La vitamina E y la visión

La vitamina E es un potente antioxidante que existe en diferentes formas. El alfa-tocoferol de la vitamina E es la forma que mejor satisface nuestras necesidades. La función principal de la vitamina E en el organismo parece ser la de neutralizar la oxidación. Por ello, los investigadores creen que desempeña un papel importante en la protección de ciertas partes del ojo, que es especialmente susceptible al daño oxidativo. Se cree que las cataratas, por ejemplo, se forman por la oxidación en el cristalino del ojo causada sobre todo por los rayos UV de la luz solar.

Beneficios relacionados con los ojos:

El Estudio de Enfermedades Oculares Relacionadas con la Edad (AREDS) descubrió que la vitamina E, junto con otros nutrientes, ayudaba a algunas personas que padecían degeneración macular moderada relacionada con la edad. Los nutrientes redujeron el riesgo de desarrollar una degeneración macular avanzada relacionada con la edad en un 25% en el caso de quienes ya presentaban cambios tempranos evidentes de degeneración macular. Las pruebas de otros estudios sugieren que la forma de alfa-tocoferol de la vitamina E, junto con la luteína y la zeaxantina, puede disminuir el riesgo de cataratas. Sin embargo, otros estudios no han constatado que la vitamina E sea importante para la visión, por lo que se necesitan más investigaciones. Es importante que hable con su médico antes de tomar suplementos de vitamina E para analizar la dosis adecuada, los posibles efectos secundarios, así como otros tratamientos.

Cantidad diaria recomendada:

22,5 unidades internacionales/día.

Límite superior de seguridad:

1.500 UI

Riesgos potenciales:

La vitamina E puede diluir su sangre, y puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico. Si está tomando un medicamento anticoagulante, hable con su médico antes de tomar un suplemento de vitamina E. Un estudio reciente demostró un aumento de la mortalidad en personas que tomaban más de 2.000 unidades internacionales de vitamina E. Otros posibles efectos secundarios citados en los estudios incluyen fatiga, debilidad muscular y disminución de la función de la glándula tiroides.

Alimentos con vitamina E:

Cereales con germen de trigo 27 UI

Almendras (1 onza) 11 UI

Semillas de girasol (1 oz) 11 UI

Avellanas (1 onza) 6,4 UI

Mantequilla de cacahuete (1 cucharada) 4 UI

Cacahuetes (1 onza) 3,6 UI

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