Una mirada al interior del cerebro adolescente

De los archivos del médico

Eva-Marie Fredric pensó que su hijo de 14 años, Dylan, podría encargarse de la tarea de hacer la maleta para su viaje a las montañas. Pero cuando los dos llegaron al campamento, ella encontró la tienda de campaña pero no los postes. "Dormimos al aire libre en un colchón de aire inflado, muertos de frío, con el perro acurrucado entre nosotros", dice Fredric.

Los adolescentes a menudo frustran a sus padres por su incapacidad para recordar información clave y llevar la cuenta de sus cosas. Parte del problema, según Doris Trauner, profesora de neurociencias y jefa de neurología pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, es que sus cerebros no están lo suficientemente desarrollados como para hacer estas cosas de forma constante y correcta.

El desarrollo del cerebro de los adolescentes

Trauner afirma que, aunque el cerebro sigue cambiando a lo largo de la vida, no completa su desarrollo hasta que la persona llega a la mitad o al final de sus 20 años. Durante la fase inicial de desarrollo, las células nerviosas, o neuronas, están ocupadas haciendo conexiones entre sí.

El lóbulo frontal y el córtex parietal son dos áreas del cerebro que no completan su desarrollo hasta el final de la adolescencia o el principio de la veintena, y ambas están implicadas en lo que se conoce como funcionamiento ejecutivo: la capacidad de realizar tareas como la planificación, la atención y el razonamiento. Esta es una de las razones por las que los conductores adolescentes de entre 16 y 19 años tienen cuatro veces más probabilidades de chocar que los mayores.

El cerebro de un niño tiene muchas más células nerviosas y conexiones que el de un adulto. Antes de que el lóbulo frontal y el córtex parietal maduren, los niños y adolescentes pueden hacer uso de algunas de estas neuronas "extra" para recordar, planificar y razonar. "Sí, un niño o un adolescente puede planificar y recordar, pero no tan bien como uno quisiera", dice Trauner. "Esto no significa que no debas tener expectativas. Pero si se equivocan, hay que darles un poco de margen".

Desde el fiasco de la carpa, Fredric aprendió a recordar, cuando Dylan comete una metedura de pata, que la situación podría ser peor. Dice: "A día de hoy, te dirá que fue su noche de acampada favorita".

Cómo ayudar a tu hijo adolescente a recordar

Anime a su hijo adolescente a evitar los fallos cerebrales sin parecer un padre regañón con soluciones prácticas.

Establezca límites. Puede ayudar a moldear el cerebro en desarrollo de su adolescente estableciendo límites claros y proporcionando directrices precisas sobre lo que es y no es aceptable.

Modele el comportamiento. Mostrarle a tu hijo cómo comportarse es tan importante como establecer límites. "Si usted es un modelo de razonamiento o de consideración de las consecuencias de sus acciones, su hijo lo va a captar e incorporar al aprendizaje del funcionamiento ejecutivo", dice Trauner.

Enseñar la causa y el efecto. Pensar en las posibles consecuencias de nuestras acciones antes de realizarlas es una función ejecutiva importante. Basta con enumerar las posibles consecuencias de una acción cuando se establece una norma.

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