Un beso sigue siendo un beso, dice la vieja canción. Pero un beso también puede enfermar. Los gérmenes que viven en la saliva se propagan fácilmente a través de los besos. Las infecciones que causan -sorpresa, sorpresa- son comunes entre los adolescentes.
Tu hijo puede intentar protegerse evitando los besos si sospecha que alguien está enfermo. Pero no besar nunca es muy poco práctico. Sin embargo, si conoce los primeros signos de la infección, puede evitar algunos de los peores síntomas.
Mononucleosis: La "enfermedad del beso"
La mononucleosis infecciosa está causada por el virus de Epstein-Barr, que puede encontrarse en la saliva. La mononucleosis se manifiesta con mayor frecuencia entre los 10 y los 19 años.
Cómo se siente la mononucleosis:
Al principio es fácil confundir la mononucleosis con la gripe. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de garganta, dolores corporales, fatiga e inflamación de los ganglios linfáticos. Si tienes síntomas de gripe que no parecen desaparecer, habla con tu médico.
Lo que puedes hacer:
No existe una vacuna para la mononucleosis ni una medicación específica para tratar la infección. Pero hay muchas cosas que tu hijo adolescente puede hacer para sentirse mejor. Toma paracetamol (Tylenol) o ibuprofeno (Advil, Motrin) para aliviar el dolor y bajar la fiebre. Si le duele la garganta, intente hacer gárgaras con agua salada o utilizar pastillas para la garganta. Descansa mucho y bebe mucho líquido.
Qué esperar:
La mononucleosis suele desaparecer por sí sola en dos o cuatro semanas. Pero en algunos casos, los síntomas pueden persistir durante varios meses o más.
Cómo prevenir y no contagiar el herpes labial
El herpes labial son ampollas dolorosas en la boca, los labios o la nariz. El culpable es el virus del herpes simple, que se contagia a través de los besos o el contacto cercano. No hay cura una vez que la persona ha contraído el virus.
Cómo se siente el herpes labial:
Tu hijo adolescente puede notar una sensación de hormigueo o ardor al principio. Luego se forma una ampolla dolorosa y llena de líquido. El herpes labial puede tener un aspecto muy crudo y tardar entre varios días y una semana en curarse.
Qué hacer:
Para prevenir el herpes labial, evita el contacto con personas que tengan llagas en los labios o la boca. Una vez que has tenido un herpes labial, es probable que vuelvas a tenerlo. Varias cremas medicinales, tanto de venta libre como con receta, pueden acelerar la curación cuando se tiene un herpes labial. El problema es que hay que aplicarlas lo antes posible tras la aparición de los síntomas. Si ya has tenido un herpes labial, es conveniente que tengas a mano una crema medicada.
Si tu hijo sigue teniendo herpes labial, habla con tu médico. También existe un medicamento antiviral en forma de líquido o de pastilla que se vende con receta médica para las infecciones graves. Si tu hijo adolescente tiene síntomas de herpes labial, dile que evite besar a la gente para evitar el contagio del virus. No compartas vasos, cucharas y tenedores, cepillos de dientes u otros objetos que puedan contagiarlo.
Lo que hay que esperar:
El herpes labial desaparece por sí solo. Pero como el virus puede quedarse en las células nerviosas, pueden volver a aparecer. Por suerte, tienden a ser menos graves con el tiempo.
No te olvides de la garganta estreptocócica
La faringitis estreptocócica es una forma especialmente dolorosa de dolor de garganta, causada por una forma de bacteria muy contagiosa. Las infecciones de garganta por estreptococo son más frecuentes entre los 5 y los 18 años. Aunque la faringitis estreptocócica es más frecuente entre finales del otoño y principios de la primavera, su hijo adolescente puede contraerla en cualquier momento del año.
Qué se siente en la garganta por estreptococo:
La faringitis estreptocócica se siente como un dolor de garganta muy fuerte. Su adolescente puede notar que sus... amígdalas están inflamadas. También puede ver manchas amarillas o blancas en la parte posterior de la garganta. Los estreptococos suelen causar fiebre.
Qué hacer:
Si cree que su hijo adolescente puede tener estreptococos, llame a su médico. La faringitis estreptocócica debe tratarse con antibióticos. De lo contrario, puede provocar problemas graves. Hacer gárgaras con agua salada o chupar pastillas para la garganta ayudará a aliviar el dolor. El paracetamol o el ibuprofeno reducen la fiebre.
Qué esperar:
Con tratamiento antibiótico, la faringitis estreptocócica puede durar hasta... una o dos semanas. Si no se trata, la faringitis estreptocócica puede dar lugar a infecciones más graves, como la fiebre reumática o la enfermedad renal. Por eso es tan importante acudir al médico si tu hijo adolescente tiene un dolor de garganta intenso.
Otras infecciones: El pie de atleta y la tiña inguinal
Tu hijo adolescente puede contraer estas infecciones fúngicas comunes por exposición a zonas húmedas como vestuarios y piscinas, o en el caso del pie de atleta, por compartir calzado con alguien que lo tiene.
Cómo se sienten:
El pie de atleta causa llagas que pican y se agrietan entre los dedos y a veces en las plantas de los pies. La tiña inguinal provoca llagas similares que pican y se agrietan en la ingle. Las llagas pueden supurar y oler mal. El pie de atleta también puede causar enrojecimiento en la parte inferior y los lados del pie. Esta forma se denomina pie de atleta de mocasín.
Qué hacer:
Utiliza una crema, un spray o un polvo antimicótico de venta libre para eliminar el pie de atleta o la tiña inguinal. Si eso no es suficiente para eliminar los síntomas, habla con tu médico para que te recete medicamentos. Para evitar que el pie de atleta o la tiña inguinal vuelvan a aparecer, dile a tu hijo que se lave y se seque cuidadosamente los pies y la zona de la ingle después de ducharse. Cambia los calcetines y la ropa interior todos los días. Alterne el uso de diferentes pares de zapatos para permitir que el interior se seque completamente. Espolvoree el interior de los calcetines y los zapatos con polvos medicinales para los pies.
Qué esperar:
Es probable que los síntomas de tu hijo adolescente mejoren en una o dos semanas. Con una higiene cuidadosa, pueden evitar volver a tener pie de atleta o tiña inguinal.