¿Es seguro beber peróxido de hidrógeno? Peligros y tratamiento

El peróxido de hidrógeno no debe beberse en absoluto ni utilizarse en la piel en grandes cantidades. 

El peróxido de hidrógeno es un blanqueador de dientes común en casa. Se encuentra en muchos productos domésticos y se utiliza como terapia natural para muchas afecciones menores. Pero el uso descuidado del peróxido de hidrógeno puede tener efectos peligrosos en el cuerpo humano.

Productos de peróxido de hidrógeno

Aunque el peróxido de hidrógeno se encuentra en la mayoría de los hogares, nunca es peróxido de hidrógeno puro. A menudo se combina con artículos cotidianos, como la lejía para el cabello, que contiene entre un 6% y un 10% de peróxido de hidrógeno. Algunas soluciones de contacto, pastas de dientes, colutorios, limpiadores de baño y otros productos similares también contienen pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno.

Estos productos están a disposición del público en general porque son seguros para ciertos usos. No obstante, siga siempre las instrucciones o los usos recomendados para evitar daños.

Existen soluciones que se anuncian como peróxido de hidrógeno "puro". Pero estas opciones domésticas están compuestas sólo por un 3% de peróxido de hidrógeno y un 97% de agua. Las soluciones de grado alimentario o de fuerza industrial tienen un 35% o más de peróxido de hidrógeno y son extremadamente peligrosas. No suelen guardarse en los hogares y no deben beberse.

Terapia con peróxido de hidrógeno

El peróxido de hidrógeno tiene propiedades desinfectantes cuando se usa sobre la piel y puede utilizarse para varios fines terapéuticos, entre ellos:

  • Limpieza de cortes u otras lesiones

  • Enjuagar el interior de la boca

  • Reducir las alergias estacionales

  • Prevenir las verrugas

  • Tratar el herpes zóster

Las terapias con peróxido de hidrógeno pueden resolver algunos problemas de salud menores que pueda tener, pero estos tratamientos conllevan riesgos. No se recomienda entrar en contacto con altas concentraciones de peróxido de hidrógeno. Si utiliza demasiado peróxido de hidrógeno del tipo equivocado, puede tener problemas de salud menores o graves.

Posibles efectos secundarios de la ingestión de peróxido de hidrógeno

Tragar accidentalmente una pequeña cantidad de peróxido de hidrógeno normalmente está bien y no causará mucho daño, pero esté atento a ciertos efectos secundarios. Estos pueden incluir:

  • Dolores de estómago o calambres

  • Dificultad para respirar

  • Dolores en el cuerpo

  • Dolor en el pecho

  • Quemaduras

  • Vientre hinchado

  • Náuseas

Si tiene alguno de estos síntomas después de usar peróxido de hidrógeno, hable con su proveedor de atención médica.

Peligros extremos del peróxido de hidrógeno

Los efectos secundarios más peligrosos de beber peróxido de hidrógeno pueden simplificarse en tres grupos.

Lesión cáustica directa. Cuando se consume demasiado peróxido de hidrógeno, se lesionan directamente los tejidos internos de la garganta o el estómago. Las lesiones cáusticas directas pueden provocar úlceras, dolor de boca, vómitos o dolor de estómago.

Formación de gas oxígeno. También conocida como embolia gaseosa, la formación de gas oxígeno puede ocurrir si bebe o limpia una herida con peróxido de hidrógeno. Se forman burbujas de aire peligrosas en el torrente sanguíneo y pueden causar efectos secundarios como dolor en el pecho, dificultad para respirar y desorientación.

Peroxidación de lípidos. El peróxido de hidrógeno puede iniciar una reacción que daña los tejidos en ciertas partes del cuerpo. La peroxidación de los lípidos se asocia con el asma, la enfermedad de Parkinson y el daño renal, entre otros.

Qué hacer si se bebe demasiado peróxido de hidrógeno

Si bebes peróxido de hidrógeno, tu primer instinto puede ser provocarte el vómito. No lo hagas a menos que un profesional de la salud te lo indique. Llame inmediatamente al 911 o al Servicio de Control de Intoxicaciones. Ellos le aconsejarán qué hacer.

Para que un profesional pueda hacer un diagnóstico preciso, necesitará conocer ciertos detalles sobre ti y sobre lo que ha ocurrido. Si es posible, reúne la siguiente información y tenla preparada para cuando hables con ellos:

  • Tu edad y peso

  • Sus síntomas

  • Qué producto ha ingerido y qué cantidad de peróxido de hidrógeno contenía

  • Cuando se lo tragó

  • Cuánto has tragado

Cuando llegues a un servicio de urgencias o a la consulta del médico, comprobarán si estás en peligro inmediato. Si no lo estás, te comprobarán la temperatura, el pulso, la frecuencia respiratoria y la tensión arterial. Dependiendo de su estado, el médico puede pedirle también análisis de sangre y orina, una radiografía de tórax, un ECG o una endoscopia.

Para tratar sus síntomas, su médico puede ofrecerle una serie de remedios:

  • Una vía intravenosa para reponer sus líquidos

  • Medicamentos en función de sus síntomas

  • Una sonda en la garganta para aliviar los gases y la presión en el estómago

  • Un ventilador que proporciona soporte respiratorio a través de un tubo

Beber peróxido de hidrógeno conlleva riesgos. No deberías beberlo. Si eres consciente de los peligros, puedes utilizarlo con seguridad en los productos de uso cotidiano.

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