Frutas inusuales de todo el mundo

Fruta estrella (Carambola)

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La carambola es una fruta cerosa, dulce y ácida, con sabor a cítricos, manzana y ciruela, procedente del sudeste asiático. Cuando está madura adquiere un color amarillo dorado. Cada una tiene menos de 40 calorías, pero mucha fibra y vitamina C. Sólo hay que lavarla, cortarla y comerla, sin necesidad de pelarla ni quitarle las semillas. Es una adición estelar a las ensaladas y brilla como guarnición. Pero evite su consumo si tiene problemas renales. La fruta estrella tiene ácido oxálico que forma cálculos renales.

Acai

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Las bayas de Acai crecen en palmeras originarias de Sudamérica. El fruto es del tamaño de un arándano, tiene una semilla grande e incomestible y sabe a chocolate y bayas silvestres. Se puede comprar el acai en batidos o "bowls" (batidos espesos con ingredientes), o seco y mezclado con granola. Algunas tiendas de comestibles también venden puré de açaí congelado. Como todas las bayas, es rico en fibra y antioxidantes.

Jackfruit

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El jackfruit es la fruta más grande del mundo, que puede llegar a pesar 45 kilos. Originaria de la India, ha ganado popularidad como sustituto de la carne en comidas como los tacos. Su carne fibrosa imita la textura de la carne de cerdo. Puede tener un sabor neutro o dulce, dependiendo de su madurez. Es rica en vitamina C, vitaminas del grupo B y potasio. En algunas tiendas de dietética hay jackfruit listo para preparar en latas o bolsas.

Fruta del dragón (Pitaya)

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La fruta del dragón crece en un cactus originario de América Central y del Sur. No te comas la piel, que es escamosa (como la de un dragón) y de color amarillo o rosa. Saca la pulpa crujiente, rosa o blanca, con una cuchara. Está llena de pequeñas semillas negras y sabe a kiwi o a pera. Se puede comer tal cual o añadir a cócteles o postres. La fruta del dragón ofrece mucha fibra, vitaminas y minerales, e incluso puede ayudar a mantener sanas las bacterias del intestino.

Fruta del pan

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Esta fruta del tamaño de un balón de fútbol, un alimento básico de las islas del Pacífico desde hace miles de años, recibe su nombre por la textura similar a la del pan que adquiere cuando se tuesta. Carece de un sabor fuerte, pero puede comerse en puré o frito en lugar de las patatas. Sin grasa ni gluten, es rica en carbohidratos complejos, fibra y potasio. Cómprela en los mercados caribeños y en los mercados agrícolas. Antes de cocinarla, córtale el tallo y colócala con el lado del tallo hacia abajo para que escurra la savia.

Guayaba

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Se cree que las guayabas son originarias de América Central y del Sur. Jugosas, dulces y ácidas, pueden recordar a las fresas y las peras. La corteza comestible puede ser blanca, amarilla, rosa o roja. Algunas guayabas no tienen semillas. Otras tienen semillas pálidas y comestibles. Una guayaba tiene más vitamina C que una naranja, además de vitamina A, fibra, potasio y fósforo. Utilízalas en zumos, mermeladas y postres.

Fruta de la pasión

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Fragante y de color púrpura, rojo o amarillo, la fruta de la pasión procede de Sudamérica. Los misioneros españoles la bautizaron así por la flor de cinco pétalos de la planta, que veían como símbolos de las heridas de Cristo en la crucifixión. Su sabor es similar al de la guayaba. Es rica en potasio y fibra, y sólo tiene 17,5 calorías por fruta. Corta una por la mitad, saca y come las semillas y la pulpa. O cuele la pulpa y disfrútela como zumo o en una salsa.

Durian

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El durián es una fruta del sudeste asiático que se ama o se odia. Es apodado el rey de las frutas por su sabor a natillas y su tamaño (hasta 18 libras). También se le llama fruta cadáver, gracias a su olor súper apestoso. Esta fruta puntiaguda es rica en hierro, vitamina C, ácido fólico y potasio. Pero también tiene unas 357 calorías por taza. Coma el durian fresco o utilícelo en postres como el helado. Búscalo en los mercados asiáticos.

Melón con cuernos (kiwano)

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Esta fruta de aspecto llamativo y de origen africano pertenece a la familia de los pepinos. Se come el interior gelatinoso de color verde brillante, con las semillas blandas. Su suave sabor se ha comparado con el del pepino o la lima con un toque de plátano. Utilícelo en ensaladas, mézclelo con el yogur o hágalo en batidos o zumos. El melón de cuernos es rico en antioxidantes, incluida la vitamina A, y bajo en calorías.

Mangostán

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Esta fruta del tamaño de una mandarina, procedente de los trópicos asiáticos, puede ser cara y difícil de encontrar en EE.UU. Tiene una piel dura y púrpura y una pulpa blanca y suave, cuyo sabor único recuerda al plátano y al melocotón. Se puede comer fresco, o probarlo en zumo o mermelada. La fruta del mangostán es rica en xantonas, que son antioxidantes a los que se atribuyen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas...

Higo chumbo

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Es espinosa, pero no es realmente una pera. Es un cactus originario de América. Se pueden comer tanto las almohadillas (nopales) como el fruto (tunas). Cuando lo compras en una tienda, suelen quitar las partes espinosas. (Si no es así, ponte guantes para pelarla.) La fruta del higo chumbo tiene un sabor parecido al de la sandía y es rica en calcio y antioxidantes, incluida la vitamina C. Cómela sola o utilízala en jalea, caramelos o jarabe.

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