¿Arcos altos? Elige el calzado adecuado

Los pies tienen todo tipo de formas y tamaños. La longitud y la anchura pueden variar, pero también la altura de los arcos de los pies. Algunas personas tienen arcos más altos que la media. Esta condición se llama pie cavo, y es bastante común. Los arcos altos pueden causar dolor de pies y hacerte propenso a las lesiones de tobillo. Elegir el calzado adecuado puede hacer que tus pies estén más cómodos y mantenerlos seguros. 

Qué son los arcos altos?

Normalmente, los pies tienen una forma curvada. La planta del pie se arquea hacia arriba por detrás de los dedos y se curva hacia abajo en la parte inferior del talón. La mayoría de las personas tienen un arco de altura moderada que es flexible. Desciende cuando se pone peso en el pie, de modo que toda la superficie de la planta toca el suelo.

Si tienes arcos muy altos, tu pie no tendrá la flexibilidad y la caída adecuadas. El arco no llegará hasta el suelo cuando des un paso. Esto significa que hay menos superficie de tu pie para absorber el impacto de tu peso al caer sobre él. Los talones y las puntas de los pies reciben la mayor parte del impacto de los pasos. Por ello, es posible que te duelan los pies después de estar de pie o en movimiento.

¿Qué causa los arcos altos?

Los arcos altos pueden ser un rasgo familiar. Puedes heredar la forma de tu pie de uno de tus padres. También hay trastornos médicos que pueden hacer que desarrolles arcos altos a medida que avanzan. Estos trastornos suelen ser afecciones musculares o neurológicas que hacen que su pie se contraiga en una posición de arco alto. Estas condiciones incluyen:

  • Parálisis cerebral

  • Enfermedad de Charcot-Marie-Tooth

  • Distrofia muscular

  • Polio

  • Espina bífida

  • Accidente cerebrovascular

Problemas de los arcos altos

Además del dolor de pies, los arcos altos también pueden afectar a otras partes del cuerpo. Los tobillos pueden torcerse hacia dentro (sobrepronación) o hacia fuera (supinación) al caminar. Esto puede hacerle propenso a sufrir esguinces de tobillo o a ejercer una tensión excesiva sobre el tendón de Aquiles. También es posible que el movimiento de torsión de los pies y los tobillos le provoque dolor en las rodillas, las caderas o la espalda. La elección del calzado puede reducir los posibles problemas derivados de los arcos altos.

Busca un soporte para el arco del pie

Busque zapatos con una entresuela de apoyo. Muchas zapatillas deportivas están diseñadas para proporcionar soporte al arco. Tienen una estricción rígida que permite que la suela del zapato proporcione un apoyo constante a todo el pie. También son útiles las plantillas blandas que se amoldan a la forma del pie y llegan a la parte superior del arco.

Elige unas zapatillas altas

Los zapatos con mucho apoyo en el tobillo pueden ser útiles para las personas con arcos altos. Los zapatos o botas que se ajustan al tobillo pueden evitar parte del movimiento de torsión si los tobillos están supinados o pronados. Esto puede evitar lesiones, especialmente durante el ejercicio. Una ligera elevación del talón también puede aliviar la presión sobre el tendón de Aquiles.

Priorizar el espacio para los dedos de los pies

Las personas con arcos altos son propensas a sufrir juanetes y dedos de martillo. Esto puede ocurrir debido a un exceso de presión en la parte delantera del pie. Cuando compres unos zapatos, asegúrate de que tienen mucho espacio en la puntera para acomodar la parte delantera del pie. Quieres que haya espacio para que los dedos se muevan con naturalidad. Tampoco quieres que los zapatos aprieten la parte delantera del pie y agraven cualquier problema existente.

Considere la posibilidad de utilizar plantillas ortopédicas a medida

Si no encuentras un calzado que sostenga tu arco alto, es posible que necesites que te hagan soportes a medida. Tu médico puede observar tus pies para ver su forma. Pueden evaluar cómo caminas para ver cómo la postura de tus pies está afectando al resto de tu cuerpo. Te pondrás un molde que se ajuste a tus pies y se creará una plantilla a partir del molde. Te recetarán plantillas ortopédicas para dar a tus arcos el nivel de apoyo que necesitan.

Otros tratamientos para los arcos altos

Si los zapatos y las plantillas ortopédicas no solucionan debido a sus arcos, es posible que necesites fisioterapia. Un terapeuta puede enseñarle ejercicios para fortalecer sus pies, tobillos y piernas. También pueden enseñarle estiramientos que podrían liberar su arco y hacerlo más flexible. Esto puede aliviar la presión de los pies y mejorar los síntomas.

En algunos casos, el uso de una férula puede proporcionarle el nivel de estabilidad que sus pies necesitan. Su médico puede colocarle una férula que sujete los pies y los tobillos. Esto puede ser especialmente útil si su arco alto está causado por una enfermedad subyacente que también dificulta la elevación de los pies.

En raras ocasiones, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para corregir el arco del pie. Esto suele deberse a una afección subyacente o a una lesión que usted y su médico no pueden remediar de ninguna otra manera. Después de la operación, es posible que necesites fisioterapia y rehabilitación, así como aparatos ortopédicos.

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