Micosis Fungoide: Síntomas, diagnóstico y tratamiento

Por Regina Boyle Wheeler

A veces, una erupción roja es algo más que un molesto problema cutáneo. Puede ser un signo de enfermedad, incluido un cáncer de sangre con un gran nombre: micosis fungoide.

Esta enfermedad, también conocida como síndrome de Alibert-Bazin o linfoma cutáneo de células T, es poco frecuente. Se produce cuando los glóbulos blancos llamados células T crecen de forma descontrolada y pasan de la sangre a la piel. Esto provoca la erupción, que puede producir picor.

Cuando los linfocitos T cancerosos se encuentran tanto en la sangre como en la piel, se denomina síndrome de Sézary. No está claro si el síndrome de Sézary es una forma avanzada de micosis fungoide o algo diferente.

Los médicos no saben qué causa la micosis fungoide. Podría estar relacionada con un virus, la exposición a una sustancia química o los genes.

Puede aparecer a cualquier edad, pero la mayoría de las personas la contraen a los 50 o 60 años. Los hombres tienen dos veces más probabilidades de padecerla que las mujeres.

Síntomas

La micosis fungoide suele desarrollarse lentamente y pasar por cuatro fases. Pero no todo el mundo pasa por todas ellas:

  • Primera fase: Una erupción roja y escamosa, normalmente en zonas a las que no llega la luz del sol, como el trasero; en esta fase no hay otros síntomas y puede durar meses o incluso años.

  • Segunda fase:

     

    Un sarpullido rojo y delgado que se parece a los parches

  • Tercera fase:

     

    Pequeñas protuberancias elevadas o placas duras que pueden ser rojas

  • Cuarta fase:

     

    Tumores o protuberancias que pueden parecer hongos; pueden abrirse e infectarse.

Puedes tener parches, placas y tumores al mismo tiempo. Pero la mayoría de las personas que tienen micosis fungoide desde hace muchos años sólo tienen los dos primeros.

¿Se propaga?

No suele ir más allá de la piel. Muchas personas llevan una vida normal mientras se trata la erupción. Sin embargo, en el 10% de las personas, el cáncer se extiende a los ganglios linfáticos o a otros órganos, lo que puede ser grave.

Algunas personas también desarrollan el síndrome de Sézary. Las células cancerosas se encuentran en la sangre y casi toda la piel se ve afectada. Puede parecer que tienes una quemadura de sol, y tu piel puede picar como una loca. El síndrome de Sézary crece y se extiende rápidamente y es más difícil de tratar que la micosis fungoide.

Diagnóstico

Puede ser difícil para su médico saber con seguridad que usted tiene micosis fungoide. Las manchas o placas pueden parecerse a un eczema, una psoriasis u otro problema cutáneo común. Es posible tenerla durante años antes de recibir el diagnóstico correcto.

Su médico le tomará una pequeña muestra de piel -una biopsia- y la pondrá bajo el microscopio para buscar signos del cáncer. Es posible que necesites varias biopsias para confirmarlo.

Tratamiento

La micosis fungoide rara vez se cura, pero algunas personas permanecen en remisión durante mucho tiempo. En las primeras fases, suele tratarse con medicamentos o terapias que se dirigen sólo a la piel. Su médico puede utilizar más de un enfoque:

Cremas, geles o lociones:

Incluyen corticosteroides, medicamentos con vitamina A llamados retinoides y fármacos de quimioterapia que se extienden sobre la piel. Pueden eliminar el sarpullido, controlar el cáncer y eliminar el picor.

Fototerapia:

En ella se utilizan rayos de luz ultravioleta para curar la piel. A veces, se toma previamente un medicamento que hace que las células T sean más sensibles a la luz.

Radiación:

La radiación de haz de electrones funciona bien contra la micosis fungoide. Utiliza partículas muy diminutas cargadas eléctricamente (electrones) para atacar y eliminar las células cancerosas. Este tipo de radiación sólo entra en las capas superiores de la piel, por lo que los tejidos y órganos más profundos están a salvo. Se administra de dos maneras:

  • Radiación total de la piel: Todo su cuerpo puede necesitarla si tiene manchas de micosis fungoide en muchos lugares.

  • Tratamiento puntual: Si sólo tiene unos pocos puntos problemáticos, la radiación puede dirigirse sólo a esas zonas. Suele utilizarse cuando otras terapias no han funcionado.

Si su cáncer está más avanzado, su médico puede sugerirle terapias para todo el cuerpo. Estas incluyen:

Quimioterapia: Fármacos potentes dirigidos al cáncer y a otras células que se dividen rápidamente.

Terapia dirigida y biológica: Algunos fármacos identifican y atacan partes específicas de las células cancerosas. Otros refuerzan el sistema inmunitario para combatirlas.

Píldoras de retinoides: Cambian la forma en que las células cancerosas crecen y maduran.

Fotoféresis: Esta terapia utiliza luz ultravioleta para tratar las células cancerosas en la sangre. Es como donar sangre, pero en lugar de ir a una bolsa de recogida, la sangre va a una máquina especial que extrae las células T. Se tratan con un fármaco y luego se exponen a los rayos UV. Las células se mezclan de nuevo con el resto de la sangre y se devuelven al cuerpo. Esto se suele utilizar para tratar casos avanzados de micosis fungoide y síndrome de Sézary. Los médicos creen que funciona eliminando algunas células cancerosas y potenciando el ataque inmunitario del organismo contra otras.

Vivir con micosis fungoide

Este cáncer puede hacer que tu piel esté muy seca y te pique. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer:

  • Toma baños o duchas cortas y tibias. Los largos y calientes pueden empeorar la sequedad y el picor.

  • Sécate la piel a golpecitos... no la frotes.

  • Utiliza una crema hidratante para la piel sin perfume después del baño para que la humedad se fije.

  • Poner una compresa fría en las zonas que pican mucho.

La Fundación del Linfoma Cutáneo tiene una comunidad en línea que puede ofrecer más consejos y apoyo.

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