Por John Donovan
Descubrir que tiene cáncer puede ser abrumador. La incredulidad es habitual. Pronto aparecen otras emociones. Sin embargo, escuchar que te han diagnosticado mal -que el cáncer no es lo que tu médico pensó en un primer momento, y que tal vez no sea cáncer- puede ser peor.
Cómo se produce
Una de las razones por las que diagnosticar correctamente el cáncer es tan difícil es que algunos cánceres son más difíciles de detectar que otros.
Hay muchas razones para ello. Algunas formas de la enfermedad son raras, por lo que se les presta menos atención. Y se invierte menos en aprender a diagnosticarlos y tratarlos. Eso hace que los errores sean más probables.
A veces, incluso en el caso de los cánceres más comunes, puede ser difícil determinar qué es cáncer y qué no. Puede ser difícil encontrar células cancerosas o averiguar si una célula o grupo de células es canceroso. Esto hace que los patólogos -las personas que examinan la sangre y los tejidos al microscopio- vean cáncer donde no lo hay, o no lo vean cuando sí lo hay.
Asimismo, algunas infecciones pueden parecer cáncer de pulmón cuando se ven en una radiografía.
Sea cual sea el motivo, un diagnóstico erróneo puede suponer una carga económica y puede ser perjudicial para usted. Esto es especialmente cierto si el error retrasa el tratamiento adecuado.
Qué pasa si te pasa a ti
Tanto si tu médico como si otra persona te dice que se ha producido un error de diagnóstico -o tal vez nadie lo haga-, es fundamental obtener una segunda opinión.
Hay un montón de situaciones en las que deberías pedir una segunda opinión. Entre ellas:
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Su médico no está seguro del tipo o la extensión de su cáncer.
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Cree que su médico subestima la gravedad de su cáncer.
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Usted tiene una forma rara de la enfermedad.
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Su médico no está especializado en su tipo de cáncer.
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Cree que puede haber otros tratamientos disponibles.
Aquí es importante la minuciosidad:
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Habla abierta y libremente con todos tus médicos, incluido el que te haya diagnosticado mal.
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Guarde copias de todos sus historiales médicos, incluidos los informes de patología y las estancias en el hospital.
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Pide a tus médicos que se reúnan y hablen de tu caso, especialmente si no están de acuerdo con lo que ocurre.
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Pide más opiniones, si es necesario, sobre todo si los diagnósticos varían.
Descubrir que la primera opinión era errónea puede ser devastador. Pero hay ayuda para encontrar un diagnóstico correcto.
Algunas organizaciones ofrecen búsquedas en línea para ayudarte a encontrar un médico que te ayude a aclarar las cosas. Entre ellas se encuentran:
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La Sociedad Americana de Oncología Clínica
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La Asociación Médica Americana
También hay mucho apoyo ahí fuera para ayudarte en tu viaje. El Centro Nacional de Información sobre el Cáncer de la Sociedad Americana del Cáncer y el Programa de Navegadores de Pacientes ofrecen formas de encontrar ayuda local gratuita para ayudarle a manejar un diagnóstico erróneo.
Puede hablar con otras personas que puedan estar pasando por la misma experiencia, en línea o por teléfono, a través de grupos como la Red de Supervivientes de Cáncer o la Comunidad de Apoyo al Cáncer.