Lo que te hace sudar

Calor y humedad

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Cuando sube la temperatura, tus glándulas sudoríparas (entre 2 y 4 millones) entran en acción, produciendo la transpiración. La sudoración es la forma natural que tiene tu cuerpo de mantenerte fresco. Una parte del sudor se evapora de la piel, llevándose el calor consigo. El resto corre por la cara y el cuerpo. Sientes más calor cuando hay humedad porque el aire más húmedo deja menos espacio para que el sudor se evapore de tu cuerpo.

Volverse loco

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Cuando estás enfadado y alcanzas tu punto de ebullición, tu cuerpo libera hormonas del estrés que aumentan tu ritmo cardíaco y tu presión arterial y elevan tu temperatura corporal, lo que puede provocar sudoración. La ira es una emoción saludable de vez en cuando, pero perder los nervios con regularidad podría ser señal de un problema.

Haz ejercicio

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Romper a sudar es una forma de saber que estás haciendo un buen ejercicio. Como pierdes líquido cuando sudas -especialmente cuando hace calor- necesitas mantenerte hidratado. Recuerda beber agua antes de hacer ejercicio, durante la actividad y después de terminar. Esto ayudará a tu temperatura corporal y a tu rendimiento, también.

Estar bajo presión

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Cualquiera que haya incumplido un gran plazo de entrega en el trabajo o se haya atragantado delante de un público sabe cómo el estrés, la ansiedad y la vergüenza pueden hacerte sudar. El estrés emocional afecta a las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos y de las plantas de los pies, por eso puede resultar incómodo dar la mano cuando se está nervioso.

Fiebre

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A menudo, cuando estás enfermo, tu cerebro sube unos grados el termostato de tu cuerpo. Sentirás frío y tendrás escalofríos mientras tu cuerpo intenta hacer un lugar menos acogedor para los gérmenes. Cuando la fiebre cese y el termostato vuelva a la normalidad, sentirás calor y empezarás a sudar. El sudor ayuda a refrescarte a unos 98,6 grados de nuevo.

Estar enfermo

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No es necesario tener fiebre. La sudoración puede ser un síntoma de dolor en el pecho relacionado con el corazón, llamado angina, y de un ataque cardíaco. Las infecciones, la diabetes y una glándula tiroidea hiperactiva también pueden abrir las compuertas. Algunas enfermedades, como el cáncer, la tuberculosis y el VIH, pueden provocar sudores nocturnos. Si sudas mucho y te preocupa, acude a tu médico.

Café

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Esa taza de café matutina hará algo más que despertarte. El café desencadena la transpiración de dos maneras. En primer lugar, la cafeína activa el sistema nervioso central, poniendo en marcha las glándulas sudoríparas (cuanta más cafeína se toma, más se suda). En segundo lugar, el calor de la propia bebida puede hacer que tu cuerpo se sienta lo suficientemente caliente como para sudar.

Alimentos picantes

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Cuando muerdes un burrito con doble jalapeño, ¿por qué sientes que acaba de estallar un fuego de cuatro alarmas en tu boca? Los alimentos picantes engañan a tu cuerpo haciéndole creer que están calientes al activar los mismos receptores nerviosos que responden al calor. Por eso un plato de alitas picantes o un tazón de sopa picante pueden hacer que la lengua chisporrotee y la cara se llene de sudor.

La menopausia y los sofocos

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Durante la menopausia, la caída de los niveles de estrógeno juega con el hipotálamo, el medidor de temperatura del cuerpo. No importa lo frío que esté el exterior, un sofoco hará que tu cuerpo piense que estás en medio de una ola de calor. En un intento desesperado por deshacerse del exceso de calor, los vasos sanguíneos de la piel se ensanchan y las glándulas sudoríparas se ponen a trabajar a toda máquina, lo que hace que te sientas sonrojado, sudoroso y deseando una ducha fría.

Demasiado alcohol

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Sueles saber enseguida cuando alguien ha bebido demasiado. Se tambalea de pie, arrastra las palabras y tiene la cara enrojecida y sudorosa. La sudoración se debe a un efecto llamado vasodilatación, es decir, el ensanchamiento de los vasos sanguíneos de la piel.

Fumar

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He aquí otra razón para acabar con ese cigarrillo: La nicotina hace que tu cuerpo libere la sustancia química acetilcolina, que activa las glándulas sudoríparas. También aumenta el ritmo cardíaco, la presión arterial y la temperatura corporal.

La abstinencia de la nicotina también provoca un exceso de sudoración, pero si consigues sudar lo suficiente como para dejar el hábito, reducirás las probabilidades de padecer cáncer, enfisema y docenas de otras enfermedades.

Efecto secundario de los medicamentos

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Aunque están destinados a hacernos sentir mejor, algunos medicamentos pueden causar sus propios síntomas. La sudoración puede ser un efecto secundario de muchos medicamentos, como algunos antidepresivos, antiinflamatorios no esteroideos (AINE), medicamentos para la presión arterial, tratamientos contra el cáncer y medicamentos para la diabetes. Si su medicación le hace sudar demasiado, hable con su médico para que le cambie la dosis o le cambie a otro medicamento.

Amor

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Puede que sientas que has perdido la cabeza, pero el enamoramiento comienza en realidad en tu cerebro, con un torrente de "sustancias químicas del amor" similares a la adrenalina. Éstas son las responsables de que el corazón se acelere, las palmas de las manos suden y otros signos físicos reveladores de que estás enamorado.

Embarazo

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Las hormonas que recorren tu cuerpo y un ritmo metabólico más rápido pueden hacer que tengas más calor del habitual y que tus glándulas sudoríparas estén más activas. Asegúrate de beber suficiente agua durante esos 9 meses para manteneros hidratados a ti y a tu bebé. Después de la llegada del pequeño, seguirás sudando durante unas semanas, ya que tu cuerpo se deshace del líquido extra que retuvo durante el embarazo.

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