Es natural sentir alguna molestia en las manos, los dedos, los pies y los tobillos de vez en cuando. El dolor articular forma parte del envejecimiento y puede tener varias causas. Pero ese dolor en el pie o el brazo también podría ser un problema con un nervio causado por la diabetes. Y eso es un problema que podría ser grave y requerir una atención rápida.
Entonces, ¿cómo distinguir la diferencia?
Todo sobre el dolor articular
Es la principal causa de discapacidad en EE.UU. Afecta a más de 50 millones de adultos. A menudo se denomina artritis y se define en términos generales como una molestia en el lugar donde se unen dos o más huesos. Aunque suele ser leve, a veces esporádica, y rara vez constituye una emergencia, el dolor puede ser intenso y dificultar el movimiento de la articulación.
Si la padeces, probablemente notarás cambios en tu articulación como:
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Rigidez
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Menor amplitud en el movimiento
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Hinchazón
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Enrojecimiento
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Sensibilidad o calor
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Un tiempo más difícil de usar
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Una diferencia en la forma
Las causas del dolor articular son muy variadas. Pueden ser:
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Tensiones o esguinces musculares.
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Un hueso roto o dislocado
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Gota
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Hipotiroidismo
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Leucemia
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Lupus
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Osteoartritis
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Raquitismo
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Enfermedad de Lyme
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Artritis reumatoide
Qué es el dolor nervioso diabético?
Tu médico podría llamarlo neuropatía diabética. Es un dolor en los nervios, no en los huesos. Se produce cuando el alto nivel de azúcar en sangre daña las fibras nerviosas. Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero afecta con más frecuencia a las piernas y los pies.
Entre el 60% y el 70% de las personas con diabetes pueden desarrollar algún tipo de neuropatía. La mayoría la padece después de haber tenido la enfermedad durante 10 años o más. Hay muchos tipos. Pero las dos más propensas a causar problemas en las articulaciones son la neuropatía periférica y la autonómica.
Neuropatía periférica
Esta es la forma más común de dolor articular y nervioso en la diabetes. Puede afectar a las piernas, los brazos, las manos, los pies, los dedos de las manos y de los pies. Con la diabetes en curso, las articulaciones ya no pueden responder como deberían al esfuerzo y la tensión que se les impone. Como resultado, sufren pequeños traumas e incluso pequeñas roturas llamadas microfracturas. Los síntomas, que suelen ser peores por la noche, incluyen:
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Entumecimiento
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Menor sensibilidad al dolor o a la temperatura
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Hormigueo
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Ardor
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Dolores agudos
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Calambres
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Más sensibilidad al tacto
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Pérdida de reflejos
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Debilidad muscular
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Pérdida de equilibrio y coordinación
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Problemas en los pies como úlceras e infecciones
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Desgaste de los músculos de las manos y los pies
Estos síntomas son en gran medida sensaciones y sentimientos. Eso significa que son diferentes de los cambios corporales externos que conlleva el dolor articular habitual.
Neuropatía autonómica
Afecta a la parte del sistema nervioso que controla el corazón, los pulmones, la vejiga, el aparato digestivo, los órganos sexuales y los ojos. También afecta a los vasos sanguíneos y puede aumentar el flujo de sangre a las extremidades. Eso puede provocar hinchazón y debilitamiento de los huesos.
Los síntomas incluyen:
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Problemas de vejiga, incluyendo incontinencia e infecciones del tracto urinario
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Estreñimiento
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Diarrea
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Náuseas y vómitos
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Problemas para tragar
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Disfunción eréctil en los hombres
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Sequedad vaginal en la mujer
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Aumento o disminución de la sudoración
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Falta de conciencia de la disminución de los niveles de azúcar en la sangre
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Descensos bruscos de la presión arterial
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Aumento de la frecuencia cardíaca
Por lo tanto, si tiene dolor articular y uno o más de los síntomas anteriores, la neuropatía autonómica diabética podría ser la culpable.
Qué causa el dolor nervioso diabético?
Muchas cosas pueden causar la neuropatía periférica. Entre ellas se encuentran:
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Causas metabólicas:
No sólo el alto nivel de azúcar en sangre es un factor desencadenante, también lo es el tiempo que se ha vivido con diabetes y la cantidad de grasa en la sangre. Los niveles bajos de insulina también pueden influir.
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Causas nerviosas y vasculares:
Esto incluye los vasos sanguíneos dañados que llevan oxígeno y nutrientes a los nervios.
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Causas del sistema inmunitario:
Los problemas del sistema inmunitario pueden causar nervios inflamados.
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Genética:
Algunos rasgos heredados hacen que sea más probable padecer una enfermedad nerviosa.
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Estilo de vida:
El tabaquismo y el consumo de alcohol también pueden causar problemas.