Cómo influye la epigenética en el tratamiento del cáncer

Por Alexandra McCray

Los cambios inusuales en la actividad del ADN pueden provocar cáncer. Los investigadores están utilizando este conocimiento para crear tratamientos que puedan deshacer estas alteraciones.

¿Qué es la epigenética?

Mientras que las células tienen trabajos específicos para varias partes de tu cuerpo, el ADN dentro de ellas es casi el mismo. Lo que las hace diferentes es cómo y cuándo activan o desactivan conjuntos de genes.

Las células pueden controlar y activar o desactivar los genes que necesitan mediante cambios epigenéticos. Se trata de pequeñas alteraciones en el ADN y las proteínas de los cromosomas de la célula. Estos cambios ajustan temporalmente la forma en que las células utilizan la información del ADN sin modificar su secuencia. Su cuerpo necesita la epigenética para que los genes correctos se activen en las células correctas.

Cambios que causan cáncer

El cáncer puede desarrollarse cuando los cambios epigenéticos van mal. Pueden afectar a los dos principales grupos de genes relacionados con el cáncer: los oncogenes y los genes supresores de tumores. Los oncogenes pueden volverse demasiado activos, y los genes supresores de tumores pueden cambiar o desaparecer.

Sus células no son las únicas cosas que pueden desencadenar cambios epigenéticos, que también se conocen como epimutaciones. Cosas como fumar, no hacer suficiente ejercicio, las drogas, su dieta y las sustancias químicas ambientales o la radiación pueden causar ajustes anormales en la actividad de sus genes o en el ADN fuera de los genes que pueden resultar en cáncer.

Sus padres también pueden transmitir información epigenética. Los médicos lo llaman "herencia transgeneracional".

Qué significa la epigenética para el tratamiento del cáncer

A medida que los científicos aprenden más sobre los cambios epigenéticos en las células cancerosas, intentan crear tratamientos que los reviertan. Una de las mejores partes de estas terapias es que no matan las células, a diferencia de la quimioterapia y la radiación. Simplemente ajustan el funcionamiento de las células atacando (o inhibiendo) ciertas enzimas (proteínas).

Los científicos están estudiando sobre todo fármacos llamados inhibidores de la metiltransferasa del ADN (DNMT) e inhibidores de la histona desacetilasa (HDAC). Estos fármacos resultan prometedores para algunos tipos de cáncer, pero los disponibles actualmente no parecen funcionar contra los tumores sólidos.

Inhibidores de la metiltransferasa del ADN (DNMT)

La metilación del ADN determina el grado de actividad de un gen. Los genes están activados cuando hay poca metilación. Los genes están desactivados cuando hay mucha metilación. Durante el cáncer, los genes supresores de tumores suelen tener mucha metilación. El objetivo de los inhibidores de la metiltransferasa del ADN (DNMT) es hacer que los genes, incluidos los supresores de tumores, vuelvan a estar activos.

Hay dos tipos disponibles:

  • Azacitidina (Vidaza)

  • Decitabina (Dacogen)

Los médicos los utilizan para tratar enfermedades como el síndrome mielodisplásico y la leucemia mieloide aguda. Estos fármacos impiden que las enzimas que causan la metilación desactiven otras partes del ADN. Por desgracia, estos tratamientos también se descomponen muy rápidamente en el organismo, a menudo en menos de una hora. Pueden reducir la eficacia del sistema inmunitario y dañar el ADN.

La zebularina es un nuevo y emocionante fármaco que los investigadores están explorando porque es más seguro, estable y eficaz. Funciona de forma similar a los inhibidores de la DNMT disponibles en la actualidad y hace que los genes vuelvan a estar activos en las células cancerosas.

Inhibidores de la histona desacetilasa (HDAC)

Las histonas son un tipo de proteína que organiza el ADN para que encaje en los cromosomas. Los factores epigenéticos que modifican las histonas hacen que el ADN sea legible o ilegible. La acetilación de las histonas es una forma de hacer legible el ADN, lo que aumenta la actividad de los genes. La desacetilación de las histonas hace que el gen sea ilegible y lo silencia. En diferentes tipos de células cancerosas se produce una gran actividad de desacetilación de histonas. Los científicos creen que esto está relacionado con el silencio de los genes supresores de tumores y de reparación del ADN.

Los inhibidores de la histona desacetilasa (HDAC) deberían reducir la desacetilación de la histona, lo que ayuda a que los supresores tumorales sean más activos. Los médicos utilizan actualmente estos inhibidores:

  • Belinostat (Beleodaq)

  • Panobinostat (Farydak)

  • Romidepsina (Istodax)

  • Vorinostat (Zolinza)

Aunque estos tratamientos funcionan para cánceres de la sangre como la leucemia, el mieloma y el linfoma, tienen inconvenientes. Dañan la médula ósea y pueden reducir el recuento de células sanguíneas. También pueden causar efectos secundarios como diarrea y fatiga. El hecho de que estos fármacos se dirijan a todas las HDAC, no sólo a las que afectan a las células cancerosas, es probablemente una de las causas de estos efectos secundarios.

La epigenética y otros tratamientos contra el cáncer

A veces los médicos deben utilizar diferentes tipos de tratamientos contra el cáncer a la vez. Los fármacos epigenéticos parecen funcionar bien con la radiación y la quimioterapia. Los fármacos pueden hacer que las células cancerosas sean más sensibles a estas terapias, lo que hace que funcionen mejor y que sea más probable que el cáncer no vuelva a aparecer.

Su médico también puede utilizar más de un fármaco epigenético a la vez. Las dosis de los fármacos que recibe suelen ser mucho más bajas, lo que puede limitar los efectos secundarios. Pero su combinación puede hacerlos más potentes.

Los médicos también afirman que los genes metilados en los tumores cerebrales de glioblastoma pueden hacer que las células cancerosas respondan mejor al tratamiento con el fármaco temozolomida (Temodar).

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