Lo que hay que saber sobre las sillas de baño para personas mayores

Una de las mayores amenazas para la seguridad de las personas mayores no es la enfermedad o la dolencia: son las caídas. En 2019, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades documentaron 3 millones de visitas a urgencias por caídas de adultos mayores. Las caídas se consideran la principal causa de muerte relacionada con lesiones en adultos de 65 años o más.

A medida que envejece, sus músculos se debilitan. También se es más propenso a padecer afecciones del oído interno, el sistema circulatorio y el cerebro, que pueden causar problemas para mantener el equilibrio.

No todo lo que puede causar problemas de equilibrio es grave. Puede ser cualquier cosa, desde cambios en la presión arterial hasta efectos secundarios de la medicación o la acumulación de líquido en el oído interno. Incluso una simple falta de energía puede restarle estabilidad a sus pies.

Independientemente de su edad, no hay lugar más fácil para resbalar y caerse que la ducha. Las sillas de seguridad para el baño pueden ayudar a prevenir estos horribles accidentes.

Qué son las sillas de baño?

A medida que se envejece, los dispositivos de asistencia pueden ser cada vez más útiles. Cuando se utilizan correctamente, dispositivos como los bastones, las muletas y los andadores mejoran el equilibrio y permiten un mayor nivel de actividad. Pero los dispositivos de asistencia sirven para algo más que para estar en movimiento: también pueden ayudar a llevar el día a día en casa.

Las sillas de baño, también llamadas sillas de ducha, son un tipo de dispositivo de asistencia que puede ayudarle en uno de los lugares más privados de la casa: el baño.

Las sillas de ducha son asientos que pueden colocarse en bañeras y duchas. Le permiten sentarse cómodamente mientras se baña sin riesgo de caerse. Estas sillas pueden ser portátiles o de instalación permanente. Suelen utilizarse en residencias de ancianos y centros de vida asistida, pero también pueden emplearse para proporcionar una mejor atención en casa.

Las sillas de ducha para personas mayores son una gran opción para proporcionar un apoyo adicional a la persona que no puede estar de pie para bañarse, y para la que sentarse en el suelo sería incómodo. Esto permite una mayor autonomía e independencia, cuya pérdida puede ser difícil de afrontar en la edad avanzada.

¿Son seguras las sillas de baño?

Las sillas de baño están diseñadas pensando en la seguridad. Los asientos están hechos de materiales impermeables como el plástico, la madera repelente al agua o incluso la piedra. Las patas de las sillas suelen ser de aluminio o acero resistente al óxido, con pies de goma antideslizantes para mayor estabilidad. Esto crea un dispositivo duradero que puede ayudarle durante años.

Cuando se trata de sillas de baño seguras, tiene muchas opciones. En última instancia, la seguridad de una silla de ducha depende tanto de la silla específica como de sus necesidades. Por eso es importante que elijas bien tu silla.

Tipos de sillas de baño

Sillas de baño estándar. Una silla básica para su baño tiene las habituales cuatro patas y dos brazos y puede o no tener respaldo. Los brazos y los asideros facilitan la tarea de sentarse y levantarse. La facilidad para sentarse y el apoyo adicional para la espalda la convierten en una gran silla de ducha para personas mayores.

Taburetes de baño plegables. Los taburetes son útiles para las personas que todavía tienen un equilibrio y una movilidad decentes. Un simple taburete de ducha es lo suficientemente pequeño y ligero como para colocarlo en la bañera para su uso y retirarlo después. Estos asientos no ofrecen asas ni apoyo para la espalda, por lo que son una buena opción para conseguir un poco más de estabilidad mientras se mantiene un mayor rango de movimiento.

Sillas de baño plegables. Las sillas plegables se instalan de forma permanente directamente en la bañera o la ducha. El respaldo de la silla de ducha se monta en la pared para conseguir la mayor estabilidad. Estas sillas de baño suelen tener un manillar y se puede instalar una barra de apoyo adicional en la ducha. Estas sillas se pueden plegar a la pared para obtener más espacio cuando no se utilizan.

Banco de transferencia. Para las personas a las que les cuesta entrar en la bañera, un banco de transferencia puede facilitar la transición. Estos bancos largos se sitúan medio dentro de la bañera y medio fuera, con dos patas a cada lado. Esto le permite sentarse en el banco fuera de la bañera, y luego simplemente deslizarse por el banco para sentarse sobre la bañera y lavarse.

Sillas de baño rodantes. En las sillas rodantes, las típicas patas de goma se sustituyen por ruedas que pueden bloquearse cuando sea necesario. Esto permite una mayor movilidad y apoyo en el baño. Estas sillas también pueden contar con un asiento elevable, lo que le permite rodar sobre el inodoro para facilitar su uso.

Estas sillas de baño son más útiles en baños amplios con duchas abiertas. Pueden ser de gran ayuda para las personas cuya movilidad extremadamente limitada les impide utilizar fácilmente los diferentes servicios.

Cómo elegir una silla de baño

La silla de ducha más segura es la que se adapta perfectamente a tus necesidades. Para ello, debes tener en cuenta algunos números.

Tamaño y ajuste. Una consideración importante es si una silla encaja en tu bañera o ducha. Si tiene una ducha de pie, asegúrese de tomar nota de si la silla que está mirando se acopla al borde de la bañera. Si la silla tiene patas y usted tiene una bañera, asegúrese de que el suelo de la bañera no es tan curvo que los pies de la silla de ducha no puedan asentarse en él.

El peso. Asegúrese de que su silla de ducha pueda soportar su peso. Muchas sillas pueden soportar hasta 250 libras.

Altura. La mayoría de las sillas de baño para personas mayores permiten ajustar la altura. Asegúrese de que la silla puede estar a una altura que le permita tener los pies apoyados en el suelo mientras se sienta con una postura saludable.

Forma y comodidad. La forma del propio asiento también es importante. Debe poder sentarse de forma segura y cómoda en posición vertical.

Si todavía no estás seguro de tu decisión, tu médico puede ayudarte a encontrar el mejor soporte para tu situación.

Cómo comprar una silla de baño

Dependiendo de su seguro médico, el coste de una silla de baño en casa puede estar total o parcialmente cubierto. Aunque Medicare no suele cubrir las sillas de baño en sí, algunos de sus planes de cobertura ofrecen un subsidio para artículos de venta libre.

Las sillas de ducha son una gran herramienta tanto para la seguridad como para la comodidad. El baño es una oportunidad perfecta para relajarse y desconectar, y su salud mental es vital para envejecer con gracia. Se merece tener ese momento de tranquilidad para usted mismo sin tener que preocuparse por resbalar y caerse.

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