Cómo es realmente
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Casi todo el mundo conoce a alguien que ha tenido cáncer. Pero puede que no seas consciente de todo lo que están pasando. Para demostrarle a alguien que te importa, ayuda saber cómo es su día a día, incluidas las cosas que quizá no te cuenten. Si sigues las indicaciones de tu ser querido, estarás preparado para ayudarle en lo que puede ser un momento muy duro.
Ofrezca el tipo de ayuda adecuado
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"Hazme saber si puedo hacer algo". Suena amable, pero hace recaer la carga sobre su ser querido para que se lo pida. Es mejor hacer una sugerencia concreta, como: "¿Puedo llevarte a cenar el martes?" o "¿Quieres que vaya a tu próxima visita al médico? Llama cuando vayas a la tienda de comestibles y pregunta si puedes recoger algún artículo de su lista. Cuando alguien tiene una enfermedad grave, como el cáncer, es posible que no quiera pedir ayuda, pero le encantaría que dieras un paso adelante sin que te lo pidieran.
No compares
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Si su tía, compañero de trabajo o vecino tuvo el mismo tipo de cáncer que su ser querido, trate de no sacar el tema. El cáncer es complicado, y aunque puede haber algunas similitudes, no hay dos personas que tengan las mismas experiencias emocionales y físicas. Escuche lo que es de ellos, y lo apreciarán.
Permanece en la imagen
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Puede que la idea del cáncer te resulte abrumadora, y no pasa nada. Es probable que su ser querido también lo haga. Si no sabes qué decir, tampoco pasa nada; puede que ellos tampoco lo sepan. Un simple "estoy pensando en ti" es muy útil, incluso si no sabes qué más hacer. Envía una tarjeta o un correo electrónico. Habla de un libro que hayas leído, de una película que hayas visto o de una comida que hayas tenido con un amigo común.
Puedes hablar de tu vida
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Si te sientes reacio a hablar de tu vida o a enviar fotos de actividades divertidas, relájate. A tu ser querido probablemente le encantaría conectarse y escuchar lo que te pasa. Siguen queriendo una relación real. Cuando escuchan tus noticias y ven lo que has hecho, les da un respiro para pensar en su propia situación.
Intenta estar presente
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Si estás en la zona, es bueno ofrecerte a ir a una cita con el médico o a un tratamiento. Esto es especialmente cierto para alguien que no tiene familia cerca. Las infusiones de quimioterapia duran horas, y a menudo se supone que la gente no puede conducir a casa después. Puedes ofrecerte a ayudar con el transporte, a visitarle durante la infusión o a ambas cosas.
Llame primero
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Al igual que con cualquier otra persona, infórmate antes de la visita. Puede que tu amigo se esté preparando para una siesta, o que tenga un recuento bajo de glóbulos blancos y deba evitar estar cerca de los demás. O puede que tenga citas y no esté disponible. Asegúrate de que sabe que vas a venir y que está dispuesto a hacerlo.
Acepta las visitas de una en una
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Tanto durante como después del tratamiento, los niveles de energía física y mental de su ser querido pueden cambiar, incluso por horas. Los niveles de náuseas pueden cambiar por minutos. Si tiene una visita incómoda con su amigo, que no se siente bien en ese momento o que debe cancelar una visita, vuelva a contactar con él. Si tiene una visita estupenda, sepa que puede ser diferente la próxima vez, pero sigue significando mucho.
No es necesario que te desahogues
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Está bien hacer un cumplido a tu pareja. Pero no es necesario que hagas un escándalo por lo bien que se ve alguien. Ellos pueden preguntarse si usted esperaba que tuvieran un aspecto horrible. Recuerda que tú no puedes ver el cáncer ni el dolor que alguien pueda sentir. Y probablemente no quieran oír que parecen cansados o que deberían descansar.
El tacto es poderoso
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Ofrece un abrazo. El cáncer a menudo puede implicar mucho dolor físico, por la quimioterapia, los puertos, las cirugías y una amplia gama de efectos secundarios. Alguien que está pasando por ello puede querer tener alguna forma de contacto físico que no le duela. Tal vez aprecie un masaje en la mano, un abrazo o un masaje en la espalda. Pregúntales primero.
Intenta no dar consejos médicos
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Está muy bien preguntar cómo va el tratamiento y mostrar tu apoyo. Pero no sugieras tratamientos alternativos para sustituir sus medicamentos, y recuerda que el plan de otra persona puede no ser el adecuado en este caso. Anima a tu ser querido a compartir sus preocupaciones y preguntas con sus médicos.
Las charlas de ánimo son complicadas
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Puede que quieras decir: "¡Lo superarás!". Y puede que sea cierto. Pero a algunas personas no les gusta el lenguaje de batalla, especialmente si su cáncer está en una fase avanzada. Su idea de "vencer" puede ser diferente a la tuya. Además, es posible que su amigo o ser querido quiera que le animen, pero no que le hablen de forma irreal. Escuche cómo se sienten con respecto a su enfermedad para poder mostrarles su apoyo, ánimo y cariño.
Lo que no se debe mencionar
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No preguntes por sus probabilidades. Si quieren sacar el tema, lo harán.
No llames a su cáncer "de los buenos". Todos son difíciles de afrontar, aunque el pronóstico sea bueno.
No preguntes si alguna vez han fumado, qué han comido u otros hábitos de vida que puedan provocar vergüenza o culpabilidad.
Recuerda también a su familia
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Cuando una persona tiene cáncer, la familia también lo siente. Pregunte a los parientes cercanos cómo están. Puede que lo estén pasando mal y tengan mucho que hacer. Esté también ahí para ellos. Significará mucho para tu ser querido que tiene cáncer.
Pueden tener sentimientos encontrados
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Su ser querido termina su tratamiento contra el cáncer. Puede sentir alivio y gratitud por haber terminado. O puede sentirse preocupado por la posibilidad de que el cáncer vuelva a aparecer. O puede tener oleadas de todas esas emociones. Además, es posible que no tengan energía ni se sientan como antes. Después del cáncer, la gente necesita tiempo para adaptarse.