Aumenta las libras
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La comida rápida es cómoda y barata, pero a la larga se paga un precio mayor. Esas hamburguesas, patatas fritas y batidos suelen tener más grasa, calorías y carbohidratos altamente procesados de los que tu cuerpo necesita en una sola comida. Esto puede conducir rápidamente a un aumento de peso y a la obesidad si lo comes a menudo.
Daña tu corazón
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El sodio hace que la comida rápida sepa mejor y evita que se estropee. Pero una sola hamburguesa con queso y tocino puede contener el valor diario recomendado de sodio. Esa es la cantidad de un nutriente que los expertos sugieren consumir cada día. Un exceso de sodio eleva la presión arterial y daña los vasos sanguíneos. También aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.
Aumenta el azúcar en la sangre
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Los panecillos, los bollos y los alimentos empanados tienen un alto contenido de carbohidratos procesados que tu cuerpo descompone en azúcar. Cuando los niveles de azúcar en sangre aumentan, el cuerpo bombea insulina para nivelar la situación. Con el tiempo, estos constantes picos de azúcar pueden desgastar el páncreas (el órgano que produce la insulina). Esto hace que los niveles de azúcar en sangre se mantengan altos, lo que desencadena la diabetes de tipo 2.
Abre la puerta a los problemas digestivos
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La comida rápida puede tener un buen sabor, pero es posible que no te sientas bien una vez que llega a tu organismo. Los alimentos con alto contenido en sodio (¿alguien quiere patatas fritas?) pueden provocar temporalmente hinchazón. Si a esto le sumamos las bajas cantidades de fibra dietética, el tracto digestivo se atasca. Esto puede llevar a un estreñimiento que te pone en riesgo de padecer hemorroides, hernias y diverticulitis.
Afecta a tu estado de ánimo
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Lo que comes y bebes puede influir en cómo te sientes mental y físicamente. La comida rápida carece de las vitaminas, minerales y otros nutrientes que tu cuerpo necesita para mejorar tu estado de ánimo. Las investigaciones sugieren que los alimentos rápidos y procesados que compras en la tienda pueden estar relacionados con un mayor riesgo de depresión.
Te hace estar cansado
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Cuando un montón de carbohidratos procesados llegan a tu sistema, tu nivel de azúcar en la sangre se eleva rápidamente y luego baja con la misma rapidez. Esto puede hacer que te sientas cansado. Si tomas una bebida de café azucarada para despertarte, el ciclo vuelve a empezar.
Podría afectar a tu fertilidad
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Los ftalatos, sustancias químicas sintéticas que disuelven los materiales y hacen que los plásticos sean duraderos, están en todo, desde los juguetes hasta la comida rápida. Estudios recientes han relacionado los ftalatos con problemas de fertilidad y con un mayor riesgo de trastornos de aprendizaje y comportamiento en los niños.
Cambia tus hábitos de baño
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Debido a que está altamente procesada, la comida rápida -especialmente la que es frita o cremosa- puede ser difícil de digerir. Si tu cuerpo no puede descomponerla, llega al colon y se convierte en ácidos grasos que provocan diarrea.
Invita a las enfermedades dentales
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Los altos niveles de carbohidratos y azúcar de la comida rápida, incluidos los refrescos, aumentan la cantidad de ácidos en tu boca. Éstos desgastan el esmalte de tus dientes y aumentan el riesgo de caries, de deterioro de los dientes y de enfermedades de las encías.
Desgaste de los huesos y las articulaciones
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El exceso de peso y la obesidad provocados por la comida rápida ejercen una presión extra sobre tus articulaciones, especialmente sobre las caderas y las rodillas. Esto te hace más propenso a sufrir fracturas en los huesos que rodean las articulaciones.
Aumenta el riesgo de sufrir problemas respiratorios
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Una cena de pollo frito no afectará a tu forma de respirar. Pero el exceso de comida rápida puede provocar un peso extra que aumenta el riesgo de padecer asma, especialmente en las mujeres. Se necesita más investigación para saber exactamente por qué, pero los primeros estudios muestran que el tejido graso provoca una inflamación que puede afectar a tus pulmones.
Provoca brotes en la piel
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La comida rápida está llena de ingredientes que no juegan bien con tu piel. El azúcar puede reducir los niveles de colágeno y provocar signos de envejecimiento prematuro, como las arrugas. La sal drena la humedad de tu piel, pero ayuda a tu cuerpo a mantener el agua que causa las bolsas bajo los ojos. Las cantidades elevadas de grasas saturadas disparan las hormonas que intervienen en el acné.
Afecta a tu memoria
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Los expertos creen que las grasas saturadas y las trans le dicen a tu cuerpo que produzca placas en el cerebro. Estas causan demencia y elevan el riesgo de padecer Alzheimer tres veces más que quienes no comen comida rápida.