El TDAH y sus finanzas

Muchas personas tienen dificultades para gestionar sus finanzas, y el TDAH no facilita esta tarea. Si esto le suena a usted, no está solo: el 4% de los adultos tiene TDAH. Por suerte, hay muchas formas de proteger y ahorrar el dinero que tanto te cuesta ganar.

El TDAH y tu cartera

Las investigaciones demuestran que los adultos jóvenes con TDAH suelen tener dificultades para administrar el dinero. Esto se debe a que el TDAH puede causar procrastinación, desorganización e impulsividad. Estos rasgos no son perjudiciales en sí mismos, pero pueden dificultar la gestión del dinero. Aquí hay algunos consejos para ayudar con cada uno de ellos, ya que afectan a sus finanzas.

Cómo cortar de raíz la procrastinación

Divida las finanzas en tareas más pequeñas. Los proyectos grandes pueden resultar especialmente abrumadores para las personas con TDAH. Haga una lista de todas las tareas relacionadas con las finanzas que debe completar. Cuando sea posible, divídelas en tareas más pequeñas, como comprobar un saldo y luego pagar una factura. Tacha cada elemento de tu lista de tareas a medida que lo terminas. Puedes ponerle un código de colores a cada elemento para recordar su prioridad.

Prioriza los pagos importantes. Si puedes, paga las tarjetas de crédito, el alquiler, los préstamos estudiantiles, los préstamos para el coche y los gastos de la vivienda a principios de mes. Si no, programe una segunda fecha para revisar las facturas más adelante en el mes. Si utilizas copias en papel, escribe "PAGADO" y la fecha en la propia factura para ayudarte a llevar un registro de las facturas que has atendido.

Configura el pago automático. La mayoría de las empresas te permiten pagar tus facturas electrónicamente con pagos mensuales automáticos. Programe estos pagos para momentos en los que sepa que tendrá dinero en el banco, como el día de pago. Inscríbete para recibir notificaciones por teléfono o correo electrónico cada vez que se pague una factura. Utiliza estas notificaciones como recordatorios para revisar la factura y asegurarte de que los cargos son correctos.

Sigue un horario. Elige un día y una hora a la semana para trabajar en tus finanzas. Hacer de las finanzas una parte regular de su horario puede ayudarle a evitar la dilación.

Planifique con antelación y empiece con algo pequeño. Abre una cuenta de ahorro. Utiliza un ajuste en tu cuenta bancaria para apartar automáticamente algunos dólares de cada cheque de pago. Si estableces la cantidad depositada como un porcentaje, la cantidad aumentará a medida que lo hagan tus ingresos. Con sólo 25 dólares por cada cheque de dos semanas de sueldo, puedes ahorrar 650 dólares al año sin contar con los intereses.

Cómo lidiar con la desorganización

Lleva un registro de tus hábitos de gasto. Anota todo lo que compras y su coste en un cuaderno o regístralo en una aplicación para smartphone. Configura recordatorios periódicos en tu teléfono para registrar tus compras. También puedes configurar notificaciones de compra en la aplicación de tu tarjeta de crédito, lo que te ayudará a recordar también el registro de esos artículos. Compara tus notas con alguien de confianza, como tu cónyuge o un amigo cercano, para asegurarte de que no se te escapa nada. Busca patrones para ver dónde gastas más dinero y dónde puedes ahorrar.

Visualiza tu presupuesto. Utiliza una herramienta presupuestaria gratuita como Mint.com para hacer un seguimiento visual de tu presupuesto. En primer lugar, introduce tu información financiera. A continuación, la aplicación dividirá tus gastos en categorías preestablecidas y en las que tú mismo crees, como por ejemplo las comidas. A continuación, puedes ver si te estás acercando a superar tu presupuesto en general y los gastos en gráficos de colores.

Otras formas de visualizar tu presupuesto son establecer recordatorios de pagos y gastos en calendarios y crear un collage de objetivos financieros. El collage podría incluir fotos de artículos para los que te gustaría ahorrar, como una casa, un coche o unas vacaciones. Rellena un gráfico al estilo de un termómetro para hacer un seguimiento de tus progresos.

Simplifica tus facturas. Cada mes recibirá una factura por cada tarjeta de crédito que tenga. Considere la posibilidad de cancelar todas las tarjetas menos una. De este modo, no tendrá que hacer malabarismos con tantas facturas cada mes.

Haz tus facturas en un lugar tranquilo. Los niños, las mascotas y las redes sociales pueden crear distracciones irresistibles para las personas con TDAH. Establece un espacio privado para trabajar en tus finanzas. Mantenga su escritorio limpio y libre de distracciones, incluido su teléfono móvil. Estrategias como utilizar un aparato de ruido blanco, poner música suave o juguetear con un bolígrafo u otro objeto pequeño pueden ayudarle a mantenerse concentrado.

Reduzca el uso de papel. Para algunas personas con TDAH, la gestión de archivos en papel puede ser difícil. Para evitar el desorden de papeles, intente suscribirse a las facturas en línea. Guarda las facturas en carpetas en las que puedas buscar fácilmente por palabras clave. Intenta organizar tus finanzas con aplicaciones o programas online en lugar de carpetas o archivadores. La banca online y el depósito directo también pueden ser útiles.

Dale a cada cosa su propio espacio. Elige una caja de zapatos, un archivador o una carpeta en tu ordenador protegida con contraseña para guardar todos tus documentos financieros. Sea cual sea el lugar, asegúrate de que es seguro y protegido. Mantener los archivos organizados te ayudará cuando llegue el momento de revisarlos o de pagar tus impuestos.

Consiga un gestor de dinero. Las cooperativas de crédito suelen ofrecer asesoramiento financiero gratuito. Los asesores ofrecen ayuda para todo, desde los presupuestos diarios y semanales hasta el establecimiento de objetivos de ahorro e inversión a largo plazo. Las empresas también pueden ofrecer programas de bienestar financiero. Si es posible, busca un asesor que tenga experiencia con clientes que tienen TDAH.

Gestionar la impulsividad

Evita el impulso. Intenta evitar las situaciones en las que es probable que compres cosas por impulso, ya sea el centro comercial, el mercadillo o tu tienda online favorita. Piensa si eres más propenso a ceder a las compras impulsivas en línea o en la tienda, y elige el estilo de compra que mejor proteja tu cartera. Date de baja de las listas de correo electrónico de las tiendas en las que tiendes a gastar más de la cuenta.

Planifique el impulso. Cuando tengas que comprar algo, planifica con antelación haciendo una lista de la compra. Puedes utilizar una guía de precios en línea para ayudarte a presupuestar. Comparte tu lista de la compra con un amigo o familiar de confianza y pídele que te acompañe durante o después de la compra. Cuando vayas a la tienda, lleva sólo el dinero que necesitas para los artículos de tu lista. También puedes probar a llevar a un amigo consciente de su presupuesto a tu viaje de compras.

Limita los impulsos. Las tarjetas de crédito facilitan el gasto impulsivo. Si tienes acceso a dinero en efectivo, utilízalo en lugar de depender de tu tarjeta de crédito. Intenta retirar una cantidad fija de efectivo para los gastos semanales. Mientras tanto, puedes guardar tus tarjetas de crédito en un lugar seguro y de difícil acceso. Puedes pensar en pedirle a un compañero o amigo de confianza que las guarde.

Pon una pegatina o escribe un objetivo de ahorro en tu tarjeta de crédito. Esta pegatina te recordará tus objetivos financieros -vacaciones, un nuevo vestuario, un regalo especial- cada vez que utilices la tarjeta de crédito. Detenerse a pensar en este objetivo puede ayudarle a controlar la impulsividad en el momento.

Otra forma de combatir el impulso de gastar rápidamente es concederse un periodo de "enfriamiento". Antes de hacer una compra importante, programe un temporizador durante 24 horas. Cuando suene el temporizador, podrás decidir si sigues queriendo el artículo.

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