Tu dieta puede ayudarte a sanar
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Una resección intestinal, también llamada colectomía, es una operación para extirpar parte del intestino grueso que está bloqueado o enfermo. Después de la operación, es posible que le digan qué puede y qué no puede comer. Algunos alimentos pueden irritar el intestino o empeorar los efectos secundarios de la operación. A continuación se indican las pautas sobre lo que debe evitar y cómo debe cambiar su dieta durante un tiempo después de la cirugía.
Evite los alimentos masticables o crujientes
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Debería poder beber líquidos poco después de una resección intestinal. Unos días más tarde, puede empezar a comer alimentos reales. Es posible que su médico le diga que empiece con alimentos blandos como verduras cocidas, plátanos, aguacates, puré de patatas y proteínas tiernas. Sus intestinos pueden estar hinchados después de la cirugía, y estos alimentos viajarán a través de ellos más fácilmente.
Limite la fibra
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Tu estómago no digiere completamente los alimentos ricos en fibra como el pan y los cereales integrales. Van al intestino grueso y allí se encargan de ello. Tu intestino grueso se está curando, así que no lo hagas trabajar demasiado. Una dieta baja en fibra (su médico puede llamarla "baja en residuos") durante 4 a 6 semanas puede ayudar.
Tómese un descanso de los productos crudos
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Las frutas y verduras crudas tienen un alto contenido en fibra. Pueden ser crujientes (como las zanahorias) o fibrosas (como el apio) y difíciles de masticar en trozos pequeños. Pueden tener pieles duras (como las manzanas) o semillas difíciles de digerir. Todo esto puede irritar el intestino grueso mientras se cura. Evita estos alimentos durante unas semanas mientras te recuperas, y luego vuelve a incorporarlos lentamente a tu dieta.
Evite las grasas y los aceites
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Es común tener diarrea después de una resección intestinal. Debido a que su intestino grueso es repentinamente más corto, los alimentos digeridos no tienen tanto recorrido (o tanto tiempo para formarse en heces sólidas) antes de salir de su cuerpo. Algunas cosas pueden empeorar la diarrea:
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Carnes grasas
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Mantequilla y nata
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Alimentos fritos
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Aperitivos grasos como las patatas fritas
La diarrea suele desaparecer al cabo de unas semanas. Entonces podrá volver a disfrutar de estos alimentos de vez en cuando.
Lo suave es mejor
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Los alimentos picantes pueden irritar su sistema digestivo y provocar diarrea o una incómoda hinchazón, especialmente mientras su intestino se cura. Su médico puede sugerirle una dieta blanda durante unas semanas después de la operación. Y no sólo hay que tener cuidado con los alimentos "picantes". Las hierbas y especias con texturas ásperas -como el romero picado, los granos de pimienta machacados o las semillas de alcaravea- también pueden causar problemas.
Cuidado con las legumbres y los lácteos
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Hay un tipo de azúcar en las judías que no es fácil de digerir para tu cuerpo. Por eso puedes tener gases o sentirte hinchado después de comerlas. También puedes tener problemas con la lactosa, un azúcar que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. Los gases son una parte normal de la digestión, pero mientras te curas de la cirugía intestinal pueden ser incómodos o incluso dolorosos.
Tómate un descanso del café y los refrescos
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La cafeína, que se encuentra en estas dos bebidas, es un estimulante. Eso significa que acelera la actividad de tu cuerpo -incluyendo los intestinos-. Las bebidas elaboradas con azúcar o edulcorantes artificiales también pueden provocar diarrea. Las burbujas de los refrescos pueden provocar gases e hinchazón. Es importante mantenerse hidratado después de la cirugía, pero el agua (o una bebida especial de rehidratación) es una opción más inteligente.
Deja el alcohol
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El alcohol puede estimular tus intestinos y provocar movimientos intestinales más frecuentes. Evítalo hasta que tu digestión se normalice. Además, la mayoría de los médicos dicen que no hay que beber alcohol después de cualquier tipo de cirugía. Puede interferir con tus medicamentos para el dolor y retrasar el proceso de curación.
Reparte las comidas copiosas
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Cuando empiece a comer de nuevo alimentos sólidos, es posible que se llene más rápido que antes. Intenta hacer varias comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de tres grandes. Las digerirás más fácilmente y será menos probable que te causen gases o hinchazón. Come despacio y mastica bien cada bocado -hasta conseguir una textura de puré de patatas- antes de tragarlo.
Vuelve a la normalidad lentamente
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Una vez que tu digestión esté mejor, puedes empezar a volver a una dieta normal. Añade un nuevo alimento al día, una porción cada vez, para que puedas aprender cómo reacciona tu cuerpo a cada uno. Esto también ayudará a que tus intestinos se adapten lentamente a la digestión de más alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y cereales integrales. Bebe mucha agua para no sufrir estreñimiento.