Cuando se tiene un hijo con diabetes tipo 1, la planificación de las comidas es importante. Todo lo que come su hijo puede afectar a su nivel de azúcar en sangre. Su médico o un dietista registrado pueden ayudarle a elaborar el mejor plan para su hijo, pero hay información que todos los padres de niños con esta enfermedad deben conocer.
Una buena nutrición
Como todos los niños, los niños con diabetes tipo 1 necesitan alimentos ricos en nutrientes que les ayuden a crecer y a mantener un peso saludable. A lo largo de un día, tu hijo debe obtener entre un 10% y un 20% de sus calorías de las proteínas, entre un 25% y un 30% de las calorías de las grasas saludables y entre un 50% y un 60% de los hidratos de carbono.
Carbohidratos
Los carbohidratos se encuentran en la mayoría de los alimentos, no sólo en el pan y las patatas. Proporcionan la energía que el cuerpo y el cerebro necesitan para trabajar lo mejor posible. Dirija a su hijo hacia los carbohidratos complejos, como las verduras y los cereales integrales. Tienen vitaminas y minerales que les mantendrán sanos, y fibra, que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre.
Intente mantenerse alejado de los carbohidratos simples, como el pan y la pasta blancos y otros granos procesados, los dulces y el glaseado. Pueden elevar rápidamente el nivel de azúcar en sangre.
La cantidad de carbohidratos que necesita tu hijo depende de su peso, edad, tamaño, nivel de ejercicio y de los medicamentos que esté tomando. Su médico o dietista puede ayudarle a calcular el número de gramos o el tamaño de las porciones que su hijo debe tomar cada día.
Recuento de carbohidratos
Muchas familias mantienen estables los niveles de azúcar en sangre de sus hijos contando el número de hidratos de carbono ingeridos en cada comida o merienda, y ajustando después las dosis de insulina en función de ello.
En los alimentos envasados, el número de carbohidratos totales por ración aparece en la etiqueta. Puedes restar los gramos de fibra dietética, ya que ésta no se digiere. A continuación, multiplique el total por el número de raciones de ese alimento que come su hijo. Si cocinas en casa o comes fuera, puedes buscar en Internet el recuento de carbohidratos y el tamaño de las raciones de los alimentos.
Plan de carbohidratos constantes
Otra opción es hacer que tu hijo coma una cantidad determinada de carbohidratos en cada comida y merienda. Tendrán que comer a las mismas horas todos los días, y también administrarse la insulina a horas fijas. No es necesario que coma los mismos alimentos todos los días. Sólo tienes que ceñirte al total de carbohidratos establecido para cada comida y merienda. Mantener un horario funciona bien para muchos niños.
Plan de comidas de intercambio
Con un "plan de intercambio", el menú de tu hijo incluirá la cantidad que puede comer de seis grupos de alimentos diferentes: almidón, fruta, leche, grasa, verdura y carne. Se puede cambiar un alimento por otro con la misma cantidad de calorías, proteínas, carbohidratos y grasas. En los niños con tipo 1, los dietistas suelen centrarse en los intercambios de carbohidratos, ya que son los que más afectan a la glucemia. Puede encontrar listas de intercambio en Internet.
Alimentos que hay que evitar
No hay alimentos específicos que estén prohibidos para tu hijo, pero hay cosas que debes tener en cuenta a la hora de planificar las comidas y hacer la compra.
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Por eso, es bueno alejar a tu hijo de los alimentos grasos que contienen colesterol, grasas saturadas y grasas trans.
Evite los alimentos con alto contenido en sal. Comer demasiado sodio puede provocar una presión arterial alta.
Limite los alimentos azucarados, como los dulces, las galletas, el glaseado o los refrescos, que elevan rápidamente el nivel de azúcar en la sangre. Es mejor darlos en una comida y con insulina. Ajustará la insulina en función del recuento de carbohidratos. Su hijo no tiene por qué prescindir de las golosinas en ocasiones especiales como los cumpleaños o Halloween. Sólo tendrá que contabilizar esos carbohidratos a lo largo del día.
Aperitivos para tener a mano
Los tentempiés "libres", como los pepinos y el apio o la gelatina sin azúcar, contienen muy pocos carbohidratos, por lo que no tendrán mucho efecto en el nivel de azúcar de su hijo. También puedes tener a mano "tentempiés con carbohidratos controlados" para entre horas. Algunas buenas opciones para los niños: queso en tiras bajo en grasa, un huevo duro o una pequeña porción de frutos secos con una bebida sin azúcar.
Altas y bajas
Si tu hijo come más de lo previsto o a una hora diferente a la que habías planeado, puede tener un alto nivel de azúcar en sangre, o hiperglucemia. Si esto ocurre, es posible que tenga que hacer algunos ajustes. Habla con tu equipo de diabéticos para ajustar su plan de comidas o sus dosis de insulina u otra medicación.
La hipoglucemia, o nivel bajo de azúcar en la sangre, puede causar problemas graves que necesitan un tratamiento inmediato. Los niveles de glucosa de tu hijo pueden bajar si se salta una comida o un tentempié o si no ingiere la cantidad de carbohidratos esperada. También puede ocurrir si se inyecta la insulina a una hora equivocada o si hace más ejercicio de lo habitual sin tomar un tentempié extra ni ajustar la insulina. Si los niveles de tu hijo son bajos, dale un alimento azucarado. Los refrescos normales, el zumo de naranja o incluso el glaseado de los pasteles elevan los niveles de glucosa rápidamente.
También puedes tener a mano pastillas de glucosa o hablar con tu médico sobre un kit de glucagón. El glucagón es una hormona que trata una reacción grave de bajada de azúcar.
Llevar un control
Lleve un registro de la ingesta de carbohidratos, las dosis de insulina y las lecturas de azúcar en sangre de su hijo. Estas cifras pueden ayudaros a ti y a tu médico a ver si su plan de alimentación está funcionando.