después de orinar. 

Aparte de la irritación alrededor de la zona, el tejido prolapsado en sí no suele ser sensible, a menos que el prolapso uretral haya durado un tiempo y la protuberancia se hinche o se convierta en una llaga abierta. 

Algunas personas pueden experimentar dolor al orinar o dificultad para vaciar la vejiga, también conocido como síndrome de retención urinaria. La hematuria, o la presencia de sangre en la orina, es frecuente en las mujeres posmenopáusicas, pero no en las niñas prepúberes. 

Cómo se diagnostica el prolapso uretral?

Dado que muchas personas que sufren un prolapso uretral no muestran ningún síntoma, el diagnóstico puede retrasarse. Además, el prolapso uretral a veces se diagnostica erróneamente debido a la rareza de la afección. 

El prolapso uretral se detecta con mayor frecuencia durante los exámenes físicos rutinarios. El diagnóstico es esencialmente clínico, ya que se puede observar el tejido redondo rosado o violáceo que sobresale del orificio uretral. El urólogo puede solicitar una ecografía pélvica u observar el flujo de orina a través de la uretra prolapsada. Esto sirve para diagnosticar con mayor precisión la afección, ya que el prolapso uretral se diagnostica erróneamente como sangrado vaginal en 1 de cada 5 casos. 

Para diagnosticar el prolapso uretral también se puede utilizar un cistouretrograma miccional (VCUG). Un VCUG utiliza una tecnología especial de rayos X para ver el tracto urinario y la vejiga del niño. Es una prueba mínimamente invasiva que puede utilizarse para observar mejor el tejido uretral que sobresale. 

Cuáles son las opciones de tratamiento del prolapso uretral?

En los casos leves de prolapso uretral, puede no ser necesario ningún tratamiento. El tratamiento puede ir desde el conservador hasta el quirúrgico, dependiendo de la gravedad. El tratamiento del prolapso uretral incluye:

  • Crema de estrógenos. Suele ser el primer tipo de tratamiento que se utiliza. El uso de la crema de estrógenos puede provocar algunos efectos secundarios, como el desarrollo del vello púbico, el desarrollo de los senos y la irritación general. Los efectos secundarios pueden desaparecer después de dejar de usar la crema.

  • Vaselina. También puedes aplicar vaselina alrededor de la zona afectada para aliviar la irritación. La vaselina actúa como barrera para ayudar a aliviar parte de la sensibilidad resultante del prolapso uretral. 

  • Baños de asiento. Puedes sentarte en un baño de asiento caliente y poco profundo durante 15 o 20 minutos para calmar la zona del prolapso uretral y mantenerla limpia para ayudar a la curación. 

  • Antibióticos. En los casos en los que el prolapso uretral puede estar causado por una infección vaginal o del tracto urinario, tomar antibióticos puede combatir la infección y ayudar a la curación. 

  • Cirugía. En los casos en los que los síntomas siguen sin desaparecer después de probar los otros tratamientos, puede ser necesaria la cirugía para extraer el tejido prolapsado. Después, se sutura la membrana para evitar que la protrusión vuelva a producirse. Es posible que se coloque una sonda urinaria dentro de la vejiga antes de la cirugía para ayudar a drenar la orina de la vejiga. La sonda puede retirarse al cabo de uno o dos días. Es posible que los primeros días después de la operación se produzcan manchas de sangre o dolor al orinar, pero esto debería desaparecer pronto.

El tratamiento más habitual es aplicar primero una crema de estrógenos y utilizar baños de asiento durante dos semanas. En la mayoría de los casos, la afección debería desaparecer a las pocas semanas de tratamiento. Una protuberancia uretral de color azulado o violáceo y sensible suele indicar que es necesario operar.

La comida para llevar

El prolapso uretral es una afección poco frecuente que no pone en peligro la vida y que, por lo general, es sencilla de tratar una vez que se diagnostica. La afección es más común en niñas prepúberes y mujeres posmenopáusicas. Las niñas afroamericanas e hispanas tienen más riesgo de verse afectadas por el prolapso uretral. No se conocen las causas, pero los factores de riesgo son los rasgos familiares, la tos crónica, los traumatismos, el estreñimiento, las infecciones vaginales y del tracto urinario (ITU) y el aumento de peso. El prolapso uretral puede ser irritante, pero no suele afectar demasiado a la salud general. La mayoría de los tratamientos no son invasivos, y la cirugía sólo es necesaria en los casos más graves. 

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