El dolor es un problema común para las personas con anemia falciforme. Ocurre cuando los glóbulos rojos en forma de hoz que causan la enfermedad se atascan en pequeños vasos sanguíneos y bloquean el flujo de sangre. Esto puede provocar un episodio de dolor o una crisis que comienza de repente, normalmente en la parte baja de la espalda, los brazos, las piernas, el pecho y el vientre. Para otras personas, los problemas de salud derivados de la anemia falciforme pueden causar un dolor que dura más tiempo y se vuelve crónico. Controlar el dolor asociado a la anemia falciforme puede ser difícil y puede afectar a la salud mental, provocando estrés y depresión.
Pero sea cual sea el tipo de dolor de la anemia falciforme que tengas, hay muchas opciones que pueden ayudarte a encontrar alivio. Habla con tu médico para elaborar un plan para controlar tu dolor.
Cómo gestionar una crisis de dolor
La mayoría de las veces, los analgésicos de venta libre como la aspirina (Bayer, Bufferin), el paracetamol (Panadol, Tylenol) o el ibuprofeno (Advil, Motrin,Nuprin) pueden aliviar el dolor de un episodio. (Sin embargo, los menores de 19 años no deben tomar aspirina). También hay otras cosas que pueden ayudar:
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Bebe agua u otros líquidos cuando empiecen los síntomas. Mantenerse hidratado puede ayudarle a evitar lo peor de un ataque.
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Utiliza una almohadilla térmica o toma un baño caliente.
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Prueba un masaje, acupuntura o técnicas de relajación.
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Haz algo que te haga olvidar el dolor. Mira la televisión, escucha música o habla por teléfono.
La mayoría de las personas pueden manejar una crisis de dolor por sí solas en casa. Pero si el dolor no desaparece o es intenso, es posible que usted o su hijo tengan que ir al hospital para recibir más tratamiento. Es posible que el médico tenga que administrarte líquidos por vía intravenosa o que te recete analgésicos más potentes.
Muchos médicos ayudan a las personas con anemia falciforme a elaborar un plan para controlar los episodios de dolor. Puede guiarte a través de pasos específicos para encontrar un alivio del dolor por ti mismo. También puede ayudar a otros médicos, enfermeros o paramédicos a saber cómo ayudarte durante una emergencia. Pida a su médico que le ayude a crear uno antes de un ataque.
Los medicamentos hidroxiurea (Droxia, Hydrea, Siklos) o voxelotor (Oxbryta), pueden evitar que los episodios de dolor se produzcan con tanta frecuencia en los niños y adultos que los toman a diario. La L-glutamina (Endari) puede ayudar a acortar o reducir las visitas al hospital por el dolor de las células falciformes. El medicamento más reciente aprobado por la FDA es un anticuerpo monoclonal denominado crizanlizumab-tmca (Adakveo). Se trata de la primera terapia dirigida para la enfermedad de células falciformes. Evita la aglomeración de glóbulos rojos, reduciendo así las crisis vaso-oclusivas (VOC) que pueden causar dolor y dañar los órganos. Pregunte a su médico si alguno de los dos fármacos es adecuado para usted o su hijo.
Ayuda para el dolor crónico
Los efectos a largo plazo de la enfermedad de células falciformes pueden causar problemas dolorosos, especialmente en los adultos. Por ejemplo, un flujo sanguíneo deficiente puede dañar los huesos y las articulaciones y causar dolor crónico.
Para ayudarte con el dolor crónico, tu médico puede recetarte analgésicos para tomar a diario. También puede recomendar fisioterapia o dispositivos ortopédicos para apoyar la espalda o las extremidades. Y en algunos casos, los médicos pueden recomendar una intervención quirúrgica para corregir el problema que te perjudica, o adormecer temporalmente un nervio para aliviarte.
Encuentre apoyo para el dolor de las células falciformes
Vivir con la enfermedad de células falciformes puede ser duro, especialmente para los niños. Las personas que sufren dolor a menudo pueden tener problemas de ansiedad y depresión. Pueden sentirse señalados o excluidos de las cosas que otros disfrutan debido a su enfermedad. Estos sentimientos pueden sumarse a otros problemas que puede causar la enfermedad.
Si se siente estresado, triste o abrumado, el asesoramiento o la psicoterapia pueden ayudarle. Hablar de tus problemas con un profesional de la salud mental puede ayudarte a encontrar formas fiables y saludables de manejar el dolor y otros retos de la enfermedad de células falciformes.
Además, pregunta a tu médico o enfermera por los grupos de apoyo en los que puedes ponerte en contacto con otras personas y familias que viven con la enfermedad de células falciformes. Juntos podréis compartir cómo es la vida con esta enfermedad y obtener consejos para aliviar el dolor y otros problemas.