Terapias para el Alzheimer: Estimulación cerebral

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia. La demencia se produce cuando se pierde la memoria, la capacidad de resolver problemas, el lenguaje y otras habilidades relacionadas con la forma de pensar, hasta el punto de que la vida cotidiana se ve alterada.

El mayor factor de riesgo del Alzheimer es el envejecimiento. Los fármacos utilizados para tratar el Alzheimer alivian un poco los síntomas de algunas personas que lo padecen. Pero no detienen su inevitable progreso. Por ello, los investigadores están estudiando nuevas terapias que puedan ralentizar la progresión.

Dos terapias que se están estudiando son la estimulación magnética transcraneal y la estimulación cerebral profunda. Las terapias de estimulación cerebral utilizan la electricidad para "encender" o "apagar" cierta actividad en el cerebro.

Estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr)

Qué es y cómo funciona?

La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una de las terapias más recientes para las personas con la enfermedad de Alzheimer. Utiliza un imán para activar una parte del cerebro. La terapia se realiza en sesiones diarias cinco veces por semana, por lo que se denomina EMT "repetitiva" o EMTr.

Las sesiones de EMTr se realizan durante 4-6 semanas. Las sesiones no son invasivas (es decir, no requieren cirugía) y pueden realizarse en la consulta del médico o en una clínica, sin anestesia. Se coloca una bobina electromagnética contra la cabeza. Se enciende y apaga repetidamente, produciendo pulsos. Cada pulso produce un chasquido que dura unos segundos. Sentirá unos golpecitos en la frente.

No se sabe exactamente cómo funciona la EMTr en personas con Alzheimer. Los investigadores creen que este tipo de estimulación cerebral puede acelerar o ralentizar la actividad cerebral de forma que mejore los problemas cognitivos.

¿Cuál es su eficacia?

La eficacia potencial de la EMTr depende del tipo de estimulación y de cómo se administre. Por ejemplo, la estimulación puede ser de baja o alta frecuencia. Puede realizarse a un ritmo regular o a un ritmo "pautado" que imite tipos específicos de actividad cerebral.

La estimulación de baja frecuencia parece ralentizar la actividad cerebral. La estimulación de alta frecuencia parece aumentarla. Otros factores que influyen en su eficacia son la zona del cerebro a la que se dirige y la distancia de la estimulación a esa zona. También puede influir el hecho de que la persona con Alzheimer tome determinados medicamentos.

Los investigadores han probado la terapia de EMTr para el Alzheimer desde 2012. La eficacia se mide de diferentes maneras, incluyendo la mejora de los estados mentales, la capacidad de realizar actividades cotidianas y el reconocimiento. En general, la estimulación de alta frecuencia es más eficaz para quienes padecen demencia leve que para los casos graves. En algunos casos, las mejoras en la función cognitiva se producen inmediatamente después de la EMTr. Pero pueden tardar hasta 6 semanas en aparecer. Estos beneficios pueden durar 3 meses o incluso más. Los estudios sugieren que la respuesta de una persona a la EMTr puede depender de la frecuencia con que reciba la estimulación y de la cantidad de pérdida de memoria que tenga al principio. Un estudio también sugiere que las personas con demencia muy grave que recibieron EMTr no mostraron ninguna mejora, independientemente de la frecuencia con la que la recibieron.

La EMTr se combina a veces con el entrenamiento cognitivo. A veces se denomina "entrenamiento cerebral". Consiste en ejercicios y actividades guiadas para mejorar el funcionamiento del cerebro. El entrenamiento puede realizarse al mismo tiempo que la EMTr o 6 semanas después. Cuando el entrenamiento cognitivo se relaciona con la misma región del cerebro a la que se dirige la EMTr, ciertas actividades cerebrales pueden mejorar en 6 semanas y continuar hasta 4 meses y medio después. El tratamiento combinado es más eficaz en quienes padecen Alzheimer de leve a moderado.

La FDA aprobó la EMTr en 2008 para la depresión difícil de tratar. Hasta la mitad de las personas con Alzheimer tienen depresión. Y es probable que otros tengan síntomas de depresión. Eso hace que sea difícil saber exactamente qué efectos de la EMTr en el Alzheimer están relacionados con el tratamiento de la depresión.

La escasa cantidad de investigaciones sobre el uso de la EMTr para el Alzheimer hace que sea algo difícil predecir su eficacia. Por ejemplo, algunas personas pueden mejorar al realizar una prueba específica (para determinar si la terapia es efectiva) repetidamente y no como resultado de la EMTr en sí.

¿Cuáles son los efectos secundarios, las complicaciones y las perspectivas?

Efectos secundarios: El lugar de su cabeza más cercano al imán podría sentirse incómodo. Podría sentir un hormigueo en la mandíbula, el cuero cabelludo o la cara. Puede tener dolor de cabeza o mareos. Un efecto secundario grave pero poco frecuente de la EMTr es la convulsión. Y no se sabe mucho sobre la posibilidad de efectos secundarios a largo plazo.

Complicaciones. La estimulación de alta frecuencia es el tipo de EMTr más estudiado. Produce buenos resultados en casos leves de Alzheimer. Sin embargo, algunos investigadores se preguntan si esta misma estimulación de alta frecuencia podría también provocar el empeoramiento del Alzheimer. Se necesitan más investigaciones sobre esta cuestión y otras.

Perspectivas. Una revisión de 2022 de la investigación mostró que las personas con Alzheimer que fueron tratadas con EMTr mejoraron su función cognitiva en comparación con las que no lo fueron. Pero no hubo efectos en su atención, lenguaje, memoria y función ejecutiva (cosas como organizarse, priorizar, concentrarse en las tareas hasta que se terminen y mantener un control de las emociones).

En 2019, un panel de la FDA rechazó un dispositivo de estimulación cerebral (que está aprobado para tratar el Alzheimer en Europa, Australia e Israel) que combina la EMTr con el entrenamiento cognitivo para mejorar la función de la memoria en la etapa inicial del Alzheimer. El grupo de expertos afirmó que, aunque la EMTr puede ser beneficiosa para tratar el Alzheimer, se necesitan mejores ensayos clínicos.

Estimulación cerebral profunda

Qué es y cómo funciona?

A diferencia de la EMTr, la estimulación cerebral profunda (ECP) es invasiva. Eso significa que requiere una cirugía cerebral. Durante el procedimiento, se implantan un par de electrodos en el cerebro. En el pecho se implantan pequeños generadores que controlan los electrodos.

Se le hará una resonancia magnética de la cabeza y el cerebro. Estará despierto durante el procedimiento, con un anestésico local para adormecer la cabeza (el cerebro no siente dolor). A continuación, el cirujano te hará dos agujeros en la cabeza y utilizará las imágenes de la resonancia magnética para colocar los electrodos en el lugar adecuado. A continuación, te pondrán anestesia general (te dormirán) para que el cirujano pueda implantar los generadores y los cables que los conectan a los electrodos. Después de la operación, la estimulación cerebral es continua. El médico personalizará la frecuencia de la estimulación y su intensidad.

La estimulación cerebral profunda se utilizó por primera vez para reducir los temblores, la rigidez y los movimientos incontrolables de la enfermedad de Parkinson. Los investigadores empezaron a estudiar su uso en el Alzheimer después de que la memoria de una paciente mejorara cuando recibió un tratamiento de ECP para la obesidad.

Desde entonces, las personas con Alzheimer tratadas con ECP han obtenido resultados positivos. Los investigadores todavía están tratando de averiguar la mejor manera de utilizar la ECP para el Alzheimer, incluyendo qué partes del cerebro deben ser estimuladas, la intensidad de la estimulación y la duración de la misma.

Cuando se utiliza la ECP para la enfermedad de Alzheimer, se dirige a zonas del cerebro que incluyen importantes vías neuronales, como:

  • VC/VS (cápsula ventral/estriado ventral), que participa en la cognición (pensamiento, lógica y memoria) y en el comportamiento

  • ILN (núcleo talámico intralaminar), una parte importante de la función cognitiva

  • MTN (núcleos talámicos de la línea media), que interviene en la memoria

  • NBM (núcleo basal de Meynert), parte de una importante vía relacionada con la cognición y la memoria

Los investigadores no saben exactamente cómo funciona la ECP para tratar el Alzheimer. Una teoría es que la estimulación ayuda a equilibrar las redes nerviosas que pueden haberse desincronizado. Otra teoría es que la ECP restablece los movimientos nerviosos inestables. Otra teoría es que la ECP reduce los niveles de placas tóxicas para los nervios en zonas clave del cerebro.

¿Cuál es su eficacia?

Los primeros estudios muestran que la ECP es un tratamiento prometedor. Su eficacia depende del estadio de la enfermedad y del plan de tratamiento específico (zona del cerebro a la que se dirige, frecuencia de estimulación, etc.).

En general, la ECP es más eficaz cuando se utiliza en la fase inicial de la enfermedad de Alzheimer. Las personas con Alzheimer de inicio tardío obtienen un pequeño beneficio de la ECP, ya que parece que su deterioro es más lento. Las personas con Alzheimer de inicio temprano (diagnosticadas antes de los 65 años) no muestran ningún beneficio.

¿Cuáles son las posibles complicaciones, los efectos secundarios y las perspectivas?

Complicaciones. Las complicaciones de la cirugía incluyen hemorragias, infecciones y fallos del hardware. Otras complicaciones están relacionadas con la intensidad de la tensión. Entre ellas están:

  • Inquietud

  • Calidez

  • Flushing

  • Sudoración

  • Un aumento de la presión arterial

  • Un ritmo cardíaco más rápido

Encontrar la mejor frecuencia de estimulación (que puede variar según la persona y el tratamiento) puede ayudar a aliviar los efectos secundarios.

Los efectos secundarios de la ECP incluyen:

  • Infección

  • Hemorragia en el cerebro o derrame cerebral

  • Confusión

  • Mareo

  • Cambios de humor

  • Problemas para dormir

En un estudio sobre la ECP para el Alzheimer, algunas personas sufrieron caídas, convulsiones y desmayos. Todos esos efectos secundarios son similares a los que se pueden tener con ciertos medicamentos para el Alzheimer.

En el mayor ensayo clínico de ECP para el Alzheimer, más de la mitad de las personas tuvieron efectos secundarios que no se consideraron graves. Algunos efectos secundarios pueden aparecer y luego desaparecer, como el dolor de cabeza, la diarrea, los vómitos y el hormigueo. Muchos efectos negativos mejoran a medida que pasa el tiempo después de la intervención. No hubo efectos negativos a largo plazo. Pero otro estudio sí informó de efectos negativos a largo plazo.

Perspectivas. El tratamiento con ECP para el Alzheimer parece prometedor, pero aún queda mucho por aprender. Muchos de los estudios realizados hasta ahora tienen limitaciones, y la ECP es una técnica invasiva con riesgos.

Ensayos clínicos:

Para obtener más información sobre los ensayos clínicos del tratamiento de estimulación cerebral para el Alzheimer, consulte Brain Stimulation Therapies en clinicaltrials.gov.

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