Por Camille Noe Pagán
La medicina nuclear puede ayudar a diagnosticar y tratar diferentes afecciones, incluidas algunas formas de cáncer.
En la medicina nuclear, los médicos introducen pequeñas cantidades de material radiactivo en el cuerpo para poder ver los órganos y tejidos, así como su funcionamiento. Esto puede ayudarles a detectar tumores y ver si el cáncer se ha extendido a otras zonas del cuerpo. También puede ayudar a localizar las células cancerosas.
Los médicos también utilizan la medicina nuclear para ver si un tratamiento está funcionando.
Cómo se diagnostica el cáncer
Al igual que los rayos X, la medicina nuclear es un tipo de radiología. Pero mientras que las radiografías ofrecen a los médicos una visión "global" de su anatomía, las imágenes nucleares muestran la cantidad de actividad en sus órganos y tejidos.
Cuando los médicos utilizan la medicina nuclear para diagnosticar o controlar una enfermedad como el cáncer, introducen en el cuerpo unos elementos denominados radionúclidos (o "trazadores") que liberan bajos niveles de radiación.
Los radionúclidos pueden tomarse por vía oral o por goteo intravenoso.
Después de tomar estos radionúclidos, se le hará lo que se llama un escáner nuclear. Los escáneres toman imágenes de una zona específica del cuerpo para ayudar a los médicos a encontrar tumores y otras cosas, como una infección. Por ejemplo, un tumor puede aparecer como un "punto caliente" en la imagen, lo que significa que la radiación se acumula en mayor cantidad en las zonas donde el tumor está activo. O un tumor puede aparecer como un "punto frío", lo que significa que en realidad hay menos actividad celular. Esto también puede ser un signo de cáncer.
El tipo de gammagrafía que reciba depende de lo que sus médicos quieran ver. Algunos de los tipos más comunes de exploraciones utilizadas para diagnosticar y controlar el cáncer son
Gammagrafías óseas. En ellas se busca el cáncer que ha llegado a los huesos desde otras zonas del cuerpo. A veces, la medicina nuclear puede detectar signos de cáncer óseo antes que las radiografías.
Gammagrafías con galio. Una sustancia radiactiva llamada galio se introduce en la vena a través de una vía intravenosa y puede ayudar al médico a detectar el cáncer en todo el cuerpo. El galio también puede detectar otros problemas, como infecciones o inflamaciones.
Gammagrafía MUGA. Los médicos utilizan radionúclidos para ver cómo bombea la sangre el corazón. Esto les ayuda a determinar el funcionamiento de su corazón antes, durante y después de ciertos tipos de quimioterapia. Esto es importante porque la quimioterapia, sobre todo en grandes cantidades, puede afectar al funcionamiento del corazón.
Tomografía por emisión de positrones (PET). En este caso, se le aplica una inyección intravenosa de azúcar radiactivo. La cantidad de ese azúcar que absorben las células puede ayudar a los médicos a saber a qué velocidad crecen las células cancerosas. En algunos casos, le harán una PET junto con una tomografía computarizada (TC). En conjunto, estas pruebas ayudan a los médicos a saber exactamente dónde están sus tumores.
Exploración de la tiroides. Para obtener una de estas pruebas, usted ingiere yodo radiactivo o recibe una inyección. El yodo se acumula en la glándula tiroidea y ayuda a los médicos a detectar el cáncer de tiroides.
Las exploraciones de medicina nuclear no son dolorosas. Las exploraciones suelen consistir en tumbarse en una mesa mientras una máquina de exploración con forma de rosquilla toma fotos. El proceso suele durar entre 30 minutos y una hora. En algunos casos, es posible que tenga que dejar de comer o beber durante un tiempo determinado antes de la exploración.
Cómo trata la medicina nuclear el cáncer
Hay varios tipos de medicina nuclear que tratan el cáncer. Entre ellos se encuentran:
Radioinmunoterapia. Si tiene un linfoma no hodgkiniano que no responde a la quimioterapia, su médico puede recomendarle esto, también llamado RIT.
Combina la radioterapia con algo llamado inmunoterapia, un tipo de tratamiento que utiliza el sistema inmunitario del cuerpo para combatir el cáncer.
A través de una vía intravenosa, el médico le administra algo llamado anticuerpos monoclonales. Se trata de proteínas artificiales que se dirigen a determinadas partes de las células cancerosas. También se le administra una sustancia radiactiva unida a esos anticuerpos.
Juntos, estos elementos se adhieren a las células cancerosas y emiten radiación directamente al tumor para matarlo.
Los investigadores están tratando de ver si la radioinmunoterapia puede ayudar con otros tipos de cáncer, como:
Terapia con yodo radiactivo. La glándula tiroides absorbe casi todo el yodo que usted ingiere. En este tratamiento, el yodo radiactivo (también conocido como RAI o I-131) se acumula en las células del tiroides, donde destruye la glándula y las células.
A diferencia de otras formas de radiación, el tratamiento con yodo radiactivo (también conocido como radioyodo) lo hace sin dañar el resto del cuerpo. Los médicos suelen utilizar el yodo radiactivo para destruir el tejido tiroideo que la cirugía no puede eliminar. A veces también ayuda a eliminar las células cancerosas del tiroides que se han extendido a los ganglios linfáticos o a otras partes del cuerpo.
Braquiterapia. Este procedimiento consiste en la administración de altas dosis de material radiactivo en el interior del cuerpo para eliminar las células cancerosas. En la mayoría de los casos, la braquiterapia es más selectiva, causa menos efectos secundarios y no dura tanto como la radioterapia convencional, que utiliza un haz externo fuera del cuerpo para proyectar la radiación hacia las células.
A veces, la braquiterapia se combina con otras formas de tratamiento del cáncer, como la quimioterapia o la cirugía.
La braquiterapia trata varios tipos de cáncer, entre ellos:
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Cáncer de vías biliares
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Cáncer de cerebro
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Cáncer de mama
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Cáncer de cuello uterino
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Cáncer de endometrio
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Cáncer de esófago
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Cáncer de ojo
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Cánceres de cabeza y cuello
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Cáncer de pulmón
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Cáncer de páncreas
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Cáncer de próstata
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Cáncer de recto
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Cáncer de piel
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Cánceres de tejidos blandos
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Cáncer de vagina
Radioembolización Y90: Este tratamiento del cáncer de hígado se realiza en dos pasos. En el primero, se introduce un catéter en la arteria que suministra sangre a su hígado. A continuación, el médico utiliza un tinte especial para poder "mapear" las demás arterias que tienen algo que ver con el hígado. El segundo paso es cuando entra la radiación. Se pone en partículas diminutas que pueden ser de vidrio o de resina. Entonces, tras comprobar la posición, la radiación entra en la arteria hepática. Las partículas se clavan en el cáncer y liberan la radiación directamente en el tumor.