Los investigadores crean un dispositivo de ultrasonido adhesivo
Por Maya Ordoñez
1 de agosto de 2022 -- Hacerse una ecografía pronto podría ser tan fácil como ponerse una tirita®, gracias a las recientes innovaciones de un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Los investigadores han desarrollado un nuevo dispositivo bioadhesivo de ultrasonidos, o "pegatina de ultrasonidos", que puede proporcionar imágenes de ultrasonidos de órganos, músculos y tejidos durante 48 horas. Con el tiempo, el adhesivo podrá utilizarse en casa y beneficiar a cualquier persona, pero será especialmente valioso para el cuidado de mujeres embarazadas y deportistas.
La tecnología de ultrasonidos convencional sólo está disponible en los hospitales y requiere equipos grandes y voluminosos que proporcionan imágenes de una breve sesión. Ahora, la misma tecnología podría estar disponible en forma de un pequeño parche que se puede llevar puesto.
"Será un cambio de juego en el campo de la imagen médica, especialmente en el de los ultrasonidos, y en el de los dispositivos portátiles", dice Xuanhe Zhao, doctor, parte del equipo del MIT y autor principal del reciente artículo de Science sobre el dispositivo.
Una mirada al interior
Para obtener imágenes con los ultrasonidos tradicionales, primero se aplica un gel a la piel para ayudar a transmitir las ondas de ultrasonido. Estas ondas son producidas por una sonda en forma de bastón que se presiona en la zona deseada. Las ondas rebotan en los órganos internos del cuerpo y vuelven a ser recogidas por la sonda, creando una imagen.
En lugar de un gel y un palo, Zhao y su equipo inventaron una sonda de parche delgado que se acopla a un "acoplante" similar a la gelatina que facilita la transferencia de las ondas ultrasónicas. El adhesivo tiene 2 centímetros cuadrados y entre 2 y 3 milímetros de grosor, más o menos el tamaño y el grosor de una moneda de níquel. El parche permite obtener imágenes tanto cerca de la superficie como hasta 20 centímetros de profundidad.
Pegado a usted
El adhesivo se probó en 15 sujetos en distintas zonas del cuerpo -como el brazo, el cuello y el pecho-, lo que puso de manifiesto algunas de sus posibles ventajas. Los participantes fueron monitorizados durante 48 horas y realizaron actividades cotidianas como caminar, correr y montar en bicicleta.
Cuando se aplicó al brazo, por ejemplo, el adhesivo de ultrasonidos fue capaz de obtener imágenes continuas del bíceps durante un periodo de 48 horas. Fue lo suficientemente sensible como para que Zhao pudiera monitorizar los microdaños en estos músculos durante y después de una sesión de levantamiento de pesas de una hora.
"En el futuro, si se combina con algún algoritmo de procesamiento de imágenes, el adhesivo de ultrasonidos podrá avisar cuando el ejercicio sea suficiente", dice Zhao, lo que podría prevenir lesiones o ayudar a guiar la rehabilitación.
Cuando se coloca en el cuello, el adhesivo es capaz de controlar la presión arterial (PA). La presión arterial medida con un manguito es difícil de llevar, fiable y a largo plazo, dice Zhao. Este dispositivo podría controlar continuamente el diámetro de la arteria carótida y avisar a los pacientes y a los médicos de una presión arterial elevada.
Cuando se coloca en el pecho, el enfermero obtiene imágenes del corazón, lo que ofrece posibles nuevas opciones de tratamiento para quienes tienen problemas cardíacos. Los ultrasonidos pueden aplicarse directamente sobre el pecho y enviar imágenes o vídeos a los médicos, afirma Zhao.
Otra característica -que no se probó en el estudio pero que tiene potencial, según Zhao- es la capacidad de monitorizar fetos. Por lo general, las mujeres se someten a dos o tres ecografías durante el embarazo. El adhesivo de ultrasonidos podría permitir a la madre y a su médico ver al feto con la frecuencia necesaria para garantizar su buena salud.
Próximos pasos
Actualmente, la pegatina está conectada a una caja de datos mediante cables. Zhao y su equipo están trabajando para crear un adhesivo de segunda generación que sea inalámbrico y pueda conectarse al smartphone del usuario. Calcula que el sistema integrado tardará entre 2 y 5 años en hacerse inalámbrico y recibir la aprobación de la FDA para su uso médico en Estados Unidos.
Estos son los primeros pasos de lo que espera que sea un gran avance en la tecnología portátil, con el objetivo final de "mejorar la salud de todo el mundo", afirma.