Cómo hablar con los niños cuando un padre está enfermo
Por Christine Cosgrove De los archivos del médico
1 de mayo de 2000 (Berkeley, California) -- Un diagnóstico grave, ya de por sí difícil de afrontar, crea una serie de retos para las familias: cómo decírselo a los niños, cuándo y cuánto.
El mejor enfoque varía según la edad del niño. Los niños muy pequeños pueden necesitar simplemente que se les tranquilice con cariño y se les preste un poco más de atención de lo habitual.
Entre los 3 y los 5 años, los niños empiezan a desarrollar un sentimiento de culpa. Combinado con un creciente sentido de que son el centro del universo, pueden sentirse responsables de la enfermedad de sus padres. Asegúreles que no lo son. Sea concreto y específico con sus explicaciones, pero responda sólo a las preguntas que el niño haga. Los niños de esta edad no entienden el concepto de la muerte.
Por eso, si un padre muere, es importante incluir al niño en la ceremonia del funeral, dice Joan Hermann, LSW, trabajadora social del Centro Oncológico Fox Chase de Filadelfia. Aun así, un niño de esta edad probablemente seguirá preguntando: "¿Cuándo vuelve mamá a casa?". Harán falta muchas explicaciones y tiempo antes de que comprenda la finalidad de la muerte.
Los niños de entre 6 y 9 años son más capaces de entender conceptos abstractos, como el tiempo. Será más fácil explicarle cuánto tiempo puede estar en el hospital o si estará fuera recibiendo tratamiento en otro lugar. Y aunque entenderán el concepto de la muerte, también es más probable que se preocupen por ella. Si su hijo dice algo que indique que está equiparando la enfermedad de sus padres con una posible muerte, es importante animarle a hablar de esos temores.
En cuanto a los adolescentes, aunque pueden entender más información, tienen tendencia a preocuparse más por la información que se les da. "Todos los niños quieren sinceridad directa, pero con los adolescentes es como si dijeran: 'Dime, pero no me cuentes demasiado'", dice Marlene Wilson, coordinadora del programa Kids Can Cope, un programa patrocinado por Kaiser Permanente diseñado para apoyar a los niños durante el "estrés vital" de la enfermedad grave de un padre. Puedes darles más, pero sólo en dosis limitadas. Si habla con los adolescentes sobre su pronóstico, sugiere que diga sólo lo que sabe. "No te metas en los 'y si'. Por lo general, no pueden manejar toda esa vaguedad y ambigüedad".
Por encima de todo, dicen las personas involucradas en programas infantiles, es importante ser sincero y estar disponible para preguntas y debates.
Christine Cosgrove es una escritora afincada en Berkeley, California, cuyo trabajo ha aparecido en doctor, la revista Parenting y otras publicaciones.