De los archivos del médico
El juego es una parte tan natural de la infancia. A veces olvidamos que no siempre es sólo diversión y juego. También es crucial para promover un desarrollo saludable y mantener unos vínculos sólidos entre padres e hijos. Los especialistas en infancia afirman que esto es igualmente cierto para los niños con retrasos cognitivos, que pueden surgir de anomalías genéticas, problemas en el sistema nervioso o trastornos del desarrollo.
doctor consultó a los expertos sobre cómo puedes dirigir eficazmente el juego de tu hijo si tiene algún tipo de retraso cognitivo.
Entender qué es el juego
Como padres, deben entender el papel del juego en la vida de sus hijos. Stephanie Pratola, terapeuta de juego registrada y psicóloga clínica en Salem, Virginia, afirma que el juego ayuda a los niños a formar vínculos. Como una de las formas en que los niños se comunican activamente con los demás, "es su forma de relacionarse. Ayuda a construir la relación", que es un proceso que puede necesitar atención especializada para los niños con retrasos cognitivos.
Céntrese en lo que su hijo puede hacer y en lo que hace bien
''En lugar de centrarte en los déficits de tu hijo, céntrate en los puntos fuertes'', dice Kat Davitt, especialista certificada en vida infantil del Centro Médico Infantil Cook de Fort Worth (Texas). Destaca que los padres deben prestar atención a lo que sus hijos pueden hacer y a las actividades que les hacen felices.
Davitt señala que, aunque su hijo tenga retrasos cognitivos, lo más probable es que sus juegos se parezcan a los de un niño de desarrollo típico. Como consecuencia de las dificultades de socialización, los niños autistas pueden ser a veces la excepción. No obstante, las actividades lúdicas son igual de importantes para su desarrollo que para cualquier otro niño.
Determine las preferencias de su hijo
Pratola afirma que incluso los niños pequeños tienen preferencias a la hora de jugar. Sólo tienes que averiguarlas y seguir el ejemplo de tu hijo.
Pratola afirma que es importante descifrar qué tipo de estimulación es más atractiva para tu hijo. A algunos niños les gustan los peluches blandos y peludos, mientras que a otros les resultan más atractivas las pelotas de plástico duro. Algunos niños responden a los juegos ruidosos, mientras que otros prefieren el silencio. La experta anima a los padres a dar un paso atrás y observar las expresiones de sus hijos para distinguirlas.
Asimismo, Davitt afirma que es importante que los padres sean conscientes y acepten el hecho de que sus hijos con retos cognitivos puedan seguir jugando con juguetes recomendados para un rango de edad inferior.
Estar en el momento
Aunque es posible que esperes que el juego de tu hijo sirva para alcanzar algún objetivo apreciable, para lograr algo que sea medible, Pratola persuade a los padres de niños con retraso cognitivo de que piensen en el tiempo de juego de forma diferente.
"El juego real no está orientado a un objetivo", dice. Más bien, "se le presenta al niño una oportunidad y se le sigue la pista de lo que quiere aprender". A partir de aquí, el desarrollo cognitivo y otros beneficios vendrán por añadidura. Su objetivo, como padre, debe ser fomentar la relación con su hijo y asegurarse de que ambos disfrutan de la compañía del otro. Para ello, puede resultarle útil presentarse en modo divertido, en lugar de ponerse su estricta gorra de padre.
Para que el tiempo de juego tenga éxito, Pratola dice que también hay que reservar un tiempo específico para jugar. Haz que sea una prioridad. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es importante.
Recurre a la ayuda de los terapeutas de tu hijo
Los retrasos cognitivos abarcan una amplia variedad de dificultades, y las personalidades de los niños pueden ser muy diferentes. Por eso es buena idea consultar con el fisioterapeuta, el logopeda, el terapeuta ocupacional y cualquier otro experto que ayude y guíe el desarrollo de tu hijo. Pídeles que te orienten sobre las actividades específicas que puedes realizar en casa.
Al mismo tiempo que te centras en la diversión, también es importante que conozcas las razones que hay detrás de algunas de las sugerencias que los expertos pueden hacer para las actividades lúdicas que puedes disfrutar con tu hijo.
A continuación, se exponen algunas de las razones de ciertas sugerencias de los expertos, en cuanto a las mejores actividades para niños con retraso cognitivo en diferentes grupos de edad.
Consejos para jugar: Recién nacido a la edad de 1 año
Pratola afirma que el juego motor sensorial es beneficioso a esta temprana edad. Estas actividades implicarán juegos corporales, como las cosquillas, junto con mucha interacción cara a cara y contacto visual. Asegúrate de realizar juegos que le hagan sentir bien a tu hijo y que incluyan elementos táctiles, como por ejemplo, hacer un juego de frotarle la barriga.
Trish Cox, especialista certificada en vida infantil y trabajadora social del Distrito Escolar de Portsmouth, en New Hampshire, afirma que a esta edad los móviles también son muy importantes para un desarrollo saludable, porque atraen los sentidos visuales de los niños. Sugiere canciones de cuna, sonajeros y juguetes con diferentes sonidos, incluso juguetes o libros con distintos olores, para involucrar todos los sentidos del niño.
Ofrece un espejo para que el niño pueda mirarse", sugiere Cox. Piensa en una alfombra de juego para que pueda pasar tiempo en el suelo en diferentes posiciones.
Consejos para jugar: De 1 a 3 años
El juego sensorial debe continuar desde el primer hasta el tercer cumpleaños, aconseja Pratola. Se puede añadir el juego de rol imaginativo, que combina la simulación y la imitación. "Es sentar las bases para utilizar el juego como una forma de aprender cosas". Proporciona a tu hijo objetos con los que pueda fingir, como juegos de cocina de juguete o muñecos de bebé.
Además, cuando tu hijo empiece a usar el orinal, puede ser beneficioso para ambos conseguir un muñeco de bebé que tu hijo pueda poner en un orinal en miniatura. Esto hará que el aprendizaje para ir al baño sea divertido, a la vez que dará a su hijo un modelo para la lección.
Deja que tu hijo manipule los juguetes tanto como sea posible en esta etapa, afirma Cox. Los bloques de construcción son ideales. Deja que tu hijo los construya y los derribe, y que repita la actividad tanto como quiera. Todos los niños necesitan esa repetición y el dominio del juguete".
Entre los 1 y los 3 años, también puedes empezar a estructurar el tiempo de juego de tu hijo, dice Davitt. "Los niños con retrasos cognitivos se benefician de la estructura incluso más que otros niños". Así, por ejemplo, puedes decirle a tu hijo que, en cuanto se despierte por la mañana, desayunará y escuchará un cuento cada mañana.
Consejos para jugar: De 3 a 6 años
A partir de los 3 años, la imaginación del niño se hace más fuerte, dice Pratola. Por eso, anima a los padres a seguir animando a sus hijos a participar en actividades de juegos de rol.
Estos años son el momento perfecto para añadir actividades expresivas al tiempo de juego de tu hijo, como las manualidades. Pratola subraya que es importante que su hijo con retraso cognitivo disfrute del mismo tipo de experiencias de coloreado y pintura que los demás niños. Pero es posible que tenga que adaptar los materiales a las necesidades de su hijo, como cambiar los lápices de colores por pinturas de dedos.
Durante estos años los niños están aprendiendo a jugar bien con los demás. Así que hacer puzzles puede ser una buena opción, dice Cox, asegurándose de que aprenden a turnarse con usted o con sus compañeros de juego.
Dado que los niños de esta edad pueden estar empezando el colegio o los programas preescolares, Davitt anima a los padres a recordar el factor de la fatiga. "Si han tenido que estar 'encendidos' todo el día en el colegio, el juego al llegar a casa puede ser más relajado".
Asegúrese de apoyar sus actividades escolares en casa, pidiendo consejo tanto a los profesores como a los terapeutas sobre la mejor manera de hacerlo. Si tu hijo, por ejemplo, necesita ayuda para aprender a vestirse solo, puedes ofrecerle un muñeco y pedirle que lo vista, no de forma calificada o centrada en el rendimiento, sino de forma divertida.