El viaje de Selma Blair con la esclerosis múltiple

Selma Blair se enteró de que tenía esclerosis múltiple en 2018, pero sus síntomas comenzaron años antes. Desde muy joven, Blair dijo que experimentaba dolor constante, fatiga y cambios de humor. Sin embargo, no fue hasta que tuvo a su hijo, Arthur, en 2011, que el dolor empeoró. Tras el nacimiento, tuvo problemas de visión, contracciones musculares involuntarias en el cuello y otros síntomas. 

Blair estaba confundida por la forma en que sus síntomas variaban en función de la actividad y la ubicación, y sin un diagnóstico, no tenía forma de resolver los problemas. 

Durante unos cinco años, Blair tuvo muchos síntomas confusos. Sus síntomas incluían: 

  • Dolor de cuello

  • Vértigo severo 

  • Problemas para caminar 

  • Adormecimiento repentino de la pierna 

  • Ansiedad y depresión 

En ese momento, los médicos de Blair afirmaban que sus síntomas se debían a la depresión o a las hormonas. Le dieron inyecciones de esteroides para combatir el dolor de cuello, pero no hicieron nada más. Finalmente, un nuevo médico solicitó una resonancia magnética. Una vez realizada, un neurólogo confirmó que la resonancia había detectado 20 lesiones en su cerebro. Esto condujo a un diagnóstico confirmado de esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune incurable. La esclerosis múltiple afecta al sistema nervioso central, interrumpiendo su comunicación con el resto del cuerpo. 

Actualmente hay unos 2,3 millones de personas con EM en todo el mundo. La EM provoca brotes, por lo que hay periodos en los que los síntomas empeoran y periodos en los que no hay síntomas. 

Blair pudo empezar a recibir tratamiento para la misteriosa enfermedad con la que llevaba años lidiando. Después de someterse a un trasplante de células madre hematopoyéticas, la inflamación y las lesiones tardaron un año en desaparecer. Sin embargo, las células madre de la médula ósea, la sangre periférica o la sangre del cordón umbilical la ayudaron a entrar en remisión. 

El trasplante de células madre de Blair se considera controvertido, y algunos de sus allegados lo ven como un tratamiento arriesgado. 

Además de la terapia, Blair tuvo que someterse a una quimioterapia intensiva. 

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