Comer bien: comer sano mientras se aísla con la diabetes de tipo 2

Si tiene diabetes y está aislado en casa, preparar comidas nutritivas puede ser un reto. Pero tienes que encontrar la manera de comer bien.

Tu primer paso puede ser buscar un dietista que te indique lo que debes comer y lo que debes tener a mano mientras estés en cuarentena. Pero habla también con tus conocidos. Busca en Internet a otras personas con diabetes. Averigua cómo afrontan el reto. Más de 30 millones de personas en Estados Unidos tienen diabetes. Hay ayuda ahí fuera.

¿Qué es una buena dieta?

Si tienes diabetes, tanto si estás en cuarentena como si no, comer bien significa elegir alimentos saludables, en la cantidad adecuada, en el momento oportuno y manteniendo los niveles de azúcar en sangre saludables.

Abastécete de alimentos saludables que te duren (para no tener que ir al supermercado tan a menudo), y aléjate de los malos (bebidas azucaradas, cereales refinados como los del pan blanco, y los grandes culpables: patatas fritas, galletas y dulces). Hazlo y podrás salir de la cuarentena sano y feliz.

Lo que necesitas

Para llevar a cabo una cuarentena exitosa con diabetes, necesitas abastecerte de alimentos saludables que te permitan disfrutar de comidas equilibradas con regularidad.

Si tu nivel de azúcar en sangre empieza a bajar, es bueno tener a mano algunos carbohidratos simples para recuperarlo. Cosas como:

  • Caramelos duros

  • Paletas de hielo

  • Gelatina

  • Gaseosa (normal, no dietética)

  • Miel

  • Mermelada

El aislamiento puede ser aburrido y estresante, y eso puede llevar a algunos malos hábitos alimenticios. Pero se puede comer sano, incluso en el aislamiento.

Una forma: el método del plato.

Llena la mitad de tu plato con verduras sin almidón, como brócoli, coliflor, zanahorias y judías verdes. No te preocupes por tener las frescas a mano. Las verduras congeladas suelen aportar tantas vitaminas como las frescas.

Llena una cuarta parte de tu plato con proteínas como judías, pollo, pavo o huevos. Las judías son una gran opción proteica y son fáciles de almacenar a largo plazo. Un pollo entero puede durar un año en el congelador. Los trozos duran unos 9 meses congelados. Los huevos duran entre 3 y 5 semanas en la nevera.

Llena la última cuarta parte de tu plato con alimentos con almidón, como pasta integral, patatas o alubias. La pasta y las alubias se conservan durante mucho tiempo en tu estantería. Y puedes encontrar patatas en el pasillo de congelados de tu supermercado.

Las frutas enlatadas (en zumo de fruta 100% sin azúcar añadido) y las verduras sin sal también pueden ser una buena opción. Y no olvides beber mucha agua. El contenido de agua de tus alimentos y otras bebidas cuenta.

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