Los problemas de comunicación son comunes cuando se padece el trastorno por déficit de atención e hiperactividad. El TDAH tiende a dificultar la realización de las cosas, ya que debilita tus funciones ejecutivas. Esto disminuye tu capacidad para recordar cosas, ordenar tus pensamientos y controlar tus impulsos. Estas barreras a menudo se interponen también en tu forma de hablar y escuchar a otras personas.
La buena noticia es que las nuevas técnicas y hábitos pueden ayudarte a transmitir tus puntos de vista, asegurándote de que tus oyentes también sean escuchados.
Sé directo
El TDAH puede hacer que te distraigas fácilmente o que seas olvidadizo. Puede ser fácil "desconectarse" cuando estás hablando con alguien. Por ejemplo, puedes responder a una pregunta sin darte cuenta de que has omitido un dato clave que podría haber cambiado tu respuesta, dice Ari Tuckman, PsyD, psicólogo con práctica privada en West Chester, PA.
Sin embargo, hay formas de evitar que esto ocurra.
-
Si pierdes el hilo de la conversación, di: "Creo que me he despistado. Puedes repetirlo?". Es mucho más fácil que intentar buscar la información perdida después.
"Si no estás seguro de lo que se dijo, pregunta", dice Tuckman. "También podrías parafrasear lo que dijo la otra persona para asegurarte de que lo tienes claro".
-
Intenta mantener el contacto visual. Esto te ayuda a ser un oyente activo. Si tu mente se desvía, repite al interlocutor (en tu cabeza) para no perder de vista la conversación. No interrumpas.
-
Haz preguntas. En lugar de saltar a lo que quieres hablar a continuación, haz una pregunta al orador sobre lo que ha estado compartiendo. Esto te ayuda a mantenerte involucrado - y ellos sabrán que estás escuchando.
Intenta captar el subtexto
Una buena comunicación requiere algo más que intercambiar información verbal. Es clave captar cómo se siente la persona con la que hablas y lo que realmente quiere decir, más allá de sus palabras. Captar el contexto de la conversación no sólo te proporciona la información necesaria, sino que tu interlocutor la valorará.
-
Habla de las cosas en persona, no a través del correo electrónico o los mensajes de texto. El contacto visual -o la falta de él- y los gestos físicos pueden importar mucho más que lo que alguien dice.
-
Busca pistas que puedan ayudarte a obtener más información. Dónde tiene lugar la conversación? Es un entorno informal, uno formal, una comida con tu pareja? Quién más está alrededor?
-
Fíjate en el uso que hace el interlocutor de sus palabras. No siempre puedes tomarlas al pie de la letra. "Vale, supongo" tiene un significado diferente a "Eso suena muy bien".
-
Ponte al día con el lenguaje corporal. Fíjate en cómo suena el interlocutor, en su forma de actuar, en su expresión y en cualquier otro detalle que pueda aportar más información sobre el mensaje real. También puede ayudarte a averiguar si alguien está siendo simplemente educado o si realmente quiere decir lo que dice.
-
Observa sus acciones. Pueden estar en desacuerdo con sus palabras. Es entonces cuando puede ayudar pedirles que se aclaren.
Deshágase de las distracciones
Cuando alguien está tratando de hablar contigo, trata de minimizar otras cosas que compiten por tu atención. Por ejemplo:
-
No mires el teléfono. Podrías guardarlo en el bolsillo, en el bolso o esconderlo de alguna manera.
-
Deshazte de las alertas tecnológicas innecesarias.
-
Si tus hijos están corriendo por ahí, o los compañeros de trabajo están charlando en el pasillo, la mejor solución puede ser sugerir tener la conversación en un lugar más tranquilo. Di, por ejemplo, "No puedo prestar toda mi atención a esto ahora. Podemos hablar más tarde?".
Tomar notas
En una reunión, no confíes en la memoria. Toma notas con lápiz y papel o con una herramienta electrónica. Haz saber a tus compañeros de trabajo que este es tu método de organización habitual. "En general, sea lo que sea que hagas, demuestra a la otra persona que te estás esforzando y que te lo estás tomando en serio", dice Tuckman. "Si te esfuerzas, es mucho más probable que la gente sea indulgente".
-
Al final de la reunión, pide una oportunidad para resumir los puntos clave que has anotado para asegurarte de que has entendido bien las cosas.
-
Más tarde, o si todavía tienes dudas, pide a un compañero de trabajo que te envíe un correo electrónico rápido con su propio resumen.
Controla tus emociones
Las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener las riendas de sus emociones, incluso de adultos. Sin embargo, los arrebatos impulsivos son destructores de la comunicación. Tener en cuenta ciertas cosas antes de entrar en una conversación complicada.
-
Espera a que las cosas se calmen antes de intentar discutir un tema explosivo.
-
Prepárate para escuchar más de lo que hablas. Repite lo que oyes para que tú -y ellos- sepan que lo entiendes.
-
No dejes que tus propias ideas y sentimientos tiñan tu interpretación.
-
Sé positivo. Quieres mejorar la situación, no desahogarte. Elige tus palabras con cuidado. Prohíbe estas: "tu culpa", "malo", "siempre" y "nunca".
-
No culpes ni acuses.
Piensa en empezar una práctica de meditación de atención plena si mantener una conversación tranquila es un reto. Puede mejorar tu concentración al tiempo que reduce las tendencias impulsivas.
Haz de los demás tus aliados
Puede ser difícil para una persona que no tiene TDAH entender los obstáculos que el TDAH presenta. Ayúdales a ayudarte compartiendo estas ideas:
-
La persona que no tiene TDAH tiene que aceptar que puede ser necesario un conjunto diferente de enfoques para comunicarse con éxito contigo, dice Tuckman. Diles que tienen tu permiso para recuperar tu atención si te has "desviado". Por ejemplo, sugiérele que diga tu nombre de nuevo y que te devuelva al asunto en cuestión.
-
Pídeles también que se aseguren de que tienen tu atención antes de empezar a hablar. Puede que te toquen la mano o que esperen a que les mires para asegurarse de que les estás mirando.
-
El asesoramiento o la terapia no sólo pueden ayudar a agudizar las habilidades de comunicación tanto tuyas como de tu pareja, sino que os ayudará a ambos a entenderos mejor.
"Creo que es importante que la gente con TDAH y sus amigos y seres queridos entiendan" el TDAH y los retos que conlleva, dice Tuckman. "Cuanto más sepas, mejor te irá".