9 cosas que puedes hacer para ayudar a salvar los océanos

Más de la mitad de la superficie de la Tierra está cubierta por los océanos, un 71% para ser exactos. Los seres humanos dependen de los océanos para obtener ciertos alimentos, trabajos, comercio, pasatiempos y mucho más. Salvar los océanos puede parecer una tarea imposible para ti solo, pero hay muchas pequeñas opciones de estilo de vida que puedes hacer para ayudar a preservar los océanos.

Evita el plástico

A medida que las empresas siguen produciendo más y más productos de plástico, el peligro del plástico para el mundo marino se vuelve muy serio. De alguna manera, alrededor de 17.600 millones de libras de plástico llegan a los océanos cada año. Una de las mayores amenazas es el plástico de un solo uso.

El plástico de un solo uso se refiere a productos como pajitas, cubiertos de plástico, botellas de agua, bolsas de la compra, envases de comida para llevar y otros artículos de plástico que se usan una vez y luego se tiran.

Para luchar contra esta amenaza, puedes optar por alternativas sin plástico a los típicos productos de plástico. Por ejemplo, puedes llevar bolsas de tela al supermercado, comprar una botella de agua reutilizable o comprar pajitas metálicas reutilizables.

Reduce la huella de carbono

Cuando quemamos combustibles fósiles, el océano absorbe el exceso de calor que se desprende al medio ambiente. Como resultado, el agua de los océanos se está calentando, lo que ha desencadenado una grave cadena de acontecimientos, como el blanqueamiento de los arrecifes de coral, el desplazamiento de los peces y el aumento del nivel del mar.

Puedes poner de tu parte para reducir tu huella de carbono y dejar de contribuir a este fenómeno de varias maneras. Cuando no utilices aparatos electrónicos, desenchúfalos o apágalos. Si vives cerca del trabajo o del supermercado, camina o ve en bicicleta.

Compra productos respetuosos con el océano

La próxima vez que vayas a comprar productos para el cuidado de la piel o joyas, investiga un poco para saber si lo que compras está directamente relacionado con la contaminación, el daño a la vida marina o la pesca insostenible. Algunos cosméticos se fabrican con escualeno de tiburón, ciertas piezas de joyería contienen coral o caparazones de tortugas marinas, y muchos souvenirs se fabrican con caracolas, nautilos y otras formas de vida marina.

Comer marisco sostenible

La sobrepesca es un problema importante cuando se trata de la salud de los océanos, especialmente en los arrecifes de coral. Si se sacan demasiados peces de un ecosistema o arrecife, afecta negativamente al resto de la vida marina circundante y puede convertir los arrecifes de coral en rocas vacías y cubiertas de algas. Para ayudar a luchar contra esto, puedes optar por comer marisco sostenible.

Investiga en Internet para saber qué tipos de pescado son sostenibles. Si estás en un restaurante o en una tienda de comestibles, busca el pescado marcado como "capturado con línea", "capturado por un buzo", "capturado de forma sostenible" o "cosechado de forma sostenible".

Ejercer el derecho de voto

Puedes influir en el cambio a un nivel más amplio votando de forma inteligente. Vota a los funcionarios públicos que se dedican a las buenas políticas oceánicas y que trabajarán para proteger la vida marina y los océanos. Una vez elegidos, haz todo lo posible para que rindan cuentas. Envía cartas, escribe correos electrónicos y haz llamadas telefónicas con regularidad para recordarles por qué es importante preservar los océanos.

No tire la basura

Adopta la actitud de "no dejar rastro" en tu próxima visita a la playa. Gran parte de la basura y los plásticos que acaban en el océano empiezan como basura, así que lleva una bolsa de basura o infórmate de cómo participar como voluntario en las jornadas locales de limpieza de playas.

Hazte oír

La pasión es contagiosa. Cuando defiendes los océanos ante tus amigos, familiares y otras personas, haces tu parte para educarles sobre por qué los océanos son importantes. Puedes firmar y compartir peticiones, unirte a grupos de defensa en las redes sociales y ser voluntario local en grupos que trabajan para mejorar los océanos.

Deshazte de los residuos peligrosos

Muchos productos domésticos comunes y peligrosos son perjudiciales para los océanos. El aceite de motor, por ejemplo, llega al agua si no se desecha correctamente. Esto contribuye a la contaminación y daña la salud general de nuestros océanos. Antes de tirar algo peligroso por el desagüe, investiga rápidamente para saber si hay una forma mejor de eliminarlo.

Repensar el fertilizante

¡Toda el agua acaba en los océanos! El fertilizante que usas en tu césped hace lo mismo al hacer su camino hacia el desagüe después de regarlo. Fiel a su propósito, el fertilizante en el océano produce floraciones de algas que dificultan la supervivencia de la vida marina cercana. La próxima vez que compres fertilizante, busca opciones más seguras y orgánicas.

Estos son pequeños pasos que puedes dar para salvar los océanos, pero tienen grandes efectos. Sigue aprendiendo más sobre este grave problema y comparte la información con tus compañeros.

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