De los archivos del médico
Cuando estaba en séptimo grado, Helen llegó a mi pueblo de Nueva Inglaterra. Los lugareños nunca habíamos visto nada como ella. Era de Nueva Jersey. Llevaba pantalones de campana que abrazaban las caderas, sabía hacer bailes sensuales, fumaba cigarrillos y había besado a un chico.
También era mala. Al principio se hizo amiga mía, quizás porque vivía en la casa de al lado y necesitaba una amiga. Pero una vez que se dio cuenta de que era un tímido ratón de biblioteca, me abandonó. Luego se rió de mi ropa (en mi cara) y empezó a rumorear sobre mí (a mis espaldas).
Al final aprendí a ignorarla. Pero el dolor de su rechazo me persiguió durante años. Incluso me hizo desconfiar de los "grupos de chicas" hasta la edad adulta.
El tema del acoso a las chicas no es nuevo. Decenas de libros de divulgación y revistas académicas han explorado las formas en que la "agresión relacional -tácticas como la exclusión, la difusión de rumores y el acoso por Internet- puede dañar la autoestima de las chicas. Pero sólo recientemente los investigadores han empezado a estudiar lo que el acoso hace a los propios acosadores. Las noticias no son buenas.
El impacto del acoso escolar
A corto plazo, las niñas acosadoras suelen ser rechazadas por sus compañeros y carecen de relaciones significativas, señala la doctora Charisse Nixon, coautora de Girl Wars: 12 Strategies That Will End Female Bullying (Guerras de chicas: 12 estrategias para acabar con el acoso femenino) y profesora adjunta de psicología del desarrollo en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Erie.
A largo plazo, "estas chicas aprenden a manipular a la gente como si fueran piezas de ajedrez", dice Nixon. "Por desgracia, esto puede perjudicar su capacidad para tener relaciones significativas y carreras exitosas".
Algunas características de una niña acosadora son los celos, los sentimientos de superioridad, el escaso control de los impulsos y la falta de empatía. Nixon cree que las chicas acosan cuando sus necesidades básicas de "ABC y yo" -aceptación (por parte de uno mismo), pertenencia (entre otros), control y existencia significativa- se ven frustradas. "Estas necesidades se aplican a todo el mundo", señala, "niños y adultos". La gente hará lo que tenga que hacer para satisfacer esas necesidades.
Prevenir el acoso
Sea cual sea la causa del acoso escolar, los investigadores se centran ahora en la prevención, que incluye el asesoramiento para llegar a la raíz de la necesidad de acosar; la enseñanza de habilidades de comunicación saludables y la introducción de programas antiacoso en toda la escuela.
¿Qué debe hacer si su hija es acusada de acosadora? La psicóloga Charisse Nixon, PhD, ofrece estos consejos y aconseja buscar asesoramiento si el comportamiento continúa.
Discutir la perspectiva
. "Desde el punto de vista del desarrollo, los adolescentes a menudo no tienen idea de cómo su comportamiento perjudica a los demás".
Modelar formas saludables de afrontar los conflictos.
. "Como adultos, a menudo somos inconscientes de las formas en que nosotros mismos intimidamos, como la forma en que cotilleamos a espaldas de la gente. Pero las chicas captan todo eso", dice Nixon.
Asegúrate de que sus necesidades básicas están cubiertas
. Estas incluyen la aceptación y el sentido de pertenencia. "Si no recibe lo que necesita, encontrará una forma destructiva de afrontarlo".
No existían programas contra el acoso escolar -ni siquiera adultos comprensivos- para ayudar a mi atormentadora, Helen, quien, me di cuenta más tarde, lo estaba pasando mal ella misma. Acababa de cambiarse de colegio y sus padres se habían divorciado. Sin duda, me menospreció para mejorar su propia posición social. Es una pena que no tuviera una forma mejor.
