El Alzheimer a veces provoca cambios de personalidad que pueden hacer que su ser querido sea difícil de reconocer. La persona que antes era amigable puede ser ahora recelosa con los demás. Puede rechazar lo que antes le gustaba o soltar comentarios descorteses al azar. Y los cambios de personalidad provocados por la demencia relacionada con el Alzheimer pueden empeorar con el tiempo, ya que las células cerebrales siguen muriendo.
Cambios comunes en la personalidad
El Alzheimer suele atacar primero la parte del cerebro que controla la memoria. El daño a la corteza cerebral, que afecta a su comportamiento social, a la comunicación y al lenguaje -la esencia de su personalidad- viene después. Los cambios que puede notar incluyen:
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Pérdida de interés en las cosas que solían disfrutar
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Actuar con desconfianza, confusión o ansiedad
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Ponerse agresivo, pegar o enfadarse con más facilidad
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Ser grosero o insensible
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Parecer distante, distraído o pasivo
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Ver o creer cosas que no existen (alucinaciones, delirios)
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Comportamientos sexuales inusuales, como volverse pegajoso o enamorarse de otra persona
Ciertas situaciones estresantes, como los cambios de horarios o el traslado a un nuevo lugar, pueden aumentar la confusión y el miedo de una persona con Alzheimer.
Si puede identificar un factor desencadenante con antelación, puede planificar cómo manejar o evitar la reacción. Manténgase alerta ante estas situaciones, ya sean grandes o pequeñas. Algunos ejemplos de situaciones desencadenantes son:
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Un traslado a un nuevo lugar o a una residencia de ancianos
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Una estancia en el hospital
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Cambio de cuidador o nuevos horarios
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Peticiones para bañarse o cambiarse de ropa. El baño puede ser un escollo importante porque pueden resistirse a la ayuda en un acto íntimo, tener miedo al agua, tener frío o sentirse avergonzados.
Cuando la causa no esté clara, anota lo que ha ocurrido. Registra ciertas palabras, peticiones o estímulos que desencadenan problemas de comportamiento. Lo tendrás a mano la próxima vez.
Cómo afrontar los cambios de personalidad
Puede ser difícil aceptar la pérdida del "viejo yo" de su ser querido. Puede ser útil recordar que los cambios de personalidad provienen de una enfermedad cerebral y no son deliberados. He aquí algunas formas de responder:
Apatía y falta de impulso. Estos son síntomas comunes de la demencia. No intente razonar con ellos o presionarlos para que hagan algo. En su lugar, trate de encontrar formas de hacerles participar tal y como son ahora. Actividades sencillas como escuchar música, clasificar o apilar objetos, o salir a caminar o a dar un paseo en coche son buenas opciones. Falta de atención o distracción. Busca un momento y un lugar tranquilos para hablar. Siéntate o ponte de pie donde estés a la altura de sus ojos. Recuérdale tu nombre y tu relación para refrescar su memoria si es necesario.
Confusión. La paciencia es clave cuando una persona con Alzheimer está ansiosa o abrumada por los sonidos, las luces u otros estímulos. Hable con frases cortas y sencillas. Utilice voces tranquilizadoras y un humor suave.
Agresividad física. Las agresiones o la ira pueden ser la forma que tiene su ser querido de decirle que está asustado, confundido o que siente dolor. Algunas formas de calmarlos y reconfortarlos son:
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Intenta averiguar si necesitan algo pero no pueden decírtelo. Puede que necesiten ir al baño o que estén cansados, hambrientos o sedientos.
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Caminar juntos.
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Mira las fotos antiguas. Los recuerdos a largo plazo suelen desvanecerse más lentamente que los de corto plazo.
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Hablar del pasado, como la familia y los buenos momentos.
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Escuchar música.
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Leer en voz alta un libro o una revista atractiva.
Impulsividad. Tu ser querido puede decir o actuar de forma aleatoria o inapropiada, especialmente si su Alzheimer es grave. Puede hacer preguntas personales, divulgar información privada sobre sí mismo o hacer comentarios sexualmente sugerentes. Pueden exponerse o tocarse en público. Mantén la calma e intenta no mostrar tu frustración. Cuenta hasta 10 o aléjate un momento si es seguro. También puedes:
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Alertar a la familia y a los amigos de que pueden ser testigos de comportamientos impulsivos.
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Aléjese de los lugares que puedan desencadenar comportamientos inadecuados, como los lugares concurridos o agitados.
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Distráigales con un tentempié, una foto en su teléfono o algo interesante para sostener.
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Considere la posibilidad de pedir tarjetas que expliquen que su ser querido tiene Alzheimer. Puede ser una forma rápida y discreta de pedir paciencia.
Angustia emocional. Mantén la calma y tranquiliza. Reconoce sus sentimientos, diciendo: "Pareces alterado". Para calmarlos, puedes:
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Acallar cualquier ruido y atenuar las luces.
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Ofrezca una golosina favorita, como un helado.
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Tómales la mano o abrázalos si eso ayuda.
Si no puede averiguar la causa de la angustia, llame para pedir apoyo o póngase en contacto con su médico. La Asociación de Alzheimer tiene una línea de ayuda 24/7 para asesoramiento gratuito (800-272-3900).
Delirios o paranoia. El Alzheimer puede hacer que las personas vean, oigan o crean cosas que no son reales o ciertas. Háblales con voz suave y tranquilizadora, aunque parezca que no te oyen. Pregunte a su médico si las alucinaciones y otros problemas pueden estar relacionados con los medicamentos u otras enfermedades. Intenta no discutir con tu ser querido ni culparle. Utilice un toque suave y hágale saber que está a salvo.
Cuida de ti mismo también
El dolor por el Alzheimer de su ser querido es natural. Acuda a amigos, consejeros o grupos de apoyo para que le ayuden a procesar sus sentimientos. Llevar un diario con tus pensamientos puede ayudarte. También intente:
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Dedicar tiempo a sus propios intereses y amigos.
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Atienda sus propias necesidades médicas y su salud.
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Realiza descansos.
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Haz ejercicio y come de forma saludable.