Por Paul Frysh
Tanto la quimioterapia como la radioterapia son tratamientos para el cáncer, es decir, el crecimiento incontrolado y la propagación de las células a los tejidos circundantes.
La quimioterapia utiliza fármacos especiales para reducir o eliminar las células cancerosas. La radioterapia, o "radiación", mata estas células con haces de alta energía, como rayos X o protones.
Objetivos de la quimioterapia y la radiación
Ambos tipos de terapia comparten los mismos objetivos:
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Curar: eliminar todas las células cancerosas y evitar que el cáncer vuelva a aparecer.
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Control: Reducir o ralentizar los tumores cancerosos o detener la propagación de las células cancerosas a otras partes del cuerpo
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Alivio: Reducir los tumores para disminuir el dolor y otros síntomas difíciles del cáncer (a veces llamada radioterapia paliativa)
Cuando la cura no es posible, ambas terapias pueden ser herramientas poderosas para frenar el progreso de su cáncer y aliviar el dolor y otros síntomas molestos.
Cómo funcionan
Aunque tanto la quimio como la radiación atacan a las células cancerosas, actúan de forma diferente. Los fármacos de quimioterapia circulan por el torrente sanguíneo. Matan o reducen las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo, no sólo en el lugar donde comienza el primer tumor canceroso (primario). Como estos fármacos pasan por todo su sistema, se denominan "sistémicos".
La radioterapia utiliza ráfagas invisibles de energía en lugar de fármacos. Además, suele ser un tratamiento "local" que dirige los haces de energía justo a la zona donde crecen las células cancerosas.
Qué terapia necesita
El tipo de cáncer y el estadio, o lo avanzado que esté, ayudarán a indicar a su médico qué terapia necesita, o si necesita ambas. En la mayoría de los casos, el médico querrá enfocar el tratamiento con algunas herramientas diferentes. Éstas pueden incluir quimioterapia y radiación, así como cirugía para extirpar los tumores, terapias dirigidas y otras opciones.
Es posible que usted y sus médicos elaboren varios planes diferentes que podrían funcionar. No tenga miedo de hacer preguntas sobre los pros y los contras de los distintos enfoques.
Cómo se recibe la quimioterapia y la radiación
Ambas terapias suelen realizarse durante un periodo de semanas en visitas periódicas al hospital o a la consulta del médico. Pero cada caso es diferente, así que hable con su médico sobre el plan de tratamiento adecuado para usted.
Su equipo médico le administrará la quimioterapia mediante uno o varios de estos métodos:
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IV: A través de una aguja o un tubo (puerto) directamente en un vaso sanguíneo
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Por vía oral: A partir de una píldora o cápsula que se traga
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Por inyección: A través de una aguja en la piel o el músculo
Su equipo médico le administrará la radioterapia a través de uno o varios de estos métodos:
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Radiación externa: Una máquina externa al cuerpo dispara rayos invisibles de alta energía hacia el tumor.
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Radiación interna: A veces se llama "braquiterapia". Los médicos colocan un objeto radiactivo dentro de su cuerpo cerca del tumor. Puede que lo dejen dentro para que haga su trabajo o que lo saquen poco después.
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Radiación sistémica: Aunque es menos común, su médico podría sugerir el uso de la radiación como un tratamiento sistémico que funciona en todo el cuerpo. Eso significa que la recibes a través de una píldora que te tragas o a través de una aguja o puerto en una de tus venas.
Efectos secundarios
Junto con la eliminación de las células cancerosas, tanto la quimio como la radiación pueden dañar las células sanas. Esto a veces provoca efectos secundarios desagradables. Los exactos dependen del tipo y la cantidad de tratamiento. También dependen de la persona; algunas personas tienen efectos secundarios más graves que otras.
Algunos posibles efectos secundarios que ambos comparten son:
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Cansancio
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Pérdida de cabello
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Náuseas y vómitos
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Diarrea
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Cambios en la piel (descamación, sequedad, irritación)
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Anemia (recuento bajo de glóbulos rojos)
Como la radiación tiende a centrarse en una zona concreta, es posible que note más efectos secundarios en ese punto. Por ejemplo, el tratamiento en el cuello puede dificultar la deglución. La radiación en el pecho puede provocarle tos o dificultad para respirar. Como la quimioterapia es sistémica, tiende a causar más síntomas generales. Informe a su equipo médico de cualquier efecto secundario que note. Pueden ajustar sus tratamientos o añadir medicamentos para ayudarle a controlarlos cuando sea posible.