La postura del cuervo es una gran postura de equilibrio. La postura del cuervo puede ayudar a preparar tu mente y tu cuerpo para la meditación. Es una postura fácil de notar una mejora. A medida que trabajas en la postura del cuervo, puedes notar que tus brazos, muñecas y hombros se fortalecen. Los músculos de los dedos, las muñecas y los antebrazos también se estiran durante este movimiento.
¿Qué es la postura del cuervo?
La postura de yoga del cuervo, llamada Kakasana en sánscrito, es una postura de yoga que se centra en la parte superior de su cuerpo. Esta postura de yoga se considera una posición de yoga de equilibrio de brazos. Esto significa que cuando se practica la postura, se utilizan principalmente los brazos o las manos para equilibrar todo el cuerpo.
Otra postura similar es la posición de la grulla, o Bakasana en sánscrito. Se centra en las mismas partes del cuerpo que la postura del cuervo.
Postura del cuervo
La pose de yoga del cuervo se puede hacer en tres pasos. Pero es posible que necesites trabajar hasta hacer el movimiento correctamente. Está bien comenzar con variaciones para principiantes para ayudar a fortalecer los músculos que ayudarán a mantener su cuerpo en esta pose.
Empieza en cuclillas. Para prepararte para la postura del cuervo, tendrás que ponerte en cuclillas, con los pies y las rodillas bien separados. Mientras estás en la posición de cuclillas, pon los brazos entre las rodillas. Coloca las manos justo debajo de los hombros y apoya las manos en el suelo.
Apoye su peso estirando los dedos y girando las manos hacia dentro.
Lleva las rodillas hacia los brazos. Una vez que estés en posición, dobla ligeramente los codos, girándolos hacia fuera. A continuación, apoye las rodillas contra la parte superior de los brazos. Inclínate ligeramente hacia delante hasta que sientas que tu peso presiona las muñecas.
Si necesitas parar en este punto, puedes hacerlo. Seguirás viendo los beneficios de la corriente hasta este punto. Tus antebrazos se están estirando y tus muñecas se están fortaleciendo al soportar tu peso.
Levanta los pies del suelo. Cuando tus codos estén soportando tu peso, empezarás a levantar cada pie lentamente. Una vez que hayas levantado los pies, haz equilibrio sobre las manos durante al menos 10 segundos. Cuanto más tiempo practiques la postura del cuervo, más tiempo serás capaz de mantener la postura. Puedes aspirar a mantenerla entre 30 segundos y 1 minuto o más.
Para terminar el movimiento, baja lentamente los pies al suelo. Luego puedes sentarte y relajar las muñecas. Cuando sea posible, puedes volver a empezar la postura del cuervo.
Variaciones de la postura del cuervo
Una versión más difícil de la pose del cuervo es hacerla con los brazos rectos. También se denomina postura de la grulla o postura de la rana avanzada. Es otra forma de fortalecer los músculos de los brazos al mantener la postura con los brazos rectos. Esta variación utiliza más fuerza en los hombros y eleva tu centro de gravedad. Otra cosa que hace que esta variación de la postura sea más desafiante es que estás poniendo tus rodillas más arriba en tus axilas.
Otra variación de la postura del cuervo es la parada de cabeza de cuervo a trípode. Esta transición puede ser desafiante pero también gratificante. Para hacer esta variación, necesitarás sentirte cómodo haciendo la postura del cuervo y la postura del trípode. Esta variación no es para principiantes.
Es una postura que funciona bien para las personas que están familiarizadas con la alineación de sus vértebras cervicales para evitar causar problemas de cuello o espalda. Un error común es colapsar la zona de los hombros o la parte superior de la espalda, poniendo mucha tensión en el cuello.
Otra variación del cuervo es la extensión del bebé de aire. Para hacer esta postura de yoga, girarás una mano hacia fuera 90° y colocarás la otra un poco más adelante. A continuación, te elevarás en la postura del cuervo, desplazarás tu peso hacia la mano girada y empezarás a enderezar la pierna contraria hacia delante y hacia atrás. Para mantener el equilibrio, tendrás que hacerlo lentamente.
Beneficios de la postura del cuervo
Más allá de los beneficios de equilibrio, los beneficios de la pose de yoga del cuervo son abundantes para sus brazos, núcleo, e incluso el estado de ánimo. La pose del cuervo puede ayudar a construir los músculos del abdomen y la fuerza del brazo. Otro beneficio de la postura del cuervo es la mejora del estado de ánimo.
Otro beneficio de la postura del cuervo es una mejor postura. Esta postura se centra en los músculos del núcleo, los brazos, las manos, los omóplatos y las rodillas, mejorando en última instancia su postura. Otras mejoras físicas incluyen:
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Flexibilidad de la parte inferior del cuerpo
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Entrenamiento de glúteos y muslos
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Columna vertebral superior
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Flexor de la cadera
La postura del cuervo puede mejorar potencialmente tus niveles de concentración también. También puede aumentar su estado de ánimo y la confianza.
Postura del cuervo de yoga para principiantes
Cuando intentas hacer la postura del cuervo por primera vez, la parte del equilibrio puede ser la más desafiante. Asegúrate de poner un cojín delante de ti para no tener que preocuparte de hacerte daño si te caes de bruces. Es más probable que te concentres en los movimientos de tu cuerpo si no te preocupa caer.
Aquí tienes algunos consejos para hacer la postura del cuervo correctamente:
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Mantén los codos, los hombros y las muñecas alineados entre sí.
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Mantenga la mirada dirigida hacia delante, no hacia abajo.
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Deja que tu espalda siga una forma de gato.
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Utiliza los músculos del núcleo y de las costillas para mantener el equilibrio y la elevación.
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No dejes que las piernas se apoyen en los brazos.
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Asegúrate de que los talones están cerrados y orientados hacia los glúteos.
Calentar los brazos y las muñecas es un paso importante para prepararse para la postura del cuervo. Fortalecer los músculos del núcleo va a ser lo más beneficioso para realizar con éxito esta postura. Pero la práctica de las posturas del cuervo y la grulla también requiere mucha fuerza en los brazos.
No te precipites en esta postura. Es mejor para tu cuerpo tomártelo con calma y encontrar el equilibrio en lugar de lanzarte a esta postura.
La toma de contacto
La postura de la grulla de yoga es una postura desafiante pero gratificante. Puede ayudar a mejorar tu bienestar físico y mental. Una vez que logras esta postura, es probable que te sientas más seguro y feliz contigo mismo.