Cualquier enfermedad puede causar problemas en otras partes del cuerpo. Su médico los denominará complicaciones.
La mielofibrosis no es una excepción. No hay garantía de que vaya a tener otros problemas. Pero si los tiene, es probable que aparezcan después de haber sido diagnosticado durante un tiempo.
Puede que no los tengas. Pero si sabes qué tipos de problemas pueden afectarte, tendrás más probabilidades de detectarlos a tiempo.
Dolor de vientre y de espalda: ¿Tienes una sensación de plenitud o molestias en la zona superior izquierda de la barriga? Es posible que tengas el bazo dilatado. Si el órgano crece demasiado, puede causar dolor cuando presiona contra otras partes del cuerpo.
Sangrado: Después de padecer mielofibrosis durante un tiempo, el número de plaquetas en la sangre disminuirá por debajo de los niveles normales. Cuando no tiene suficientes plaquetas, tiende a sangrar más fácilmente. Téngalo en cuenta en caso de que tenga previsto someterse a una intervención quirúrgica o a otro procedimiento médico.
Dolor de huesos y articulaciones: Sus huesos pueden parecer duros por fuera, pero por dentro están llenos de una sustancia esponjosa llamada médula. Su función es fabricar células sanguíneas. La mielofibrosis puede hacer que la médula ósea se endurezca. Cuando esto ocurre, los tejidos conectivos que rodean los huesos se inflaman. El resultado: huesos doloridos o sensibles y sensibilidad en las articulaciones.
Crecimientos: Se supone que las células sanguíneas se forman dentro de la médula ósea. Pero la mielofibrosis puede hacer que crezcan en otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado, el bazo y el tubo digestivo. Esto puede provocar aglomeraciones o tumores que su médico denominará hematopoyesis extramedular. Pueden hacerte sangrar, toser sangre o tener convulsiones.
Gota: Su cuerpo produce ácido úrico cuando descompone alimentos como la carne, las vísceras y el marisco. Cuando se tiene mielofibrosis, el cuerpo produce más ácido úrico de lo normal. Cuando se acumula, forma cristales en forma de aguja en las articulaciones. Estos cristales provocan dolor agudo, hinchazón de las articulaciones e inflamación.
Hipertensión portal: La sangre sale del bazo y se dirige al hígado a través de la vena porta. Cuando se tiene un bazo agrandado, la sangre sale a alta presión. Esto puede forzarla a entrar en las venas más pequeñas de su estómago y esófago. A veces estallan y sangran.
Leucemia aguda: Algunas personas que tienen mielofibrosis contraen leucemia mieloide aguda. Este cáncer de la sangre puede empeorar rápidamente si no se trata.
