Evitar que los niños muerdan: Estrategias y consejos para los padres

Estás disfrutando de una tarde soleada en el patio de recreo cuando, de repente, ves a tu hijo pequeño con los dientes clavados en el brazo de un compañero de juego. Horrorizado, se apresura a disciplinar a su pequeño vampiro, pero ¿cuál es la mejor manera de manejar la situación?

Morder es una parte normal del desarrollo infantil. Los niños pequeños muerden por muchas razones diferentes, desde la dentición hasta para ver qué reacción provocan. Muchos niños de entre 1 y 3 años pasan por una fase de morder, que acaban superando.

Aun así, morder es algo que se quiere desalentar. Afortunadamente, hay formas de disuadir a tu pequeño mordedor de que hinque los dientes en todo lo que camina y habla.

Por qué los niños muerden

Los niños muerden por varios motivos... y la mayoría no son intencionadamente maliciosos.

  • Están sufriendo.

    Cuando los bebés muerden, normalmente es porque les están saliendo los dientes. Lo hacen para aliviar el dolor de sus encías hinchadas y sensibles.

  • Están explorando su mundo.

    Los niños muy pequeños utilizan la boca para explorar, igual que utilizan las manos. Casi todo lo que cogen los bebés o los niños pequeños acaba en la boca. Los niños de esta edad aún no son capaces de evitar morder el objeto que les interesa.

  • Buscan una reacción.

    Parte de la exploración es la curiosidad. Los niños pequeños experimentan para ver qué tipo de reacción provocan sus acciones. Morderán a un amigo o a un hermano para escuchar la exclamación de sorpresa, sin darse cuenta de lo dolorosa que es la experiencia para esa persona.

  • Están deseando llamar la atención.

    En los niños mayores, morder es sólo uno de los varios malos comportamientos utilizados para llamar la atención. Cuando un niño se siente ignorado, la disciplina es al menos una forma de llamar la atención, aunque la atención sea negativa y no positiva.

  • Se sienten frustrados.

    Morder, al igual que pegar, es una forma que tienen algunos niños de reafirmarse cuando todavía son demasiado pequeños para expresar sus sentimientos de forma eficaz a través de las palabras. Para tu hijo, morder es una forma de recuperar su juguete favorito, de decirte que no está contento o de hacer saber a otro niño que quiere que le dejen en paz.

 

Cómo dejar de morder

Practica la prevención para que tu hijo sea menos propenso a morder en primer lugar.

  • Si a tu bebé le están saliendo los dientes, asegúrate de tener siempre a mano un mordedor fresco o una toallita para que sea menos probable que hinque los dientes en el brazo de alguien.

  • Evite situaciones en las que su hijo pueda irritarse lo suficiente como para morder. Asegúrate de que todas las necesidades de tu hijo -incluyendo la alimentación y la siesta- están cubiertas antes de salir a jugar. Lleve consigo un tentempié para calmar a su hijo si se pone de mal humor por tener hambre.

  • En cuanto tu hijo sea lo suficientemente mayor, fomenta el uso de palabras ("Estoy enfadado contigo" o "Ese es mi juguete") en lugar de morder. Otras formas de expresar la frustración o el enfado son abrazar un peluche o golpear una almohada. A veces, acortar las actividades o dar un respiro a tu hijo puede ayudar a evitar el aumento de la frustración que puede llevar a morder y a otros malos comportamientos.

  • Dedique a su hijo suficiente tiempo a lo largo del día (por ejemplo, leyendo o jugando juntos), para que no muerda sólo para llamar la atención. La atención adicional es especialmente importante cuando su hijo está atravesando un cambio importante en su vida, como una mudanza o la llegada de un hermanito. Si su hijo es propenso a morder, vigile a sus compañeros de juego e intervenga cuando parezca que se está gestando un altercado.

Incluso con tus mejores esfuerzos de prevención, los incidentes de mordeduras pueden ocurrir. Cuando su hijo muerda, hágale saber con firmeza que este comportamiento no es aceptable diciéndole: "No. No mordemos". Explíquele que morder hace daño a la otra persona. A continuación, retira a tu hijo de la situación y dale tiempo para que se calme.

Es posible que hayas oído a otros padres decir que si tu hijo te muerde a ti, devuélvele el mordisco a tu hijo. Este no es un buen consejo. Los niños aprenden por imitación. Si muerdes a tu hijo, éste va a tener la impresión de que ese comportamiento es aceptable y será más probable que lo vuelva a hacer. Lo mismo ocurre si se pega a un niño por morder.

Si no consigues que tu hijo deje de morder, el comportamiento podría empezar a tener un impacto en la escuela y en las relaciones. Es posible que usted u otro adulto tenga que supervisar de cerca las interacciones entre su hijo y otros niños. Cuando morder se convierte en un hábito o se prolonga más allá de los 4 ó 5 años, puede ser el resultado de un problema emocional más grave. Habla con el médico de tu hijo o recurre a la ayuda de un psicólogo o terapeuta infantil.

Rx de lesiones por mordedura

Lo primero que hay que hacer ante cualquier lesión por mordedura es lavar la zona con agua y jabón. Incluso los pequeños dientes pueden romper la piel. Si la mordedura sangra y la herida parece ser profunda, llama al médico de tu hijo. La mordedura puede necesitar tratamiento médico, que podría incluir antibióticos o una vacuna antitetánica, o ambas cosas.

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