A menudo parece que las cosas que saben mejor no son las mejores para nuestra salud en general. Pero las bayas no siguen este patrón. No sólo son sabrosas, divertidas y deliciosas, sino que son potentes en cuanto a nutrición.
Muchas bayas son ricas en antioxidantes que previenen el cáncer, vitaminas, minerales y fibra, todos ellos elementos importantes de una dieta saludable. Además, estas pequeñas joyas son dulces pero no tienen un número abrumador de calorías.
Las bayas que puedes coger en el supermercado aportan muchos beneficios, pero las especies de bayas silvestres también están llenas de poder nutricional. Otros beneficios de recoger bayas silvestres tú mismo son el ejercicio, el aire fresco y el tiempo en la naturaleza.
Cómo benefician las bayas a tu salud
Aunque cada tipo de baya es diferente, tienen algunos poderosos beneficios para la salud en común:
Antioxidantes. Las bayas tienen un compuesto que neutraliza los radicales libres que dañan las células de tu cuerpo. Elementos como las antocianinas, el ácido elágico y el resveratrol no sólo protegen tus células del daño, sino que pueden reducir el riesgo de enfermedades como el cáncer.
Mejora el azúcar en sangre y la insulina. Asimismo, los compuestos de las bayas parecen proteger las células de los efectos negativos de los niveles altos de azúcar en sangre y ayudan a mejorar la respuesta a la insulina.
Propiedades antiinflamatorias. Gracias a los compuestos conocidos como polifenoles, las bayas tienen ricos colores rojos, morados y azules. También se ha demostrado que los polifenoles ayudan a reducir la inflamación.
Reducen el nivel de colesterol. Algunos estudios preliminares han demostrado que las bayas, como las frambuesas negras y las fresas, pueden ayudar a reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades del corazón.
Arándanos
Emparentados con los arándanos y los arándanos rojos, los huckleberries (también llamados arándanos rojos) crecen en más de una docena de subespecies en todo el oeste de Estados Unidos. Eran importantes para muchas tribus indígenas y todavía se recolectan en los espacios silvestres de las Montañas Rocosas y el noroeste del Pacífico.
Estas bayas púrpuras, dulces y ácidas, suelen ser algo más pequeñas que un arándano. No existe ningún método probado para cultivar arándanos en granjas o campos, por lo que todos ellos proceden de arbustos en estado silvestre. Al igual que sus parientes, las arándanos están repletos de antioxidantes, fibra y vitaminas."
Grosellas espinosas
Las grosellas silvestres, parientes de las grosellas rojas y negras, son bayas ácidas y jugosas que se encuentran en un puñado de variedades en todo el país. Tienen pocas calorías y grasas, pero aportan una cantidad impresionante de vitaminas C, B5 y B6. También aportan una saludable dosis de cobre, manganeso y potasio, todos ellos importantes para la salud de los sistemas del organismo.
Marionberries
Mayormente disponibles en Oregón, estos parientes de las moras son de color rojo oscuro o púrpura intenso. Suelen estar listas para recoger durante el mes de julio.
Estas jugosas bayas tienen un alto contenido en ácido elágico (un compuesto que previene el cáncer) y otros antioxidantes. Las marionas también aportan una saludable dosis de vitamina C y polifenoles que pueden proteger contra las enfermedades del corazón y el deterioro mental relacionado con la edad.
Frambuesas
Estas bayas rojas son comunes en la tienda de comestibles, pero también crecen en la naturaleza en varias partes del país. Al igual que sus homólogas cultivadas comercialmente, las frambuesas silvestres aportan fibra saludable, flavonoides y polifenoles que previenen el cáncer y mucha vitamina C.
Las frambuesas son conocidas por sus propiedades curativas desde el año 4 a.C. y siguen utilizándose con fines medicinales para aliviar las náuseas matutinas, el malestar estomacal y otras enfermedades leves.
Fresas
Se pueden encontrar algunos tipos de fresas silvestres creciendo alrededor de los Estados Unidos. Aunque la fruta roja, con semillas, es a menudo más pequeña que las que se encuentran en la tienda de comestibles, siguen siendo un golpe nutricional.
Las fresas, que son una excelente fuente de manganeso y vitamina C, también tienen cantidades significativas de folato y potasio. Aportan muchos antioxidantes y han demostrado ser beneficiosas para la salud general del corazón y el control del azúcar en sangre.
Inconvenientes de las bayas silvestres
El consumo de bayas silvestres tiene muy pocos inconvenientes. Desde el punto de vista nutricional, las bayas no sólo son bajas en grasas y calorías, sino que ofrecen una amplia variedad de vitaminas, minerales y otros compuestos saludables.
Si va a recoger bayas silvestres, hay que tener en cuenta algunas cosas importantes para la salud y la seguridad:
Confíe al 100% en su identificación. No todas las bayas silvestres son comestibles. Algunas tienen compuestos tóxicos que pueden ponerte muy enfermo. Antes de comer bayas silvestres, asegúrate de lo que estás recogiendo.
No recojas cerca de las carreteras. Las bayas que crecen cerca de carreteras muy transitadas pueden tener residuos de polvo, combustible u otros subproductos del tráfico. Es mejor recoger bayas silvestres que estén alejadas del tráfico intenso.
Cuidado con los pesticidas. Asegúrate de que las bayas no han sido rociadas con pesticidas o insecticidas. Éstos pueden tener sustancias químicas peligrosas que son tóxicas para las personas.
Lava tu cosecha. Como con cualquier producto, se recomienda lavar bien las bayas antes de comerlas.
Cómo utilizar las bayas silvestres
Las bayas silvestres -al igual que las bayas cultivadas y cosechadas comercialmente- pueden disfrutarse de diversas maneras. Mézclelas en una ensalada, coma bayas frescas, añádalas a productos horneados y postres, o mézclelas en un batido. Estas pequeñas frutas tienen un sabor delicioso y ofrecen una gran cantidad de beneficios nutricionales.