Impétigo
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Los niños pequeños suelen contraer esta infección bacteriana en la cara y las manos en verano. Las llagas comienzan rojas y húmedas, y luego forman una costra de color miel. Se contagia fácilmente por el tacto, ya sea por las llagas directamente o por los objetos que han tocado, como la ropa y los juguetes. Las cremas antibióticas, los antibióticos orales, la cobertura de las llagas y la limpieza a fondo pueden detener el contagio. Para ayudar a prevenirla, lava inmediatamente cualquier rotura de la piel: rasguños, cortes y picaduras de insectos. Mantén las uñas cortas y limpias.
Tiña
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No es un gusano en absoluto. Es un hongo que prospera en lugares húmedos y cálidos de tu cuerpo y sus alrededores: pelo, uñas, piel, suelos, paredes, ropa y toallas, para empezar. Las manchas en forma de anillo de la piel seca y con picor que provoca pueden arder y picar. La tiña es responsable del "pie de atleta" y la "tiña inguinal". Las cremas y pastillas antifúngicas ayudan a eliminarla, pero a veces vuelve a aparecer en el mismo sitio.
Molusco Contagioso
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Estas pequeñas protuberancias elevadas pueden aparecer en casi cualquier lugar, pero rara vez en las palmas de las manos o en la planta de los pies. Si te rascas o te frotas, puedes contagiar el virus a otros lugares de tu piel o a otra persona. También se transfiere a objetos como toallas y material deportivo. Los bultos suelen desaparecer en un año, pero pueden tardar hasta 4 años. Su médico puede eliminarlos si le molestan o si tiene un sistema inmunitario débil.
MRSA
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Una infección por este tipo de bacteria estafilocócica (Staphylococcus aureus) podría ser grave porque la mayoría de los antibióticos no pueden matarla, y podría extenderse a otras partes de tu cuerpo. Puede tener el aspecto de pequeñas llagas, grandes bultos o un corte hinchado con pus en su interior. Para evitar su contagio, lávate las manos con frecuencia, mantén los cortes y las llagas cubiertos, no compartas objetos personales como toallas y cuchillas de afeitar, y utiliza los ajustes más calientes de la lavadora y la secadora. El tratamiento suele consistir en un antibiótico recetado por el médico.
Varicela y herpes zóster
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Los puntos que pican, tu saliva e incluso el aire pueden contagiar el virus, así que quédate en casa hasta que las ampollas formen una costra. Aunque la varicela sólo se contrae una vez, el virus sigue vivo en el cuerpo. Puede reaparecer como culebrilla cuando seas mayor. No puedes contagiarte el herpes zóster de otra persona, pero ese sarpullido podría contagiar a alguien de varicela si no lo ha padecido. Hay vacunas para prevenir la varicela en niños y adultos, y una vacuna contra el herpes zóster para personas mayores de 50 años.
Foliculitis
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Cuando las bacterias o los hongos se desplazan por los pelos del cuerpo, pueden infectar las pequeñas bolsas, llamadas folículos, de las raíces. El resultado son protuberancias rojas, que pican, incluso dolorosas, o ampollas llenas de pus. La foliculitis se puede contraer por una lesión en la piel, por la cuchilla de afeitar, las toallas o las toallitas de una persona infectada, o incluso por un jacuzzi sucio. Si no desaparece por sí sola en un par de días, acude al médico.
Herpes labial
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Estas dolorosas "ampollas de fiebre" en el labio o la boca provienen del virus del herpes tipo 1 (VHS-1). La mayoría de las personas se contagian de niños por la saliva de alguien infectado. Las llagas suelen mejorar por sí solas, pero el médico puede recetar pastillas o cremas antivirales para ayudar a que se curen más rápido. Aun así, el virus permanece en tu cuerpo y podría causar brotes cuando estés enfermo, ansioso o demasiado cansado.
Sarna
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El ácaro del picor humano se introduce en la capa superior de tu piel. Tu cuerpo responde con granos que pican. Estos minúsculos bichos se propagan con facilidad en espacios habitados, al tocar la piel de otra persona, y a través de la ropa, las sábanas y los muebles. Tendrás que acudir a tu médico. Los medicamentos pueden eliminar los ácaros, aliviar el picor y eliminar una infección si la tienes. Puede tardar hasta 4 semanas, y es posible que tengas que repetir el tratamiento.
Enfermedad mano-pie-boca
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No todo el mundo tiene síntomas. Pero después de la fiebre y el dolor de garganta, podrían aparecer llagas en la boca que se convierten en ampollas, tal vez seguidas de manchas rojas en las palmas de las manos, las plantas de los pies y tal vez el trasero. Este virus suele afectar a los niños menores de 5 años, pero cualquiera puede contagiarse por la saliva, los mocos, las cacas o el líquido de las ampollas de una persona infectada. Los adultos que no se enferman podrían transmitir el virus, e incluso después de que los síntomas hayan desaparecido, podrías infectar a otros.
Hiedra venenosa
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Al igual que sus primos el roble venenoso y el zumaque venenoso, esta planta tiene una savia aceitosa (urushiol) que puede provocar una reacción alérgica. La erupción roja, hinchada y con picor puede volverse abultada y formar ampollas que supuran. Tu piel absorbe el urushiol rápidamente y no será contagiosa, pero las cosas que llevabas o usabas cuando tocaste la planta, como las herramientas de jardín, los zapatos y las pelotas de rebote, podrían propagar el aceite y causar una erupción en otra persona.
