Cuando se padece fibrilación auricular (FA), los medicamentos que el médico le administra están diseñados para mantener la frecuencia cardíaca bajo control. Pero si además de la fibrilación auricular padeces otras enfermedades, deberás tener cuidado con las posibles interacciones entre los medicamentos. Esto incluye ciertos analgésicos básicos como el ibuprofeno y la aspirina.
Esto se debe a que algunos medicamentos podrían empeorar su afección cardíaca. En algunos casos, ciertos fármacos podrían desencadenar la fibrilación auricular, sobre todo si estabas a punto de tenerla.
Medicamentos que debe evitar cuando tiene fibrilación auricular
En el caso de algunos medicamentos, es posible que tenga que ser cauteloso en cuanto a la cantidad que puede tomar de forma segura. Otros podrían ser un gran no-no. Esto es lo que debes evitar y por qué.
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Cuando se tiene fibrilación auricular, es necesario tomar anticoagulantes como la warfarina (coumadin) para reducir las probabilidades de que se formen coágulos y se produzcan accidentes cerebrovasculares. Los AINE, como el ibuprofeno y el naproxeno, son analgésicos de venta libre que puede tener a mano para aliviar el dolor de cabeza u otros dolores. Pero estos medicamentos también actúan como anticoagulantes. Si se mezclan los AINE con anticoagulantes recetados, la sangre podría diluirse demasiado y correr el riesgo de sufrir una hemorragia grave.
La fibrilación auricular también aumenta las probabilidades de padecer insuficiencia cardíaca, una enfermedad en la que el músculo cardíaco no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del organismo. Tomar AINE puede provocar insuficiencia cardíaca o empeorar los síntomas si ya la padece.
Aspirina. Con la fibrilación auricular, tiene casi cinco veces más probabilidades de sufrir un ictus. Los estudios han descubierto que un anticoagulante oral que se toma por la boca es mejor para prevenir los coágulos de sangre que una aspirina.
Además, la aspirina se mezcla mal con los anticoagulantes recetados, como el dabigatrán (Pradaxa) o la warfarina. Puede provocar efectos secundarios como hemorragias graves en el estómago o el cerebro. Antes de tomar una aspirina, hable con su médico sobre los pros y los contras.
Ciertos antibióticos. Si tiene fibrilación auricular o es más propenso a padecerla, informe a su médico de su estado antes de tomar antibióticos. Algunos antibióticos, como la amoxicilina y la azitromicina, pueden provocar una actividad eléctrica anormal en el corazón. Esto podría dar lugar a frecuencias cardíacas irregulares o rápidas que provoquen una fibrilación auricular u otras arritmias. Si tiene problemas de corazón, consulte a su médico antes de empezar a tomar antibióticos.
Medicamentos para la tiroides. Si su tiroides, una glándula con forma de mariposa situada en la base del cuello, no produce las hormonas que su cuerpo necesita, tiene hipotiroidismo. Para tratarlo, tendrá que tomar diariamente unas pastillas de sustitución hormonal llamadas levotiroxina. Esto aumenta las hormonas tiroxina (T4) en el cuerpo.
Pero las investigaciones demuestran que, aunque aumentar la dosis de levotiroxina puede aumentar su energía y ayudarle a perder peso, puede aumentar las posibilidades de padecer fibrilación auricular. Si está tomando este medicamento, pregunte a su médico cómo puede reducir el riesgo de sufrir problemas cardíacos.
Medicamentos estimulantes. Si usted o su hijo padecen un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), su médico le administrará medicamentos estimulantes como el metilfenidato para controlar los síntomas. Aunque es poco frecuente, en algunos casos estos medicamentos pueden aumentar su ritmo cardíaco y su presión arterial. Si usted o su hijo tienen antecedentes de fibrilación auricular, los estimulantes pueden aumentar las probabilidades de sufrir complicaciones graves si los toma durante mucho tiempo. Para evitarlo, acuda a controles regulares con su médico antes y durante el tratamiento con estimulantes.
Antidepresivos. Según las investigaciones, los antidepresivos más comunes, como los antidepresivos tricíclicos (ATC) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), podrían aumentar el riesgo de padecer fibrilación auricular. Y es mucho más frecuente en las mujeres. Si tienes antecedentes de fibrilación auricular u otras formas de problemas de ritmo cardíaco, consulta con tu médico antes de empezar a tomar antidepresivos.
Medicamentos para la alergia y el resfriado. En el caso de la fibrilación auricular, si toma un medicamento de venta libre para controlar la tos, el resfriado o las alergias, es posible que su corazón se acelere o lata con rapidez. Esto se debe a que muchos de estos medicamentos son estimulantes. Están diseñados para estimular el corazón y tensar los vasos sanguíneos cerca de la nariz y la garganta para ayudar a eliminar la mucosidad que gotea o se congestiona.
Pero también aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Esto puede empeorar los síntomas de la fibrilación auricular o ponerle en riesgo de desarrollarla. Si tiene antecedentes de fibrilación auricular u otras arritmias, evite los medicamentos de venta libre que contengan un descongestionante. Estos medicamentos suelen llevar una "D" después de su nombre en el envase.
Suplementos de aceite de pescado. Las investigaciones sugieren que dosis elevadas de ácidos grasos omega-3 podrían aumentar el riesgo de padecer fibrilación auricular. Se sabe que el aceite de pescado mejora el dolor de la artritis y mantiene controlados los niveles de grasa en la sangre. Pero si toma más de 1 gramo al día, es más probable que sufra fibrilación auricular. Si estás pensando en añadir píldoras de aceite de pescado a tu dieta, lee la etiqueta con atención y comprueba el límite de la dosis diaria. Si no está seguro, pregunte a su médico al respecto.
Si toma estos medicamentos, esté atento a los síntomas de la fibrilación auricular. Si tiene una frecuencia cardíaca rápida debido a un medicamento, también puede sentir:
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Dolor en el pecho
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Mareo
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Ritmo cardíaco agitado
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Mareo
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Latidos del corazón rápidos o irregulares
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Falta de aliento
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Sudoración
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Débil
Sea cual sea el motivo que consideres, si te cuesta respirar o el dolor de pecho dura más de unos minutos, llama al 911 o acude al hospital más cercano.