La parálisis cerebral es una enfermedad que impide a las personas controlar sus músculos. Aunque no hay una forma segura de prevenirla, se pueden tomar medidas para hacerla menos probable. Los médicos no entienden del todo por qué se produce, y no hay cura.
La parálisis cerebral (PC) se produce cuando el cerebro no se desarrolla normalmente. En la mayoría de los casos, se produce cuando el bebé está en el útero, pero también puede desarrollarse en la primera infancia.
Una de las posibles causas de la parálisis cerebral son los genes: Hay un problema con el plan de crecimiento del cuerpo que afecta al progreso del cerebro.
Pero hay otras cosas que pueden desencadenarla. Aunque la mayoría de las veces no se conoce una causa específica, la parálisis cerebral también puede desarrollarse porque:
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La madre contrae una infección durante el embarazo y ésta perjudica al bebé.
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Algo limita el suministro de sangre al cerebro del bebé en el útero.
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La madre abusa del alcohol o las drogas durante el embarazo.
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Un parto difícil impide que el cerebro del bebé reciba suficiente oxígeno.
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Un bebé contrae una infección que provoca una inflamación en el cerebro o cerca de él.
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Un accidente o una caída lesionan el cerebro del niño.
Hay varias precauciones que los padres pueden tomar para que estas posibles causas sean menos probables. Para la futura madre, un embarazo saludable juega un papel importante.
Tu salud y tu estilo de vida
Una madre lo más sana posible da a su bebé más posibilidades de estarlo también.
Si quieres quedarte embarazada:
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Asegúrate de que cualquier afección médica -diabetes, presión arterial alta, infecciones de transmisión sexual (ITS) o trastornos alimentarios- está siendo tratada.
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No fumes, ni consumas drogas, ni bebas demasiado alcohol (borracheras). Si tienes problemas con alguno de ellos, pide ayuda a tu médico o a las enfermeras para que te asesoren y lo controles.
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Habla con un profesional de la salud si tienes mucho estrés o si vives o trabajas cerca de sustancias tóxicas.
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Asegúrate de estar al día con las vacunas, incluida la de la gripe, para protegerte de enfermedades como la rubeola (sarampión alemán) antes de quedarte embarazada. El sarampión durante el embarazo puede afectar al cerebro del bebé.
Mientras esperas
Un embarazo saludable ayuda a prevenir los problemas que pueden contribuir a la parálisis cerebral. Si estás embarazada:
Acude al médico para recibir cuidados prenatales regulares. Eso puede ayudar a proteger contra complicaciones como el bajo peso al nacer y el nacimiento prematuro.
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Protégete contra las infecciones. Lávate las manos con frecuencia. Si te sientes mal o tienes fiebre, llama inmediatamente a tu médico.
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Haz que el médico compruebe si tú y tu bebé tenéis tipos de sangre diferentes. Si es así, la medicación puede evitar que eso cause problemas. Esto también puede hacerse después de que nazca tu bebé.
Cuando nazca tu bebé
Un par de pasos importantes pueden ayudar a asegurar que tu recién nacido está en el camino correcto.
Antes de salir del hospital, hay que comprobar si tu pequeño tiene ictericia (piel y ojos amarillentos). Detener eso puede ayudar a prevenir un posible problema que puede conducir a la parálisis cerebral.
Además, las vacunas rutinarias recomendadas para tu bebé pueden protegerlo contra la meningitis y la encefalitis. Estas enfermedades pueden contribuir a la parálisis cerebral.
Mientras crecen
La parálisis cerebral a veces se produce porque un bebé o un niño pequeño sufre una lesión en la cabeza que impide que su cerebro se desarrolle de la forma correcta. Aquí tienes algunas formas de prevenirlo.
En casa: Coloca puertas de seguridad en la parte superior e inferior de las escaleras. Instala protectores en las ventanas para que tu hijo no pueda caerse. Coloca barandillas de seguridad en su cama.
En el coche: Sujeta al bebé en cualquier tipo de asiento de seguridad que se adapte a su edad y tamaño.
Cerca del agua: Tanto si se trata de un bebé en la bañera como de niños chapoteando en una piscina o un lago, un adulto debe estar siempre vigilando. Dedícales toda tu atención. No hables por teléfono ni leas.
Durante los juegos: Cuando tu hijo monte en bicicleta, debe llevar casco. Si les llevas a un parque infantil, elige uno que tenga una superficie que absorba los golpes, como arena o mantillo de madera.
Siempre y en todas partes: Resiste cualquier impulso de golpear o zarandear a tu hijo.
Aunque estas precauciones no garantizan totalmente que tu hijo se libre de la parálisis cerebral, ayudarán a que su vida tenga un comienzo saludable.