La dieta cetogénica y el cáncer

Por Natalie Slivinski

La dieta cetogénica es una forma de alimentación muy rica en grasas y baja en carbohidratos. Puede ayudar a perder peso al obligar al cuerpo a quemar grasa en lugar de carbohidratos como principal fuente de energía.

En los últimos años, algunas pruebas preliminares han sugerido que la dieta cetogénica puede ayudar a tratar algunos tipos de cáncer. Una de las teorías es que el cáncer se alimenta del azúcar que se come, pero una dieta alta en grasas hace que los tumores pasen hambre.

Hasta ahora, ningún grupo de cáncer importante recomienda las dietas cetogénicas ni para la prevención ni para el tratamiento del cáncer.

Cómo puede afectar el ceto al cáncer

La recomendación estándar de la dieta es limitar las grasas a no más del 30% de sus calorías. Los carbohidratos deben constituir la mitad o más del total diario, y las proteínas el resto. Pero una dieta ceto invierte esa fórmula. El 90% de la dieta se compone de grasas, con pocos o casi ningún carbohidrato procedente de alimentos como la pasta, las legumbres y las frutas.

Sin suficientes carbohidratos, el cuerpo pasa a quemar grasa como combustible. Ese proceso, llamado cetosis, descompone la grasa en unas moléculas llamadas cetonas.

Sin embargo, las células cancerosas están preparadas para obtener la mayor parte de su energía descomponiendo rápidamente mucha glucosa, una forma de carbohidratos llamada azúcar simple. Una dieta cetogénica puede acortar la alimentación porque algunos cánceres no pueden utilizar las cetonas para crecer.

Eso ha llevado a la esperanza de que una dieta cetogénica puede ayudar a aumentar los poderes de la quimioterapia y otros tratamientos contra el cáncer.

Lo que dice la investigación

Los estudios han sugerido algunos posibles beneficios de una dieta muy baja en carbohidratos en la terapia del cáncer. Las investigaciones en ratones y los pequeños ensayos en humanos muestran que una dieta ceto puede funcionar de varias maneras. Puede:

  • Ralentizar el crecimiento del tumor

  • Proteger las células sanas del daño causado por la quimioterapia o la radioterapia

  • Ayudar a que los medicamentos contra el cáncer funcionen más rápido o mejor

  • Aliviar la inflamación, que puede favorecer el crecimiento del cáncer

  • Ayudar a prevenir el aumento de peso durante y después de la quimioterapia para el cáncer de mama. El peso extra aumenta la posibilidad de que los tumores vuelvan a aparecer.

Todavía no se han realizado estudios a gran escala en humanos, por lo que no sabemos con certeza si las dietas ceto funcionan contra el cáncer y cómo lo hacen. Hay varios ensayos clínicos en curso.

Preguntas sin respuesta

El cáncer es una enfermedad complicada. Muchos tipos y subtipos de cáncer pueden atacar en diferentes lugares, incluyendo órganos, tejidos, huesos y sangre. Y el mismo cáncer puede actuar de forma diferente de una persona a otra.

Las investigaciones realizadas hasta ahora sugieren que el hecho de que la dieta cetogénica ayude a combatir el cáncer, y cómo lo haga, puede depender de muchas cosas. Estos son algunos de los enigmas clave que los científicos están tratando de resolver:

¿Qué tipos de cáncer puede ayudar a aliviar la ceto? Algunos de los informes más fuertes de los posibles beneficios de la ceto han venido del glioblastoma, un cáncer cerebral muy agresivo. Pero no parece funcionar en otros tipos de cáncer cerebral. Hay pruebas muy limitadas de que una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos puede ayudar a suprimir los cánceres sólidos de próstata, mama, estómago e hígado. Pero los investigadores no han descartado la posibilidad de que una dieta cetogénica pueda realmente empeorar el cáncer al promover el crecimiento del tumor. Y se ha demostrado que las dietas muy bajas en grasas reducen las posibilidades de que ciertos tipos de cáncer de mama vuelvan a aparecer.

¿Cómo ayuda exactamente la dieta ceto a combatir los tumores? Los investigadores no están seguros de lo que una dieta rica en grasas y muy baja en carbohidratos hace a las células cancerosas. Pero creen que matar de hambre al cáncer no es la única manera. Por ejemplo, los estudios han demostrado que el ceto también puede cambiar la expresión de sus genes, que a su vez controla la forma en que se comportan sus células.

¿Qué cantidad y qué tipos de grasa funcionan mejor contra el cáncer? Necesitaremos más y mejores estudios para saber cuál es la mejor proporción de grasas en su dieta. Un estudio sugiere que una mezcla de tres partes de triglicéridos de cadena larga (grasas como el aceite de canola o de cártamo) y una parte de grasas de cadena media, como el aceite de coco, puede tener un mayor poder anticancerígeno que todos los triglicéridos de cadena larga. Los investigadores también quieren saber si existe una proporción ideal de las calorías totales que deben provenir de las grasas, los carbohidratos y las proteínas.

Riesgos

Una dieta cetogénica puede empeorar su cáncer. Algunos alimentos cetogénicos, como la carne roja, pueden aumentar tus posibilidades de padecer cáncer. También es una dieta difícil de seguir debido a las limitadas opciones de alimentos.

Pero si se hace un seguimiento cuidadoso y revisiones regulares con un asesor dietético, su médico puede sentirse cómodo haciéndole seguir la dieta cetogénica durante el tratamiento, especialmente si su cáncer es agresivo o está en las primeras etapas. Los estudios informales han demostrado que no es probable que tenga ninguna reacción negativa grave a la ceto.

Hable con su médico u oncólogo si está pensando en adoptar la dieta.

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