Por Camille Noe Pagán
Si le han diagnosticado cáncer, probablemente esté deseando oír a su médico utilizar la palabra "remisión". Marca un giro importante en su cuidado y en su salud a largo plazo. Pero es más complicado que simplemente haber terminado el tratamiento.
Hay dos tipos de remisión:
La remisión parcial
significa que el cáncer sigue ahí, pero su tumor se ha reducido, o en cánceres como la leucemia, tiene menos cáncer en todo el cuerpo. Algunos médicos dicen a los pacientes que piensen en su cáncer como algo "crónico", como las enfermedades del corazón. Es algo que tendrá que seguir controlando. Si está en remisión parcial, puede significar que puede tomarse un descanso del tratamiento siempre que el cáncer no empiece a crecer de nuevo.
Remisión completa
significa que las pruebas, los exámenes físicos y las exploraciones muestran que todos los signos de su cáncer han desaparecido. Algunos médicos también se refieren a la remisión completa como "sin evidencia de enfermedad (NED)". Eso no significa que esté curado.
Para ambos tipos de remisión, la disminución o ausencia de signos de cáncer debe durar al menos un mes.
No hay forma de que los médicos sepan que todas las células cancerosas del cuerpo han desaparecido, por eso muchos médicos no utilizan la palabra "curado". Si las células cancerosas reaparecen, suele ocurrir en los 5 años siguientes al primer diagnóstico y tratamiento.
Cómo entender la "recidiva"
Algunas células cancerosas pueden permanecer desapercibidas en el cuerpo durante años después del tratamiento. Si un cáncer vuelve después de haber estado en remisión, se llama "recidiva". Un cáncer puede reaparecer en el mismo lugar en el que se diagnosticó originalmente, o puede reaparecer en una parte diferente del cuerpo. Es normal que le preocupe que esto le ocurra a usted. Cada situación es diferente, y no hay forma de predecir lo que ocurrirá.
Su médico o centro de salud seguirá comprobando si hay signos de cáncer o problemas de salud relacionados con su tratamiento. Es fundamental que acuda a todas las revisiones recomendadas, aunque no tenga síntomas. Los cuidados de seguimiento pueden incluir exámenes físicos, análisis de sangre y pruebas de imagen.