En este artículo
La pubertad suele comenzar cuando los niños tienen entre 8 y 14 años. Los niños con pubertad precoz central (PPC) comienzan el proceso antes que sus compañeros: antes de los 8 años en las niñas, y a los 9 en los niños. En los chicos, el pene crece y la voz se hace más grave. Las niñas desarrollan los pechos y empiezan a tener la menstruación.
Ser el primero de sus amigos en entrar en la pubertad puede causar estrés y ansiedad. Como resultado, algunos niños tienen problemas con sus emociones y su comportamiento.
La pubertad precoz también afecta al crecimiento del niño. Al principio, los niños crecen más rápido que sus compañeros. Pero como sus huesos dejan de crecer antes de lo normal, pueden acabar siendo más bajos de lo que deberían.
La pubertad precoz central no siempre necesita tratamiento. Los niños que empiezan la pubertad cerca de la edad normal (7 u 8 años) pueden esperar, sobre todo si su pubertad avanza lentamente. Tendrán revisiones cada pocos meses para que su médico pueda ver cómo progresa la pubertad.
Los niños más pequeños pueden tomar medicamentos para ralentizar o detener la pubertad y mantener el ritmo de sus amigos. A veces, la pubertad precoz puede revertirse. Los tratamientos de la PPC también ayudan a los niños a crecer más alto.
Tratamientos hormonales
Cuando llega el momento de iniciar la pubertad, el cerebro del niño libera la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH). Esto indica a su hipófisis que libere otras dos hormonas: la hormona luteinizante (LH) y la hormona estimulante del folículo (FSH).
La LH y la FSH indican a los testículos de los niños que produzcan la hormona testosterona, y a los ovarios de las niñas que produzcan estrógeno. Estas hormonas sexuales provocan los cambios de la pubertad: vello corporal, acné, crecimiento, periodos menstruales en las chicas y una voz más grave en los chicos. En los niños con PPC, estas hormonas aparecen demasiado pronto.
Un grupo de medicamentos que tratan la pubertad precoz central son los agonistas de la GnRH. Impiden que la hipófisis produzca FSH y LH. El bloqueo de estas hormonas impide la liberación de testosterona y estrógenos, lo que retrasa o detiene la pubertad.
Ejemplos de agonistas de la GnRH son:
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Acetato de leuprolida (Lupron Depot)
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Triptorelina (Trelstar, Triptodur)
Estos medicamentos se presentan en forma de inyección que los niños reciben aproximadamente una vez al mes.
La histrelina (Supprelin LA, Vantas) es otro tratamiento hormonal. Se presenta como un implante que el médico coloca bajo la piel del brazo de su hijo con una pequeña cirugía. Cada implante libera lentamente el medicamento en el cuerpo de su hijo durante un año. Al final del año, el médico sustituye el antiguo implante por uno nuevo.
Cada pocos meses, el médico revisará a su hijo para asegurarse de que el tratamiento está funcionando y de que su pubertad se ha ralentizado o detenido. Los niños pueden dejar de tomar estos medicamentos una vez que alcanzan la edad en la que se supone que empieza la pubertad.
Tratar una causa subyacente
A menudo los médicos no saben qué causa la pubertad precoz. Pero cuando lo saben, pueden retrasar o detener el proceso con tratamientos como:
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Cirugía para extirpar un tumor que está liberando las hormonas que causan la pubertad precoz
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Esteroides y otros medicamentos para sustituir o bloquear las hormonas en niños con hiperplasia suprarrenal congénita, un grupo de trastornos que afectan a la cantidad de hormonas que las glándulas suprarrenales pueden producir
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Fármacos para detener la producción de estrógenos o testosterona en niños con síndrome de McCune-Albright (MAS), un trastorno que afecta a los tejidos que producen hormonas.
Terapia
Los niños que inician la pubertad antes de tiempo pueden tener un aspecto diferente al de sus compañeros, lo que puede hacer que se sientan cohibidos o que sufran acoso escolar. El hecho de que les crezcan los pechos, tengan su primera menstruación o tengan una voz grave antes que otros niños de su edad puede resultar molesto.
La avalancha de hormonas que se liberan durante la pubertad temprana puede hacer que los niños sean más malhumorados de lo que normalmente serían a su edad. Esas hormonas también pueden darles un impulso sexual antes de que estén emocionalmente preparados para el sexo.
Si tu hijo tiene estrés o ansiedad por la pubertad temprana, acude a un psicólogo o consejero. Un profesional de la salud mental puede enseñarle a su hijo formas de afrontar los cambios que se están produciendo en su cuerpo. Pídale al médico que trata la PPC de su hijo que le recomiende a alguien.
Asesoramiento genético
A veces la pubertad precoz central es hereditaria. Las alteraciones genéticas que pueden causar la PPC pasan de los padres a los hijos.
Si la pubertad precoz central se da en su familia, puede visitar a un consejero genético. El consejero puede explicarle las posibilidades de que su hijo tenga PPC y recomendarle pruebas genéticas para su hijo u otros miembros de su familia.
Ensayos clínicos
Los científicos buscan nuevas formas de tratar la pubertad precoz central en ensayos clínicos. Estos estudios prueban nuevos tipos de agonistas de la GnRH y otros fármacos para ver si son seguros y si funcionan mejor que los medicamentos actuales.
Un ensayo clínico puede ser una forma de que su hijo pruebe un nuevo tratamiento que aún no está disponible para todo el mundo. El médico de su hijo puede indicarle si uno de estos ensayos puede ser adecuado.