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Nuestros hijos se están preparando para un nuevo año escolar. Además de todo el material escolar que hay que comprar, hay que preparar las actividades extraescolares, que a menudo incluyen el deporte.
Si su hijo practica deportes, la mayoría de los distritos escolares y las ligas de atletismo exigen un examen antes de que su hijo pueda participar. El examen físico previo a la participación es diferente del examen físico anual y del chequeo médico al que está acostumbrado su hijo.
Una parte fundamental de este examen es el historial médico, especialmente el de su familia. Se le preguntará por los antecedentes de enfermedades de su hijo o de sus familiares -como asma, epilepsia y diabetes-, así como por los casos de mareos y palpitaciones. Ninguna de estas enfermedades excluye automáticamente a su hijo de la práctica deportiva, pero es importante tenerlas en cuenta, ya que las actividades de su hijo pueden verse limitadas o pueden necesitar adaptaciones. Por ejemplo, algunos niños sólo tienen asma durante el ejercicio, por lo que es importante diagnosticarla y gestionarla.
Puede que te sorprenda que te pregunten por las alergias. Los padres a veces olvidan que las alergias pueden poner en riesgo a su hijo durante la práctica deportiva. ¿Cómo es eso? Las alergias a los insectos y a las abejas pueden ser un verdadero problema en los deportes que se practican al aire libre cuando hace calor, y el omnipresente refrigerio del equipo después puede exponer a los niños a alimentos a los que son alérgicos. Por eso es fundamental saber de antemano si tu hijo es alérgico.
Muchos padres han oído historias sobre un joven atleta que muere repentinamente de un paro cardíaco en la cancha de baloncesto o en el campo de béisbol. Esto suele ser consecuencia de una afección denominada miocardiopatía hipertrófica (MCH). A pesar de algunas noticias, la MCH es bastante infrecuente, aunque a menudo hay fuertes antecedentes familiares. Se les preguntará a usted y a su hijo sobre cualquier molestia en el pecho, soplos, falta de aire o mareos, o sensación de desmayo. (En ausencia de antecedentes familiares o de un hallazgo en la exploración física, los electrocardiogramas y ecocardiogramas no se realizan de forma rutinaria como parte de este examen).
Este examen es un buen momento para hablar del papel de los suplementos, así como de las drogas para mejorar el rendimiento, que los adolescentes a veces utilizan. Dichos suplementos y fármacos suelen tener importantes efectos secundarios y nunca deben utilizarse sin la orientación de un médico.
Aunque los preparativos para el comienzo de la escuela pueden ser bastante agitados, trate de programar el examen de pre-participación por lo menos de 4 a 6 semanas antes del comienzo de una actividad, sólo en caso de que sea necesario realizar pruebas de laboratorio o estudios de imagen, que entonces podrían requerir una visita a un especialista.
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